lunes, 2 de mayo de 2011

REVISION DE LAS TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LOS PROCESOS DE INNOVACION. CLAUDIA COSTAGUTA Y OSVALDO RETONDARO

I. INTRODUCCION
      En este trabajo se presentan una revisión de las principales teorías que estudian a la innovación tecnológica desde el campo de la economía y la administración de empresas, a partir de la obra de J.A. Schumpeter a principios del Siglo XX, hasta la actualidad (Vence Deza, 1995;  Gurrutxaga, 2006; Giannetti, 1994). Asimismo se detallan, en los casos que correspondan, las influencias que han tenido sobre las mismas, las teorías sociológicas. El trabajo es de orden positivo, sin consideraciones de orden normativas, y se propone  presentar dentro de las diferentes teorías, las causas – exógenas y/o endógenas - que generan un mayor o menor grado de innovación en las organizaciones, detallar cuáles son los principales agentes participantes y en particular describir por qué y cómo se desarrollan los procesos innovadores en las empresas.
      El estudio tiene un enfoque esencialmente microeconómico de forma tal que las propuestas a desarrollar, siguiendo un orden cronológico, son:
1. Teorías de Joseph A. Schumpeter.
2. Teoría de la Organización Industrial.
3. Teoría de los Costos de Transacción.
4. Teoría de la Agencia.
5. Teoría Evolucionista.
6. Teoría de los Recursos y Capacidades.
      En forma previa al tratamiento de estas seis teorías, se presentan las definiciones de los principales conceptos a utilizar. En las conclusiones, al final del presente trabajo, se sintetizarán las características comunes a estas seis teorías, destacando los aspectos que denotan una mayor  complementariedad en sus propuestas.
II. MARCO CONCEPTUAL
      En las últimas dos décadas el marco conceptual de mayor aceptación para el análisis de los procesos de innovación surge del Manual de Oslo.
      La innovación es un proceso continuo. Las empresas de forma ininterrumpida efectúan cambios en los productos, los procesos, captan nuevos conocimientos, etc. Dado que es más complejo medir un proceso dinámico que una situación estática, el Manual de Oslo, proporciona las directrices para la recogida de datos inherentes al proceso general de innovación, la aplicación de cambios significativos en la empresa, los factores que influyen en las actividades innovadoras y los resultados de la innovación.
      La primera y segunda edición de dicho Manual (1992 y 1997) han utilizado una definición de innovación desde la perspectiva tecnológica del producto y del proceso. La tercera edición del Manual (2005), ha hecho hincapié en el papel de los vínculos entre las empresas y las instituciones en el proceso de innovación, tuvo en cuenta la importancia de la innovación en sectores con baja intensidad de I+D (servicios); y ha distinguido la innovación en cuatro ámbitos: producto, proceso, mercadotecnia y organización.
      Dentro de este marco, la innovación se define como: 
La introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores (Manual de Oslo, 2005).

      Para que exista innovación, es condición que el producto, el proceso, el método de comercialización o de organización sean nuevos (o significativamente mejorados) para la empresa; ya sea que los han adoptado de otras empresas u organizaciones, o que los hayan desarrollado ellas mismas.
      Una característica común a todos los tipos de innovación es que deben haberse introducido en el mercado. En el caso de los bienes, implica su lanzamiento al mercado; cuando se trata de métodos o procesos, implica que hayan sido efectivamente utilizados en el marco de las operaciones de la empresa.
      La innovación no es invención, ni creatividad. La invención es un acto de creatividad intelectual, que no adquiere importancia económica en tanto no sea aplicada por una empresa en el desarrollo de sus negocios. La creatividad es la capacidad para formar combinaciones, para relacionar o reestructurar elementos conocidos, con el fin de alcanzar resultados, ideas o productos, a la vez originales y relevantes; que puede atribuirse a las personas, grupos, organizaciones, y también a toda una cultura.
      No obstante, la ampliación y redefinición de conceptos efectuada por el Manual de Oslo, se reconocen insuficiencias en este trabajo: “...aunque nuestra comprensión de las actividades de innovación y de su impacto económico ha aumentado notablemente, ésta sigue siendo deficiente…” (Manual de Oslo, 2005), debido a que todos los sistemas de indicadores propuestos (actividad primaria, manufacturera y servicios) están centrados en los procesos de innovación orientados al mercado. Sin embargo no contemplan los procesos de innovación no orientados al mercado, esto es la innovación social. El tema de la innovación social no será objeto de análisis en la presente revisión teórica, pero se incluye aquí su definición, en virtud del potencial interés que se considera tendrá este tema en el campo de la innovación
La innovación social, ha de referirse a valores sociales, por ejemplo el bienestar, la calidad de vida, la inclusión social, la solidaridad, la participación ciudadana, la calidad medioambiental, la atención sanitaria, la eficiencia de los servicios públicos o el nivel educativo de una sociedad (Echeverría, J, 2008; 609-618).
     
      La Young Foundation ha propuesto dos definiciones de innovación social. La primera definición, de índole genérica, propone: “…La innovación social se refiere a las  nuevas ideas orientadas a alcanzar objetivos sociales…” (Young Foundation, 2006).
      La concepción más estricta expresa que “…la innovación social consistiría en  nuevas ideas, actividades y servicios que surgen para satisfacer necesidades y demandas sociales, y son desarrolladas y difundidas básicamente por organizaciones cuyas principales metas son sociales…”  (Young Foundation, 2006).
      Por tanto, pueden distinguirse tres modalidades de innovación: la empresarial (bussines innovation) el tema a tratar en el presente trabajo, la que proviene del sector público y la que surge del “tercer sector”, esto es el conjunto de organizaciones no gubernamentales o sin fines de lucro; sectores que en la práctica interactúan entre sí.
      Las innovaciones orientadas al mercado generan riqueza económica, para la empresa innovadora, en primera instancia. Las innovaciones sociales incrementan la riqueza social de los ciudadanos y en la medida que afectan a amplios sectores de la sociedad aporta ventajas competitivas entre unas sociedades y otras.
     
III.  TEORIAS EXPLICATIVAS DE LA INNOVACION
III.1. TEORIAS DE J.A. SCHUMPETER
      El economista Joseph A. Schumpeter tuvo a lo largo de su vida académica un hilo conductor en sus investigaciones, el estudio de la evolución del sistema capitalista, donde la variable explicativa fundamental en el proceso evolutivo del sistema capitalista esta dado por la innovación. Tal como lo explica el autor: “Mis teorías pueden ser equivocadas, mis esquemas, con seguridad, no son más que una de las tantas posibilidades, pero hay dos cosas de las que estoy seguro: primero, que se debe tratar al capitalismo como un proceso en evolución y que todos sus problemas fundamentales arrancan del hecho de que es un proceso de evolución; y segundo, que esta evolución no consiste en los efectos de los factores externos (incluso factores políticos) sobre el proceso capitalista, ni en los efectos de un lento crecimiento del capital, de la población, etc…, sino en esa especie de mutación económica, me atrevo a usar un término biológico, a la que he dado el nombre de innovación” (Schumpeter 1976).
      Dado que, para este autor, la innovación es la variable explicativa principal del proceso evolutivo del sistema capitalista, desarrolló a lo largo de todas sus investigaciones los estudios más detallados para la comprensión de los procesos innovadoras en las sociedades y en las organizaciones, convirtiéndose en el primer economista que analizó con tanta especificidad dichos procesos. Asimismo trató el tema de la innovación, en forma conjunta a dos elementos explicativos de la misma; la figura del emprendedor y los procesos de destrucción creadora.
      A fin de comprender la obra de Schumpeter y su detallada visión de la innovación, las características del agente generador de la misma el emprendedor y los procesos de destrucción creadora,  se procederá en primer lugar a describir algunas de las características  generales del autor:
- Dentro de la teoría económica, y siendo contemporáneo al debate entre la escuela histórica alemana y la escuela austríaca, Schumpeter decidió no participar en el mismo, más aún, en sus investigaciones utilizó propuestas y estudios provenientes de ambos enfoques.
- Si bien defendió el herramental matemático en la formalización de los modelos económicos y destacó sobremanera a la obra de León Walras, en sus trabajos no utilizó dicho herramental,  más aún fue sumamente crítico al enfoque estático de la escuela neoclásica. Algunos autores suponen que el objetivo de Schumpeter fue modelizar la dinámica evolutiva de la economía, pero el herramental matemático disponible en su época no se lo permitió. (Goncalves da Silva 2002).
- Consideraba fundamental que para ser un buen economista era necesario un profundo conocimiento de la historia en general no solo la historia económica o del pensamiento económico, área en la cual Schumpeter ha sido el principal investigador. Su forma de análisis económico refleja de manera contínua la incorporación de la visión histórica de los procesos.
- En sus análisis económicos incorporaba reiteradamente conocimientos provenientes de otras ciencias, se destaca luego de la historia, la sociología : “La grandeza de Schumpeter se expresa también, y diría yo sobre todo, en esa capacidad tan poco común para combinar intereses y competencias científicas complementarias y para integrar las categorías y los métodos de análisis de diferentes ciencias sociales, en vista a la elaboración de una teoría general de la dinámica económica y el cambio social y a la interpretación de esa particular e histórica sociedad que es la capitalista” (Martinelli Alberto 1985).
- Asimismo Schumpeter tiene en parte influencias de Max Weber, con quien mantuvo una larga amistad y un gran respeto por su pensamiento, si bien no comparte sus ideas sobre la relación entre el Capitalismo y el Protestantismo: “Finalmente, en relación con todo esto, pero en una relación que difiere materialmente de acuerdo con la filosofía del autor, está el factor “espíritu nacional”, término que denota no sólo el sistema prevalente de ideas o creencias, religiosas o no, sino también las actitudes prevalentes, especialmente hacia asuntos tales como la frugalidad, beneficio pecuniario, riesgo, trabajo intelectual o físico y similares. La teoría de Max Weber es un ejemplo notable” (Schumpeter, 1947).
- Finalmente cabe destacar que Schumpeter realizó toda una serie de investigaciones sociológicas que se plasmaron en diversos escritos.  Dentro de ellos caben destacar “Sociología del Imperialismo” y “Las Clases Sociales” (Schumpeter 1986). En el primero de ellos critica a la postura del Imperialismo como etapa superior del Capitalismo, demostrando la existencia de los imperios en la historia y sus diferentes razones explicativas de surgimiento, así como evidenciar que en absoluto el imperialismo es funcional al capitalismo, al ser este un sistema en cuyas bases es de coordinación y no de conflicto  social. En “Las Clases Sociales” estudia las fuentes de movilidad en las mismas, que se originan en los cambios del sistema económico imperante y como debido a los procesos innovadores esa movilidad tenderá a ser mayor.
   Tal como se expresó previamente los procesos de innovación son los elementos fundamentales que explican la dinámica del sistema capitalista, este tema se tratará  a continuación junto al análisis de la figura del emprendedor y los procesos de destrucción creadora. Schumpeter considera que los procesos de innovación contienen los siguientes elementos: “El desenvolvimiento en nuestro caso, se define por la puesta en práctica de nuevas combinaciones”. Este concepto cubre los cinco casos siguientes:
1. La introducción de un nuevo bien – esto es, uno con el que no se hayan familiarizado los consumidores – o de una nueva calidad de un bien.
2. La introducción de un nuevo método de producción,…que no precisa fundarse en un descubrimiento nuevo desde el punto de vista científico, y puede consistir simplemente en una forma nueva de manejar comercialmente una mercancía.
3. La apertura de un nuevo mercado.
4. La conquista de una nueva fuente de aprovisionamiento de materias primas o de bienes manufacturados.
5. La creación de una nueva organización de cualquier industria, como la de una posición de monopolio.” (Schumpeter 1976 op. Cit).
      ¿ Cuáles son los factores o las condiciones que hacen poner en marcha a los procesos de innovación en las empresas?. Schumpeter sostiene que el elemento dinamizador de la innovación es el emprendedor, a quien define como el “ephor” de la economía de cambio. Esta figura tiene tal importancia en el pensamiento de la innovación en la primera mitad del S. XX, que se ha considerado de interés incorporar en Anexo I un detalle del concepto de emprendedor, con la obra de autores que han sido antecedentes  sobre el tema a Schumpeter.
      El emprendedor no suele ser ni inventor, ni investigador, ni el capitalista dueño de la sociedad, pueden serlo pero de común no lo son: “El inventor produce ideas, el empresario “pone en marcha las cosas”, lo cual puede no incluir nada que sea científicamente nuevo” (Schumpeter 1946).  El emprendedor en una empresa suele ser un directivo, con características de líder, y con perfil de “iniciativa”, “autoridad” y “previsión” que concreta procesos de cambio, llevando efectivamente a la práctica nuevas combinaciones de entre las detalladas en forma previa. Schumpeter explica que ser empresario no es una profesión, ni tampoco una condición perdurable – en la práctica se han podido observar pocos ejemplos de líderes que han mantenido esa características por períodos prolongados -, perdiéndose el carácter de empresario cuando el proyecto está en marcha y empieza su explotación económica. “La realización de nuevas combinaciones, es también una función especial y el privilegio de un tipo de hombres que son mucho menos numerosos que aquellos que disponen de la posibilidad “objetiva” de hacerlo. Los empresarios pertenecen, por tanto a un tipo especial, y su conducta es motivo de un número muy significativo de fenómenos” (Schumpeter 1976 op.cit).
      La tarea a realizar por los emprendedores la considera de elevada complejidad, además por la necesidad de vencer la resistencia al cambio. Las decisiones sobre innovaciones se caracterizan por la incertidumbre, lo cual dificulta alterar los hábitos y las rutinas de la organización al no tener asegurado el éxito del cambio propuesto. Pero las innovaciones tienen además elementos objetivos externos que puedan impedir su implantación, desde restricciones legales, políticas, culturales o religiosas, por ende Schumpeter destacaba con tal énfasis la excepcionalidad del líder emprendedor que ponía en práctica las nuevas combinaciones.
      Finalmente se plantea cuales son las razones que impulsan al empresario en su accionar innovador y destaca que las mismas no son racionales y que no tienen base hedonista, detallando tres tipos de razones: “Tenemos en primer lugar el ideal y la voluntad de fundar un reino privado, aunque no necesariamente una dinastía…Podemos mencionar también la voluntad de conquista, el impulso de lucha, de manifestarse superior a los demás, de tener éxito por el éxito mismo, y no por sus frutos….Finalmente existe el gozo creador, de hacer las cosas o simplemente de ejercitar la energía y el ingenio…Nuestro tipo de hombre busca dificultades con objeto de verse obligado a realizar alteraciones, encuentra su gozo en la aventura” (Schumpeter 1976 op. Cit)
      La destrucción creadora (Reinert H y Reinert E. 2006) impulsada por emprendedores es como caracteriza que se desarrolla en sí mismo el proceso de innovación dentro de la evolución del sistema capitalista dado que: “El capitalismo es, por naturaleza una forma o método de transformación económica y no solamente no es jamás estacionaria, sino que no puede serlo nunca….La apertura de nuevos mercados, extranjeros o nacionales, y el desarrollo de la organización de la producción, desde el taller de artesanía y la manufactura hasta los concerns, tales como los de acero de los Estados Unidos (U.S. Steel), ilustran el mismo proceso de mutación industrial – si se me permite usar esta expresión biológica – que revoluciona incesantemente la estructura económica desde dentro, destruyendo ininterrumpidamente lo antiguo y creando continuamente elementos nuevos. Este proceso de destrucción creadora constituye el dato de hecho esencial del capitalismo. En ella consiste en definitiva el capitalismo y toda empresa capitalista tiene que amoldarse a ella para vivir” (Schumpeter 1984)
      La obra de Schumpeter sobre los procesos de innovación no solo marcó el inicio de este campo de investigación en la economía y con posterioridad en las Ciencias de la Administración, sino que han resurgido en las décadas recientes a través de la Teoría Evolucionista que es la principal escuela en la actualidad sobre innovación.
III.2. TEORIA DE LA ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL
      En forma cronológica la segunda teoría que estudia el tema de la innovación es la Teoría de la Organización Industrial, de acuerdo a la terminología americana o Teoría de la Economía Industrial, de acuerdo a la terminología europea. Esta Teoría se dedica al estudio del funcionamiento de los mercados, en particular aquellos que no presentan las características de la competencia perfecta y que no conducen a situaciones de equilibrio general. Estos mercados de competencia imperfecta, representados por situaciones monopólicas u oligopólicas, llevan a estudiar cómo se organizan las empresas en dichos escenarios, y las diferentes estrategias empleadas, analizadas por medio de la teoría de los juegos. Si bien el objetivo central de la Teoría de la Organización Industrial no ha sido el estudio de los procesos de innovación tecnológica, al analizar los comportamientos estratégicos de las empresas en mercados imperfectos, brinda un herramental teórico de suma utilidad para comprender cómo la diferenciación de base tecnológica ha sido un elemento para constituir ventajas competitivas y barreras temporales.
      Los inicios de la competencia imperfecta, donde la tecnología se considera dada en forma exógena, se ubican a principios de la década de 1930 en los trabajos de Edward Chamberlin  sobre diferenciación de producto y competencia monopolística, en los estudios sobre competencias imperfecta propiamente dicha de Joan Robinson y, con posterioridad, entre otros, en los aportes de Paul Swezzy sobre la curva de demanda quebrada que permitió explicar los acuerdos oligopolistas.
      Años más tarde, Joe S. Bain (1) sistematiza los diversos aportes y desarrolla el sistema conocido como ESTRUCTURA – CONDUCTA (o COMPORTAMIENTO) – RESULTADO (E-C-R), como instrumento esencial para estudiar y analizar el comportamiento de los mercados, de forma tal que la estructura de una industria explica los resultados obtenidas en la misma(Bain J. 1959).(1)
      A modo de ejemplo si un mercado tiene una estructura oligopólica, la conducta de las empresas miembros, puede ser de conflicto o colusión; en caso que la conducta sea de colusión, la tasa de beneficio obtenida como resultado será superior a la de equilibrio.
      De acuerdo al modelo E-C-R. la estructura de un mercado está determinada por: la cantidad de oferentes y demandantes, la intensidad de la demanda, el grado de concentración de la oferta, la diferenciación que presenten los productos ofertados, las barreras de entrada y salida del mercado, la tecnología utilizada y el grado de integración vertical que presentan los eslabones de la cadena productiva. Dadas estas características las empresas participantes de ese mercado tendrán diferentes tipos de respuesta, que resultarán en múltiples tasas de utilidad, de forma tal que los resultados obtenidos estarán dados por la pertenencia a uno u otro sector, y no por el comportamiento tecnológico e innovador de la organización.
      La Teoría de la Nueva Organización Industrial presenta dos tipos de conducta frente a la estructura dada. El primer tipo de respuesta es la de la eficiencia, donde la empresa se adapta pasivamente a la estructura del mercado, tendiendo a reducir los costos de producción y de transacción como respuesta a la competencia. El segundo enfoque es el comportamiento estratégico, que busca mantener las imperfecciones del mercado, a fin de maximizar la tasa de beneficio (Tirole J. 1995). Estas barreras, en la mayoría de los casos son de tipo temporal y necesarias de recrear para su mantenimiento, al respecto los procesos continuos de innovación se convierten en un factor determinante para el sostenimiento temporal de la diferenciación y de las barreras de entrada.
      Una de las formas básicas en que un mercado de competencia es alterado en su estructura es por las barreras de entrada y salida – si bien estas últimas tienen menor relevancia -. A tal efecto, el costo superior de producción que tiene una empresa nueva que quiere ingresar al sector se considera una barrera de entrada, que no está presente en las empresas ya operan en el mercado.
      Existen dos tipos de barreras de entrada, las Naturales y las Artificiales. Las barreras naturales provienen de la existencia de economías de escala, de forma tal que a mayor nivel de producción los costos medios son inferiores; así como por la existencia de “costos hundidos” de importante magnitud al inicio de ciertas actividades, - vg. tendido de cañerías de suministro de gas domiciliario en una ciudad -. Dichos costos son irrecuperables si la empresa decide salir del mercado. Ambos mecanismos explican los monopolios naturales, que se presentan en muy escasos sectores de la economía.
      Las barreras artificiales son las de orden legal, que presentan dos vertientes: una positiva en el orden social, como asegurar por medio de una norma la existencia de un monopolio temporal – protegiendo con una patente una innovación empresarial – o un monopolio temporal que es más eficiente que un mercado de competencia. Por otra parte una vertiente negativa, al existir una extensa lista de ejemplos de monopolios legales en la historia que reflejan comportamientos dolosos entre autoridad y agente que perjudican al bienestar general.
      Los estudios de orden microeconómicos elaborados sobre innovación tecnológica desde mediado del siglo XX, se caracterizan por analizar los determinantes de la misma. Desde la Teoría de la Organización Industrial se ha estudiado la relación entre la estructura del mercado y el grado de innovación de sus empresas integrantes. Dado el paradigma ESTRUCTURA COMPORTAMIENTO RESULTADO, sin tomar en consideración los factores internos de la organización, que se caracterizan en muchas situaciones por ser de carácter intangible y de orden acumulativo. La estructura son las características del mercado, el comportamiento es la inversión en I+D y el resultado es la innovación tecnológica, por ende las diversas estructuras de los mercados son los factores explicativos de las diferencias de I+D y de innovación entre sectores. A modo de ejemplo las empresas de la industria farmacéutica que operan en un mercado oligopólico, con mayores barreras a las entradas y las salidas que, por ejemplo los productores de cereales, tendrían  mayores tasas de beneficios, presupuestos más elevados en  I+D y por ende mayor grado de innovación. En forma extrema si un sector económico es atractivo, la mayor decisión estratégica es lograr pertenecer a dicho rama de la producción, pues bajo esta teoría los factores internos tienen una mínima consideración para explicar el grado de innovación.
      En la Teoría de la Nueva Organización Industrial, en base a la evidencia empírica, se retoman en parte las ideas de Schumpeter, que consideraban que las rentas extraordinarias eran temporales, pues salvo en las escasas situaciones de monopolios naturales (más allá de los monopolios legales) toda situación excepcional de beneficio tenderá a converger al equilibrio en el largo plazo, al actuar las fuerzas de la competencia sobre el sector oligopólico. Salvo situaciones muy particulares, la gran mayoría de las barreras de entrada y de salida son superables en el largo plazo, por ende toda ventaja competitiva está limitada temporalmente y la situación de beneficios extraordinarios tenderá al equilibrio obligado por la entrada de nuevos competidores y/o productos sustitutos al mercado. De ese modo, y tal como explicaba Schumpeter, el proceso de destrucción creativa  debe ser una “carrera” constante, si se desean mantener escenarios de diferenciación respecto a las otras organizaciones. La actividad innovadora de una organización, es de orden acumulativo y no se encuentra sujeta a mercados perfectos, de forma que al ser una estrategia duradera produce desequilibrios  continuos en la relación de la empresa con el sector al cual pertenece. Este enfoque que reincorpora la endogeneidad de la innovación, como constante generadora de ventajas competitivas para la firma, une a la Economía de la Organización con las Teorías de los Costos de Transacción y de la Agencia que se desarrollan a continuación.
      En síntesis, se debe reconocer que las estructuras del mercado de un sector no son invariables en el largo plazo, pero también es lógico suponer que las características del sector lo hacen más propenso o no, a la generación de innovaciones. Ahora bien estas características que influyen sobre el grado de innovación no estarían tan relacionadas con las barreras que él mismo tiene, sino en mayor grado con las dinámicas de cambio factibles de instrumentar  a nivel de procesos y productos – vg. sectores y productos de alta densidad tecnológica -.
 
III. 3. TEORIA DE LOS COSTOS DE TRANSACCIÓN
      Dentro de la escuela Neoinstitucionalista surge en primer término La Teoría de los Costos de Transacción a partir de las obras de R. Coase, G. Akerloff, y O. Williamson, mientras que la Teoría de la Agencia se establece posteriormente a partir de las obras de S. Ross, M. Jensen y W. Meckling. El Anexo II, se dedica a explicar los términos generales de estas dos teorías, iniciando la reseña con la escuela Institucionalista y los aportes de T. Veblen, como antecedente de la escuela Neoinstitucionalista. A continuación se desarrolla la Teoría de los Costos de Transacción y su efecto sobre los procesos de innovación en particular.
      Las innovaciones se producen en mercados imperfectos, con elevados costos de transacción – información incompleta, elevadas asimetrías en la obtención de las mismas entre oferentes y demandantes, alto grado de incertidumbre sobre el éxito final de la innovación a incorporar y de la apropiabilidad de sus beneficios derivados, facilidad de convertir en bien público el conocimiento adquirido, que pueden hacer perder gran parte de su valor a la empresa innovadora si dicho conocimiento pasa a ser rápidamente de carácter público, etc – elementos todos que afectan negativamente sus intercambios en los mercados. Por un lado estas dificultades provocan la reducción del número de organizaciones dispuestas a realizar transacciones de innovación y, así como  afrontar costos elevados para alcanzar un intercambio relativamente satisfactorio, en los participantes que permanecen en el mercado. Los costos de transacción elevados tienden a provocar la producción interna de las innovaciones requeridas por la organización, dentro de un orden de jerarquía. Se presentan a continuación tres de los principales componentes de los costos de transacción en innovación: la asimetría informativa, la incertidumbre y el tipo de conocimiento relacionados con la misma, a fin de analizar el impacto que los mismos tienen sobre la decisión de comprarla en el mercado o su producción al interno de la empresa.
      En los procesos de innovación se presentan importantes asimetrías de información, de tal forma que se pueden producir actuaciones de orden oportunista de riesgo moral y por ende selección adversa, que no incentivan su contratación en el mercado. En el proceso de intercambio, el oferente de la innovación – que suele ser la parte que tienen mayor información acumulada al respecto – puede sentirse incentivado a utilizar dicha asimetría en su beneficio. Por su parte, el comprador tiende a considerar sobrevalorado el precio del servicio en cuestión por una parte y suele solicitar al oferente que brinde algún tipo de información relevante por adelantado. De acuerdo al grado de avance de la misma, el demandante puede obtener en forma gratuita las bases para continuar con el desarrollo innovador al interno de su organización.
      Las limitaciones de información, en virtud de la complejidad de la actividad y del carácter intangible de la innovación, generan un elevado grado de racionalidad limitada (H. Simon 1947). Al no disponer de toda la información, no se pueden anticipar todas las contingencias posibles, imposibilitando la elaboración de contratos completos siendo además complejo controlar las evasiones de información y por lo tanto el retorno que tendrá la inversión en innovación.
       Por otra parte los mercados de innovaciones presentan elevados niveles de incertidumbre, caracterizada por:
- Desconocimiento de los resultados esperados derivados de la inversión en esa innovación.
- De producirse  resultados positivos, cuál será su nivel a alcanzar y en qué tiempo se obtendrán.
- Se podrán apropiar la totalidad de los resultados generados?, dado la característica de bienes públicos que pueden llegar a asumir. La utilización de un nuevo conocimiento por un agente no inhibe que otros también lo pueden usar.
- Incertidumbre acerca de la posibilidad de rápida obsolescencia de la nueva tecnología o nuevo producto.
      Finalmente cabe considerar que una gran parte del conocimiento innovador, es de tipo acumulativo y tácito, el mismo se produce y se incrementa en forma cotidiana. A medida que la organización continúa su estrategia de innovación y cuanto mayor haya sido el período de tiempo durante el cual se viene desarrollando, se considera que el bien se encuentra más enraizado en dicha organización y, no es simple su venta en el mercado pues dicho conocimiento pierde una gran parte del valor si no se encuentra en el entorno donde fue generado.
      Como respuesta a estas características los recursos de innovación no se encuentran asignados eficientemente por el mercado, dados los elevados costos de transacción ex ante y ex post que tienen. Esta circunstancia empeora cuando la innovación objeto del intercambio no está estandarizada y posee un gran componente tácito por su difícil codificación. Estas condiciones impulsan su mayor desarrollo al interno de la organización, si bien como se observará a continuación, también existen costos de agencia, de forma tal que en la práctica conviven Mercado, Organización y se deberá sumar luego un tercer elemento el de la Cooperación. 
III.4. TEORIA DE LA AGENCIA
      Los problemas de la agencia surgen por los intereses diversos que pueden presentarse entre el principal o contratante y, los agentes contratados para la consecución del fin propuesto por el principal. Estos devienen, al igual que la Teoría de los Costos de Transacción, de los supuestos de racionalidad limitada y de la posibilidad de comportamiento oportunista de los individuos.
      A continuación se analiza qué tipo de conflicto se puede plantear entre ambas figuras con relación al desarrollo de las innovaciones dentro de la organización. Las innovaciones son una fuente continua de ventajas competitivas y de mejores resultados en las empresas (Hoskisson, Hitt y Hill, 1993), pero los directivos contratados suelen ser reacios a mantener altos niveles de inversión en innovación, esto es debido al  riesgo que presentan las mismas, por su elevada posibilidad de fracaso. Por ende, los agentes no encuentran incentivos para destinar fondos crecientes a innovación, pues los riesgos asumidos pueden llevar a perder su puesto de directivo. Los contratos de agente suelen incluir premios por venta o por beneficio, privilegiando inversiones de corto plazo con baja incertidumbre, y no sobre la innovación que suele madurar a largo plazo y con resultados inciertos. Los directivos no tienden a actuar como maximizadores – el riesgo de ello es muy elevado – sino como satisfactores de los accionistas. Asimismo, a diferencia de los accionistas que pueden diversificar el riesgo manteniendo participaciones de diversas empresas, el agente tiene por ingresos su salario.
      A fin de favorecer los procesos de innovación en las organizaciones, se estila, modificar los contratos entre principal y agente que evidencien una serie de incentivos en la persecución de tal objetivo, como puede ser fijar aumentos de salario por la realización de inversiones en innovación, entregar más participaciones en la sociedad por acciones de tal tipo, incrementar el horizonte temporal para la determinación de compensaciones.
      Por su parte los empleados de las organizaciones suelen privilegiar la estabilidad de sus ingresos y tienden a ser más reacios a los procesos de innovación – principalmente a los cambios en los procesos productivos - situaciones que han sido ampliamente estudiados desde las rebeliones ludditas -. Los trabajadores no solo tienden a rechazar las innovaciones en los procesos productivos – bajo el supuesto que ponen en riesgo su estabilidad laboral – sino además las innovaciones en el lanzamiento de nuevos productos, pues son inversiones de la organización que de resultar positivas no dimanarán en mejores salarios y de resultar negativas pueden afectar sus ingresos futuros.
      Por otra parte, las relaciones de agencia con los empleados encargados de desarrollar las innovaciones al interno de la organización, tienden a ser de naturaleza conflictiva, pues no suelen tener contratos con cláusulas especiales que bonifiquen los resultados positivos, posibilitando el riesgo moral de actuar contra el principal al disponer de una situación de información asimétrica. Al igual que con los cuerpos directivos es fundamental perfeccionar los contratos con sistemas de control y bonificaciones que desincentiven las acciones dolosas e impulsen a la mayor dinámica innovadora.
      Finalmente, es importante destacar, que las relaciones de agencia son muy diferentes en innovación según el tipo de empresas - más allá de las usuales por diferencias de tamaño -  y según el nivel de cualificación del empleado, entre otras.  En las empresas que se encuentran en sectores altamente intensivos en innovación los administradores son más propensos a invertir en esa actividad y, los accionistas ejercen mayor control para mantener una alta dinámica innovadora, la cual se encuentra explicitada en los contratos de agentes con bonificaciones por obtención de resultados estratégicos en períodos de largo plazo. En cuanto a los empleados de las empresas pertenecientes a estos sectores, saben que la subsistencia de la organización en ese mercado está relacionada con la tasa de innovación que mantienen, por ello se muestran más propensos a la inversión en dicha actividad. Asimismo en los mercados “innovación intensivo” el porcentaje de empleados con mayor nivel de capacitación es más elevado y este perfil de trabajador es más receptivo a mantener altos niveles de innovación en la organización (Bourdieu P. ,2003).
      La Teoría de los Costos de Transacción y la Teoría de la Agencia comienzan a tratar el estudio y análisis de los procesos mediante los cuales se genera y acumula la innovación y el conocimiento necesario para ella, y observan las mejores estructuras contractuales para su desarrollo. En absoluto son teorías que surgieron para analizar el proceso innovador en general, ni han investigado con detenimiento cómo evoluciona el entorno de innovación, pero si han analizado las causas que limitan los intercambios de innovación en el mercado y cómo las organizaciones se adaptan a él, ya sea buscando mejores contratos para asegurar la transacción y en mayor grado diseñando contratos entre principal y agente para su mejor desarrollo al interno de la empresa
       A continuación se presentará la Teoría Evolucionista que se considera el cuerpo más interesante generado en las últimas décadas para estudiar a los procesos de innovación.
III.5. TEORIA EVOLUCIONISTA
      La Teoría Evolucionista surgió con el objetivo específico de estudiar y comprender los procesos de innovación, a partir de la obra inicial de Nelson y Winter (Nelson R. y Winter S. 1982). El enfoque evolutivo de la innovación propone que su dinámica depende en mayor medida de los procesos del aprendizaje tecnológico que de la disponibilidad de otros recursos, siendo el aprendizaje un proceso cultural, que se lleva a cabo sistemáticamente y de orden acumulativo, y dentro de la dinámica innovadora el conocimiento tácito tiene una importancia fundamental (2) (Polanyi M. 1967 y Wertheimer M. 1957).
       Bajo la idea de evolución, fuertemente enraizada en la tradición schumpeteriana, esta escuela busca comprender cómo las organizaciones desarrollan diferenciadamente sus procesos de innovación, donde la innovación es un proceso endógeno a la organización, que se relaciona con el medio externo, bajo determinadas trayectorias de innovación que responden a paradigmas tecnológicos, y no por las versiones de oferta o de demanda.
      Schumpeter destacó el carácter dinámico y evolutivo del sistema capitalista, impulsado por el factor de la innovación - frente al análisis estático de la escuela neoclásica - donde la evolución histórica de la economía de una sociedad estaba explicada en forma principal por los procesos de innovación – generados endógenamente -. La escuela evolucionista retoma estos principios y propone a su vez que la innovación no responde sólo a un carácter lineal y unidireccional del tipo I + D + i, sino que el proceso es de mayor complejidad, interdependiente y con esquemas que retroalimentan dicha variables en función de la historia de aprendizaje y de innovación que tengan las organizaciones.
      Las organizaciones generan innovaciones en un proceso continuo en el tiempo, y acumulan conocimientos y capacidades al interno sobre las que se seguirán desarrollando los futuros procesos innovativos, especializándose en la generación de tipos particulares de desarrollo.
      La existencia de limitaciones informativas, en temas tan faltos de transparencia, como el de las innovaciones tecnológicas, conlleva a actuar en escenarios de racionalidad limitada, restringiendo la cantidad de tecnologías o líneas de investigación alternativas. Estos elementos junto a la incertidumbre inherente a la innovación, refuerza la conducta de los investigadores de la organización que se centra sobre pocas líneas de acción, privilegiando los esquemas ya conocidos y que han brindado resultados positivos en anteriores oportunidades. De esta forma, adquieren importancia, la evolución histórica y la experiencia de la empresa para enfrentar estas situaciones, incrementando el acervo de conocimientos y habilidades ya existentes, y su grado de especialización en los mismos.
      Esta inercia organizacional que mantiene el desarrollo tecnológico presente, dificulta la utilización de nuevas tecnologías que no sean las propias de la trayectoria de la organización. Las organizaciones tienden a mantenerse dentro de un determinado sendero de cambio tecnológico, provocándose ciertos tipos de rigideces a la hora de adoptar trayectorias alternativas. Asimismo, esta permanencia permite predecir los esquemas futuros de innovación que probablemente adoptará la firma, y que en cierto modo puede extenderse a nivel regional y nacional si bien con márgenes de error considerables.
      Las organizaciones se desarrollan en forma dinámica y paulatina y generan un nuevo conocimiento en relación con el precedente, de esta forma la historia de la empresa condiciona los procesos futuros, que podrán modificar en caso del fracaso evidente del sistema interno o, por efecto de las alteraciones externas de orden revolucionarias que derivarían en un nuevo paradigma de innovación.
      Cabe recordar que un paradigma tecnológico trata de definir la naturaleza de una actividad innovadora y busca captar las características comunes en los distintos procedimientos, el marco técnico que brinda la manera en que se da solución a los problemas técnicos, incluyendo formas de conocimiento tácito tanto a nivel colectivo como individual; explica cómo se deben hacer las cosas y cómo se deben mejorar. Mientras que se define como trayectoria tecnológica al progresivo desarrollo de oportunidades de innovación que se relacionan con el paradigma imperante (Dossi G. 1982, Kuhn T. 2005 y Lamo de Espinoza et al 2002)
      Por otra parte la teoría evolucionista considera que en los procesos de innovación interactúan un grupo de instituciones y agentes, tanto al interno como el externo de la organización. Frente al modelo lineal y unidireccional de I + D + i, o de Ciencia, Tecnología, Innovación, que parte de un conocimiento científico y codificado, estos autores proponen la idea de los Sistemas Nacionales de Innovación, que incluyen al conocimiento tácito, de forma de utilizar epistémé y techné conjuntamente. Estos Sistemas están compuestos por agentes implicados y sus interrelaciones, a saber, los agentes principales, las empresas, los institutos tecnológicos, las universidades, los sistemas de formación, el capital – riesgo, los proveedores y usuarios potenciales y las redes de innovación globales. Los grupos de instituciones serán diferentes entre naciones, regiones y sectores, pero estos actores y sus relaciones provocarán interacciones para la producción, difusión y utilización de conocimientos novedosos con valor económico (Lundvall B. 1999).
      Los Sistemas Nacionales consideran que en la economía actual el recurso primordial es el conocimiento, y que el aprendizaje es el proceso más importante, por ende el sistema de innovación nacional es un sistema social. Su actividad central es una actividad social, el aprendizaje, con una comunicación compleja entre las partes interactuantes, en un proceso dialógico de construcción de nuevo conocimiento. Dado que una parte sustancial del conocimiento a intercambiar es de origen tácito será necesario que los interlocutores al interno de la organización y con las demás instituciones del sistema, compartan las normas y pautas culturales para su interpretación.
      Los procesos de aprendizaje para la innovación son learning by doing, by using, by interacting (DUI), valorizándose los conocimientos codificados, que provienen de la investigación científica y los tácitos de las actividades productivas, distributivas y de consumo cotidianas. De esta forma se llega a los conceptos actuales de Sistema de Innovación definidos como: los lugares de aprendizaje colectivos, donde se desarrollan continuos procesos de interacción para generar nuevo aprendizaje, siendo el conocimiento un bien que aumenta, en la medida que más se utiliza y más se comparte.
      Frente al concepto de innovación como información, que la entiende como un producto de mercado, como objeto de transacciones, aplicable en diferentes contextos y fácilmente reproducible; la teoría evolucionista se centra en la innovación como un conocimiento en gran medida tácito, sistémico y complejo, de orden acumulativo y considera que las innovaciones son difícilmente intercambiables bajo los sistemas de mercados de competencia.
      La teoría evolucionista, es crítica con las corrientes ortodoxas principales del análisis económico, desarrolla paradigmas tecnológicos y destaca a los procesos de conocimiento en redes de interacción y además destaca al aprendizaje como un proceso social de comunicación y construcción, mantiene sustanciales relaciones con diversos autores provenientes de la Sociología. En primer lugar con los autores que han investigado la evolución de los sistemas económicos en las décadas recientes, así como había sucedido entre Max Weber y Schumpeter.  Dentro de la Sociología existen numerosos autores que han trabajado sobre el proceso de evolución del sistema capitalista, a modo de ejemplo se citarán algunos de los que han tenido el mayor impacto dentro de los economistas evolucionistas: Daniel Bell que destaca al iniciar sus estudios de la sociedad postindustrial, Scott Lash que observa los nuevos esquemas posfordistas y la necesidad de conocimiento que impulsan continuos procesos de innovación, el sociólogo español M. Castells que ha desarrollado una muy extensa obra referida a la sociedad de la información y del conocimiento, y la importancia de las redes y las TICs en la interacción social y en los procesos de innovación (Castells 2007)
      En relación a los autores provenientes de la sociología económica se destaca la importancia de la redes sociales en los procesos innovadores, temática anticipada por Georg Simmel en su Digresión sobre el extranjero y en su análisis de las grandes  ciudades que crecían hace un siglo, deteniéndose en particular sobre una urbe particularmente innovadora como era Berlin (Herranz González R. 2008). La obra de E. Von Hippel (Von Hippel, E. 1988) se centra en la importancia de actuar en red y generar la innovación en la interacción entre los sujetos internos y externos de la organización. Al respecto se observa una correlación con las propuestas de la nueva sociología económica, a partir de Mark Granovetter, con la fuerza de los vínculos débiles, las redes y el capital social. (Granovetter M. 1995)
      En el plano específico de la sociología de la Ciencia y la Tecnología, existe una corriente de autores dentro del constructivismo, como Vergragt, Pinch y Bijker que han generado la propuesta coevolucionista (.J.L. y Moreno L. 1996). En este concepto comparten con la escuela evolucionista que las tecnologías no son concebidas como derivadas de procesos lineales, autónomos e inexorablemente encaminadas al progreso social, a diferencia las trayectorias tecnológicas, son concebidas como procesos multidireccionales, donde la generación de variación y el ambiente de selección de las mismas reflejan los intereses y conflictos de diversos agentes sociales, y su entramado político, económico y cultural, de forma tal que las innovaciones solo lo son en un determinado contexto socio técnico.
      La escuela evolucionista ha tenido a su vez una singular influencia en las Ciencias de la Administración dentro de la Teoría de Recursos y Capacidades y con especial énfasis en el Enfoque de las Capacidades Dinámicas y de la Organización basada en el Conocimiento, que se presentan a continuación.
III.6. TEORIA DE RECURSOS Y CAPACIDADES
      Esta propuesta se utiliza para comprender diversas características de las organizaciones, siendo uno ellos los procesos de innovación. Las empresas vuelcan en sus balances esencialmente los valores tangibles de la firma, pero las mismas disponen de recursos intangibles, que pueden representar cifras superiores en términos monetarios.  En las décadas precedentes los valores inmateriales de las firmas han tenido en promedio una participación creciente, en forma indirecta y limitada se pueden realizar estimaciones a partir de las participaciones del sector servicios en la economía global.
      Los activos intangibles de una organización se hallan conformados entre otros por los siguientes recursos: La cultura de la organización, la imagen de la marca, los procedimientos administrativos internos no codificados, el stock de conocimiento de los empleados, las habilidades y “expertise” en determinados temas y labores y recursos tecnológicos inmateriales entre otros.
      Estos recursos intangibles se pueden clasificar entre: los que se “tiene” y lo que se “hace”. Entre los primeros se encuentra las patentes, el reconocimiento de la organización y la imagen de marca de sus productos, la red de relaciones personales e institucionales; entre los segundos se hallan los “skills”, conocimientos, experiencias, capacidad de aprendizaje y reflexión y eficiencia, en la acción.
      Al margen de la exacta valoración y posibilidad de imputación contable de todos los recursos intangibles de la organización, lo relevante es su creciente participación, así como el estudio de sus elementos componentes, en particular los relacionados con los procesos de innovación.
      Estos activos de naturaleza intangible esenciales para los procesos innovadores son el stock de conocimiento que tiene acumulada la organización y su capacidad de incrementarlo mediante el aprendizaje, sabiendo entre otras transformar información en nuevo conocimiento. La capacidad de innovar promueve el aprendizaje y el conocimiento, como procesos continuos de desarrollo cotidiano en la organización, estas estrategias de largo plazo, generan saberes de orden tácito, acumulativo y complejo, que dificultan su reproducción inmediata por parte de sus competidores. Esta escuela se centra excesivamente en la capacidad interna de innovar y se excede en las dificultades de conseguir dichos servicios en los mercados, los cuales de ser obtenibles externamente no concederían ventajas competitivas más prolongadas a la organización. Asimismo para mantener permanentemente ventajas competitivas con otras organizaciones y logra mantener nuestro grado de diferenciación, la inversión en innovación debe ser una estrategia de largo plazo y realizada en forma continua, permitiendo incrementar nuestro stock de conocimientos internos  (Dierickx I. y Cool K, 1989).
      Estos  dos autores destacan cinco aspectos de los procesos mediante los cuales se puede aumentar los recursos intangibles
- Deseconomía derivada en la comprensión del tiempo. Los procesos de innovación tienen “tiempos de desarrollo” y no son fáciles de acelerar, por ende se obtendrán mejores resultados en innovación en la empresa gastando N Euros todos los años que N x 2 Euros en la mitad de tiempo.
- Eficiencia que resulta de tener una masa de recursos. Turgot ya explicaba a mediados del siglo XVIII que quien más sabe más puede saber. Dierickx y Cool proponen que a partir de un determinado nivel de recursos de conocimientos, las sucesivas adiciones del mismo presentan rendimientos crecientes a escala, o sea las derivadas primera y segunda de dicha función son positivas, hasta un límite.
- Interacción entre recursos. Los recursos intangibles de la innovación requieren para su éxito final de los recursos materiales de la organización, recursos para su implementación, los produzca, los de a conocer, los distribuya.
- Proceso de erosión. Las innovaciones tienden a depreciarse con el tiempo, períodos que difieren sustancialmente de un sector a otro, pero que en promedio tiende a reducirse continuamente.
- Ambigüedad causal. Explica que los procesos de innovación al derivar de conocimientos tácitos son muchas veces difíciles de asignar específicamente a la variable explicativa inicial, debiendo asumir las organizaciones esta complejidad de diagnóstico.
      La propuesta de los recursos y capacidades, que tal como se ha podido observar está fuertemente influenciada por la Teoría Evolucionista, se vuelca en las posibilidades internas de la organización para generar innovación, y no encuentra mayor relevancia en los factores externos, tales como el sector de pertenencia de la firma, como afirmaba la Teoría de la Organización Industrial. Sin embargo se han empezado a incorporar algunas variables externas, desarrollando el Enfoque de Capacidades Dinámicas, donde las organizaciones comprenden los procesos externos y atento a los mismos realizan una rápida y eficaz adaptación a las nuevas características competitivas, dimanando en la necesidad de incorporar a su vez estrategias flexibles de acumulación de recursos intangibles.
      Finalmente se expondrán las principios generales del enfoque de la Organización basada en el Conocimiento, que parte de las propuestas de la Teoría Evolucionista por una parte y que desde la Teoría de los Recursos y Capacidades se ha visto mayormente influenciado por la propuesta de las Capacidades Dinámicas.
      Desde esta perspectiva, basada en el conocimiento las organizaciones, que se definen como instituciones que generan aprendizaje, almacenan y transmiten conocimiento de orden tácito y específicos, los cuales fueron generados en forma estratégica en procesos históricos de largo plazo, donde el saber personal y social transforma dichos conocimientos en bienes con valor económico (Nonaka y Takeuchi 1995). Nuevamente en esta propuesta se plantea la temática acerca de las características del conocimiento, destacando que los de orden tácito, complejos y específicos, caracterizados por ser de difícil transmisión en mercados de competencia, deberán ser transformados en algunas situaciones en codificados. Así como la necesidad para la organización de incorporar conocimiento formalizado generado en instituciones externas, pues es el conocimiento y la innovación los recursos intangibles que se consideran primordiales en las Organizaciones actuales. Es central para este enfoque, que dicho stock de recursos inmateriales – conocimiento / innovación – tengan un dinámica de crecimiento. Las Organizaciones tienen la necesidad de sostener una estrategia continua de producción de conocimiento para la generación de innovación, como forma de establecer ventajas competitivas dinámicas y para ello deberá utilizar conjuntamente los de orden codificado y tácito. En este sentido es sumamente importante contar con sistemas de cooperación entre empresas y las Organizaciones generadoras de conocimiento codificado, en marcos de contratos de colaboración. Finalmente dado que esta visión se encuentra dentro de las Capacidades Dinámicas es un requerimiento de la estrategia innovadora de la empresa mantener una mayor flexibilidad tecnológica que le permita una adaptación a los cambios del entorno, en virtud que determinados factores exógenos del mercado han evidenciado que impactan sobre la dinámica innovadora. Tal como se ha comentado precedentemente, existe una correlación positiva entre grado de innovación en empresas y su pertenencia a sectores productivos de alta intensidad tecnológica. 
IV. CONCLUSIONES
      Las diferentes teorías expuestas en la presente revisión, se centran en una temática específica de los procesos de innovación, complementándose las mismas entre sí. El valor de esta complementariedad depende, entre otros, del sector de pertenencia, las características e historia innovadora de la empresa y el entorno social e institucional a nivel regional y nacional.
      La obra de Schumpeter inaugura el camino dentro del estudio de los procesos de innovación tecnológica, destacándose su carácter evolutivo, endógeno al modelo, su necesidad de estrategia continua – la destrucción creadora – mantiene una dinámica que obliga a las empresas a innovar permanentemente, para adaptarse al medio. Asimismo destaca la figura del emprendedor, un líder que en solitario concreta cambios en la empresa, si bien los procesos de innovación en la actualidad se realizan entre agentes en redes que unen el interior de la organización con agentes en redes externos a la misma, dentro de rutinas de cambio, la figura de líderes innovadores sigue estando presente en muchas ocasiones, más cuando se deben alterar las trayectorias tecnológicas imperantes en la organización.
      La Teoría de la Organización Industrial, comprende a la innovación desde una perspectiva exterior,  estudiando la importancia de las características del sector al cual pertenece la empresa, en particular la estructura y grado de competencia que tiene el mercado. Efectúa un estudio lineal de la tecnología, con una importante componente de información. Considera necesario seguir el camino Ciencia, Tecnología e Innovación o lo que es lo mismo I + D + i, donde la empresa se adapta pasivamente a las variables exógenas. Se ha reiterado en el presente trabajo que si bien la mayoría de los autores establecen la importancia de los factores endógenos a las empresas para explicar su  nivel de innovación, está claro que determinadas características del sector de pertenencia afectan al grado de innovación de la empresa. Así como la importancia del conocimiento codificado generado externamente es de suma utilidad para dinamizar los procesos de cambio tecnológico.
      Desde la perspectiva Neoinstitucionalista, se han presentado las Teorías de los Costos de Transacción y la Teoría de la Agencia, que parten de las limitaciones informativas, la racionalidad limitada, las asimetrías informativas, el riesgo moral por comportamientos dolosos y la incertidumbre de un proceso como la innovación de resultados complejos de predecir. Estas mismas debilidades hacen que los procesos de innovación tengan menores posibilidades de intercambio en mercados de competencia con lo cual se transforman en una fortaleza para aquellas empresas que ya están llevando a cabo estos procesos dentro de la organización, en forma estratégica.
      Los elevados costos de transacción promueven una mayor producción de innovaciones al interno de la empresa, de forma que nos lleva al tema de la agencia, para estudiar los mejores contratos, sistemas de control y de incentivos que regulen la relación principal agente con el objetivo que los delegados cumplan objetivos de mantener sostenidas tasas de innovación en las empresas.
      La teoría Evolucionista, que retoma la tradición schumpeteriana, es una escuela que surgió con la finalidad explícita de estudiar los procesos de innovación. Tal como se ha puntualizado, parte de una visión dinámica de la innovación, que se encuentra sujeta a un proceso continuo de cambio y de evolución. El conocimiento con el cual se construye la innovación es de carácter tácito, acumulativo, sistemático y complejo. Las empresas en su devenir de innovación van constituyendo una historia, que como rutina facilita la realización de nuevos desarrollos tecnológicos, pero que puede crear el problema de cerrar las soluciones tan sólo a la trayectoria tecnológica que domina la organización. Dentro de esta teoría son de sumo interés los estudios sobre los Sistemas Nacionales de Innovación, que muestran una mayor flexibilidad hacia el exterior, al considerar al proceso de aprendizaje como el elemento fundamental para la innovación. El aprendizaje es una realización social donde hay una construcción dialógica entre los participantes que interactúan en el proceso de innovación. Estas interacciones se darían mejor entre participantes de un mismo sector – cluster – regional o nacional, que permite construir un medio socio innovador de acuerdo al entorno particular donde se localizan, con las dinámicas de retroalimentación entre los actores que tienden a compartir el carácter tácito del lenguaje utilizado.
      Por último la Teoría de los Recursos y Capacidades, específicamente dentro de las Ciencias de la Administración, incorpora principios de la Teoría Evolucionista para analizar la innovación en las empresas. Los conocimientos y la experiencia – historia – que la organización tiene para desarrollar nuevos procesos innovadores son activos intangibles y que no se encuentran valorados en los libros contables, pero que tiene cada vez una importancia mayor para crear y mantener ventajas competitivas. Además  estos activos están “adheridos” a la empresa, y las organizaciones que empiezan más tarde su carrera innovadora tienen mayores dificultades y costos para alcanzar las  posiciones competitivas. Finalmente el enfoque de Capacidades Dinámicas, busca equilibrar la relación entre variables endógenas y exógenas como explicativas del proceso innovador, al incorporar los cambios que se dan en los mercados como señales de alerta para disparar nuevos proyectos de innovación, lo cual puede implicar una estrategia tecnológica más flexible, superadora de la trayectoria tecnológica que domina la empresa. En este enfoque surgió el concepto de la Organización basada en el Conocimiento, que analiza la importancia de generar conocimiento tácito y codificado, así como saber codificar conocimiento tácito. Este enfoque propone la realización de acuerdos cooperativos con las Organizaciones generadoras de conocimiento codificado como forma de incorporación de los recursos intangibles exógenos a la empresa.
      En vista de lo expuesto se puede concluir que las diferentes teorías – algunas de orden general y otras específicas del estudios de la innovación – han ido generando un cuerpo de conocimiento, que actualmente permite a las empresas diseñar con mucha más probabilidad de éxito – en una actividad tan incierta como la estudiada – sus estrategias innovadoras. Al respecto, es dable observar, que la tasa de fallo en el lanzamiento de nuevos productos al mercado ha sido decreciente en las últimas décadas. Por ende hoy las organizaciones disponen de un herramental teórico creciente para insertarse o continuar satisfactoriamente en una dinámica innovadora que evidencia tasas de crecimiento exponencial.
     
  
ANEXO I. 
EL CONCEPTO DE EMPRENDEDOR.
I. Antecedentes a la idea de Schumpeter del Emprendedor.
      A lo largo de la evolución de la teoría económica muchos autores, desde diferentes ópticas y con variado énfasis, han utilizado el concepto entrepreneur (3). El significado más general y tal vez el primero de la palabra entrepreneur, es “celui qui entreprend” (4), que implica una persona activa y con iniciativa. Su origen es el verbo entreprendre (5), cuyo significado es similar a “lograr que las cosas se hagan”.
La teoría económica moderna define al entrepreneur como un individuo que emprende determinadas acciones basándose exclusivamente en una percepción de oportunidades de mercado y de cómo explotarlas. En diferentes grados, es alguien que asume los riesgos, es un manipulador de recursos, un innovador, arbitrador y tanto creador como destructor. La actividad de entrepreneur  no consiste en la planificación en grupo, ni en decisiones gerenciales tomadas por corporaciones, sino en la explotación de una oportunidad percibida por individuos, basada exclusivamente en criterios personales y visiones que otros, o bien no detectan, o no pueden implementar por no estar en condiciones de enfrentar los riesgos que conlleva (Formaini, 2002).

      Resulta interesante, reseñar cuál ha sido el desarrollo histórico del concepto entrepreneur. En primer lugar, se abordará el enfoque de Richard Cantillon, predecesor de los fisiócratas; quien introdujo el concepto de entrepreneur en el análisis económico.  En segundo lugar, se hará una breve mención al pensamiento de los fisiócratas. Posteriormente se desarrollará en pensamiento de Jean Baptiste Say. Cabe aclarar que este primer conjunto de teóricos (Cantillon, Fisiócratas y Say) pertenecieron a la escuela francesa de pensamiento económico que efectuó importantes aportes a esta temática.
      En contraposición se sitúa la escuela clásica inglesa, que prácticamente ignora la figura del emprendedor dentro del sistema de mercado.
      Finalmente se reseñan los aportes de Frank Knight dentro del pensamiento económico norteamericano del siglo XX.
1. Richard Cantillon.
   1.1. Breve reseña biográfica.
      Richard Cantillon considerado el introductor del concepto de entrepreneur en el análisis económico, nació en Irlanda, en el condado de Kerry. Aunque no se tiene certeza sobre su fecha exacta de nacimiento; varios autores sitúan este acontecimiento entre 1680 y 1690. Hacia 1714, se marchó a París a trabajar como asistente de su primo, quien había emigrado unos años antes y trabajaba como banquero. En un breve lapso se apropió del banco de su primo, e hizo una importante fortuna especulando con valores, al proyectar de manera correcta y antes que otros agentes cuál iba a ser la evolución de los mismos en los mercados.
      Se casó con la hija de un general irlandés. Se sabe que a lo largo de su vida estuvo implicado en varios pleitos, que su hija se casó con dos condes; y que su muerte ocurrió en Londres en 1734, aparentemente asesinado por uno de los cocineros a su servicio, a quien había despedido. 
   1.2. El pensamiento de Cantillon.
      Hacia 1730 escribió: Essai sur la nature du commerce en general (6), obra en la que expuso su pensamiento económico y que recién fue publicada en 1755, a lo largo de ésta evidencia un profundo conocimiento de las ideas de Petty, y Locke, entre otros. Cantillon, cuyo pensamiento se desarrolló en un mercantilismo tardío (7), pocos años antes del auge de la fisiocracia, fue un teórico mucho más sistemático que Petty; utilizó con frecuencia cálculos cuantitativos y al igual que Locke construyó modelos a partir del método de la abstracción y de las aproximaciones sucesivas. Ejerció una notable influencia en los fisiócratas.
      En un artículo titulado “Richard Cantillon y la nacionalidad de la economía política”, Jevons se refirió a su obra como el “primer tratado sistemático de economía” o como “la cuna de la economía política” y se preguntó por la nacionalidad de una ciencia fundada por un irlandés con nombre español, que tuvo negocios en Francia y cuyo libro fue publicado, aparentemente, en Inglaterra.
      La visión de Cantillon se centró en un sistema de mercado que coordinaba las actividades de los productores y de los consumidores por medio del interés personal. Los agentes claves de este sistema que se regulaba por sí solo eran los empresarios, que, en su búsqueda de beneficios, producían unos resultados superiores a los que podían obtenerse mediante la intervención del Estado. Dados unos mercados competitivos en los que los empresarios buscan clientes en los mercados de bienes finales y compiten entre sí en los mercados de factores, Cantillon señaló los procesos de ajuste que se producen cuando cambian las demandas y los costes, la tecnología u otros factores.
      Joseph Schumpeter, expresó que: “…vale la pena hacer notar que Cantillon definía al entrepreneur como el agente que compra medios de producción a ciertos precios, para poder combinarlos en un producto que va a vender a precios que son inciertos en el momento en que se compromete a sus costes…” (Schumpeter, 1949).
      Cantillon dividió a los productores de la economía de mercado en dos clases: “contratados”, quienes recibían salarios o rentas fijas, y “entrepreneurs”, con ganancias variables e inciertas. Excepto aquellos que sólo vendían su propia mano de obra, los entrepreneurs a nivel empresarial debían invertir dinero. Como las ventas y los precios de venta eran inciertos y no fijos, su ganancia se convertía en un residuo incierto. Para Cantillon los entrepreneurs eran agentes equilibrantes en el sistema de mercado.
      En los Capítulos XII y XIII de su obra, Essai sur la nature du commerce en general, definió al entrepreneur:
Sólo el príncipe y los propietarios de las tierras viven con independencia; todas las demás clases y todos los habitantes están contratados o son empresarios […]La circulación y el trueque de bienes y mercaderías, lo mismo que su producción, se realiza en Europa por empresarios a riesgo suyo. El colono es un empresario que promete pagar al propietario, por su granja o su tierra, una suma fija de dinero (ordinariamente se la supone equivalente, en valor, al tercio del producto de la tierra) sin tener la certeza del beneficio que obtendrá de esta empresa. Emplea parte de la tierra en criar ganados, en producir cereales, vino, heno, etc., a su buen juicio, sin posibilidad de prever cuál de estos artículos le permitirá obtener el mejor precio. El precio de estos productos dependerá, en parte, del tiempo, y en parte, del consumo; si hay abundancia de trigo en relación con el consumo, el precio se envilecerá; si hay escasez el precio será más caro[….]El precio de los artículos producidos por el colono depende naturalmente de estos acontecimientos imprevisibles para él, lo cual significa que conduce a las empresas de su granja con incertidumbre[…]Todos los habitantes de un Estado son dependientes; que pueden éstos, dividirse en dos clases: empresarios y gente asalariada; que los empresarios viven , por decirlo así de ingresos inciertos, y todos los demás cuentan con ingresos ciertos durante el tiempo que de ellos gozan, aunque sus funciones y sus rasgos sean muy desiguales (Cantillon, 1950).

2. La Fisiocracia.
      Esta escuela surgió unos años después de la publicación de la obra de Cantillon, y precedió al tratado de Adam Smith. El líder de esta corriente de pensamiento económico fue François Quesnay (8), un médico de la corte francesa que se dedicó a la también a la economía. Las ideas de Quesnay acerca de los entrepreneurs fueron similares a las de Cantillon, pero al centrarse en el sector agrícola, referidas a los emprendedores terratenientes que guiaban la producción de alimentos al definir que “…el entrepreneur soporta la incertidumbre, organiza y supervisa la producción, introduce nuevos métodos y nuevos productos, y busca nuevos mercado. Con el fin de hacer esto en forma apropiada, debe ganar acceso a una amplia variedad de mercados, y debe contar con que el gobierno le provea la mayor libertad de acción en sus emprendimientos…” 
3. Jean Baptiste Say.
   3.1. Breve reseña biográfica.
      Jean Baptiste Say (1767-1832) fue un economista francés y hombre de negocios. Se ha caracterizado por sus ideas liberales y sus argumentos a favor de la libre competencia, el comercio libre, y el levantamiento de las restricciones sobre los negocios. Fue el primer profesor de economía política en Europa continental, y gran divulgador fuera de Gran Bretaña de las ideas liberales de la escuela clásica y, muy particularmente, de la obra fundacional: La riqueza de las naciones, de Adam Smith.
      Nació en Lyon y perteneció a una familia protestante. Su hermano Louis Auguste también fue economista y a Jean Baptiste se lo impulsó a seguir la carrera comercial y fue enviado junto a su hermano Horace a Inglaterra; donde permaneció hasta el fallecimiento de su hermano, retornando luego a Francia. Allí fue empleado de una compañía de seguros de vida. Su primer trabajo literario fue un ensayo sobre la Libertad de prensa publicado en 1789. Posteriormente trabajó bajo las órdenes del Marqués de Mirabeau en Le Courier de Provence (El Correo de la Provenza). En 1793, y bajo el nombre de Atticus comenzó a desempeñarse como secretario de Clavière, Ministro de Finanzas de la Revolución. Desde 1794 hasta 1800 editó el periódico “La década filosófica, literaria y política”, en el cual difundió la doctrina de Adam Smith. En 1803 se publicó su principal obra “Traité d'économie politique ou simple exposition de la manière dont se forment, se distribuent et se composent les richessesque” (9) se empleó como libro de texto en toda Europa y en Norteamérica hasta finales del siglo XIX. En 1804 fue removido de su cargo de funcionario y comenzó a dedicarse a la industria de la manufactura del algodón en Calais, durante una década dirige su empresa, la cual contaba con más de quinientos empleados.
      En 1817, publica su tercera edición del Tratado. En 1819 se lo incorporó en el  Conservatorio de Artes y Oficios, al crearse una representación para la economía industrial. En 1821 fue designado profesor de economía política del Collège de France. En 1826 fue elegido miembro extranjero  de la Real Academia Sueca de Ciencias. Entre 1828 y 1830, publicó su Curso Completo de Economía Política Práctica. En los últimos años de su vida, sufrió de apoplejía, falleciendo en París en 1832.
   3.2. El pensamiento de Say.
      Jean Baptiste Say no puede ser considerado, como algunos historiadores han opinado,  un conservador.  Se opuso a los privilegios, el parasitismo de la clase ociosa, el corporativismo, la corrupción y la desigualdad social. Se mostró contrario al colonialismo, al imperialismo y a toda explotación del hombre por el hombre. En el Prólogo del Tratado expresó: “…Por todas partes vemos a los extenuados de miseria junto a los hartos de riqueza; vemos el trabajo forzado de los unos compensar la ociosidad de los otros…, los harapos de una indigencia mezclados con los signos externos del lujo; en una palabra, los despilfarros más inútiles en medio de las necesidades más urgentes…” (Say, 1819)
      La obra de Say supuso un punto de inflexión en la historia de la ciencia económica, entre otras razones, por su teoría del empresario; a quien otorgó un papel determinante dentro del sistema de formación y distribución del capital y de las rentas, en su concepto de innovación y de división del trabajo, y en la ley de los mercados. Es a través de la innovación, que el empresario actúa sobre la actividad económica.
Aquel género de servicios con que los empresarios concurren a la obra de producción, es más escaso que el de todos los demás industriosos…deben reunirse muchas cualidades que no son comunes, a saber, juicio, actividad, constancia y cierto conocimiento de los hombres y de las cosas ( Say, 1833).
      La eliminación de las ineficiencias del proceso productivo, reducía los costos y a través de la ley de los mercados, generaba un aumento en la producción de los distintos sectores. Este proceso beneficiaría al productor, en una primera fase, y al consumidor en última instancia, tras los efectos de la competencia. Este argumento teórico denominado teoría del valor real, fue empleado en la discusión sobre la inversión en maquinarias, en la cual el empresario desempeñaba un papel fundamental, como instrumento de introducción, y como difusor de sus beneficios. Say, descartaba por completo que las máquinas produjeran el paro, si se prescindía de algunos efectos transitorios. La introducción de maquinarias disminuiría los costos de producción; los productos podrían venderse más baratos; aumentaría la actividad económica no sólo en el sector mecanizado, sino también inducidamente en todos los demás; y la consecuencia final sería una recuperación del empleo al mismo nivel que antes.
      Say elaboró una teoría general del empresario, considerándolo como un factor productivo más. Identificó tres fuentes que dan lugar a los factores de la producción: industria, capital y tierra. Los propietarios de cada factor eran: el hombre industrioso, el capitalista y el propietario agrícola. Este hombre industrioso estaba conformado por tres agentes: sabio, empresario y obrero; cada uno propietario respectivo de conocimiento, aplicación y ejecución. Los propietarios de los fondos necesarios para la producción recibían un precio por su alquiler de parte del propietario, proveniente del bien de consumo final.  La diferencia entre el precio pagado por el servicio al propietario y la renta generada por la producción, de carácter residual, era apropiada por el empresario como su retribución. El salario de la industria, el interés y las rentas agrícolas eran los precios o rentas por los servicios productivos.
Le prix de leur travail est réglé comme le prix de toutes les autres choses, par le rapport qui se trouve entre la quantité demandée de ce genre de travail de una part, et le quantité qui en est  mise en circulation, la quantité offerte, de autre part […]Trois causes principales bornent cette dernière quantité, et par conséquent mantiennent à un taux élevé le prix de cette espéce de travail […} Entre dichas causas, Say, propone una serie de cualidades inherentes al entrepreneur:[…]homme intelligent, et prudent, rempli d’ordre et de probité…ces conditions excluent beaucoup de gens du nombre des concurrents…ce genre de travail exige des qualités morales dont la reunión nést pas comune. Il veut du jugement, de la constance, la connaissance des hommes et des choses…avoir un esprit d’ordre et d’economie; en un mot, le talent d’administrer. Ce n’est pas tout: un certain risque accompagne toujours les entreprises industrielles […]l’entrepreneur peut,[…] y compromettre sa fortune, et jusqu’à un certain point son honneur (Say, 1819) (10)
      Su propuesta de los factores de la producción permitió integrar la evolución del conocimiento tecnológico y científico en la actividad productiva, y al empresario en la teoría económica como determinante del crecimiento económico, vinculando así los sistemas de producción y de distribución, y superando las figuras productivas cambiantes a favor del concepto teórico de agente económico. En su obra Catecismo, expresó: “…Es propio y esencial de la industria la continua perfección que recibe de los progresos de las ciencias, es decir, el hacer cada día nuevas aplicaciones a las necesidades de los hombres de los descubrimientos que en ellas se hacen…” (Say, 1833).  
     La obra de Say se convirtió en una síntesis de ricas aportaciones precedentes con originalidades propias, dentro de la denominada por Schumpeter, escuela de tradición francesa.
4. La escuela clásica.
      Los economistas británicos del siglo XIX, no trataron el tema de los entrepreneurs. En su obra “An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations”(11), Adam Smith (12) no abordó dicha temática. Sus defensores afirman que para la economía política británica clásica, la producción era un hecho y, por lo tanto, los roles de factores productivos individuales no requerían elaboración. Pero esto no era así, ya que Smith y sus sucesores (13) se refirieron, a los factores de la producción y sus niveles de remuneración, excluyendo cualquier rol separado para el entrepreneur, cuyo título fue reemplazado por el término “capitalista” y cuya función se tornó automática (14).
      El único economista de la escuela clásica que escribió sobre los entrepreneurs fue Jeremy Bentham (15); quien consideraba que el cobro de los intereses sobre los préstamos era una parte clave del proceso innovador que generan constantemente los emprendedores.
5. Frank Knight.
   5.1. Breve reseña biográfica.
      Frank Hyneman Knight (1885 - 1972) fue un economista nacido en Estados Unidos de Norteamérica. Se crió en una familia de granjeros protestante de Illinois, adepta de los Discípulos de Cristo, cuyos ministros predicaban, al parecer, el carácter libre y racional de la elección individual. Obtuvo su titulación de grado en la Universidad de Tenesee, realizando un doctorado en la Universidad de Cornell. En un inicio quiso estudiar filósofía, pero el escepticismo religioso que desarrolló en su adolescencia le resultaba incómodo al Departamento de Filosofía de dicha Universidad, donde lo animaron a orientarse a la economía. En dicho contexto elaboró su tesis doctoral defendida en 1916 y publicada luego en 1921 como Riesgo, incertidumbre y beneficio.
       Enseñó economía y filosofía en la Universidad de Chicago entre 1928 y 1952, y aún después de su jubilación. En el periodo de entreguerras, su influencia intelectual en el Departamento de Economía fue predominante, y aún se dejó sentir años después tras constituir algunos de sus discípulos la segunda Escuela de Chicago. Knight fue durante muchos años coeditor, con Jacob Viner, del Journal of Political Economy (1928-1945), y llegó a ser presidente de la American Economic Association en 1945.
   5.2. El pensamiento de Knight.
      Knight fue una figura intelectualmente singular: como dijo de él James Buchanan, era un economista-filósofo no un economista-científico. La obra de Knight abunda en digresiones filosóficas dentro de argumentos propiamente económicos, lo cual constituye un desafío para sus comentaristas e intérpretes, dada su condición de especialista en ambas disciplinas.
      En el prefacio de su tesis doctoral, anteriormente citada, expone su teoría sobre el empresario a quien define como el factor básico en la coordinación del sistema productivo. Antes de Knight, la palabra incertidumbre no había representado ningún papel importante dentro del pensamiento económico. Según Knight, los clásicos suponían que el sujeto económico tenía un conocimiento perfecto del futuro, lo que sólo era admisible en un escenario de competencia perfecta y estático. Esto es una mala descripción de la realidad donde de hecho reina la incertidumbre. Realiza una distinción entre el “riesgo” que es la aleatoriedad con probabilidades conocidas y la “incertidumbre” o aleatoriedad con probabilidades desconocidas. La figura del empresario que enfrenta a la incertidumbre, constituye un agente dinámico que impulsa el desarrollo y promueve la innovación.
      Para Knight el principal papel del entrepreneur es el de asegurar las rentas de los factores productivos soportando el riesgo de la actividad económica de la empresa. El empresario adquiere los factores de la producción a un precio cierto y tiene que hacer previsiones futuras sobre la demanda que es incierta, tanto en cantidades como en precios, por lo tanto el emprendedor asume un riesgo y el beneficio es un residuo. El aporte fundamental de Knight es la consideración de la incertidumbre como elemento esencial de la actividad empresarial y dicha variable a su vez, es la que justifica el beneficio del empresario, aún en presencia de mercados de competencia perfecta, en situaciones de equilibrio en el largo plazo.
     
ANEXO II
LA TEORIA NEOINSTITUCIONALISTA
I. ANTECEDENTES. LA TEORIA INSTITUCIONALISTA
      La teoría Institucionalista en economía fue iniciada por el sociólogo y economista estadounidense Thorstein Veblen (16), junto a John Commons – quien propuso una economía institucional como la síntesis de la economía política, el derecho y la ética -, y Wesley Mitcehll. Veblen elaboró su obra a entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El pensamiento de Veblen recibió la influencia de las Teorías evolucionistas de Darwin, las ideas de K. Marx y principalmente las de su entorno de Estados Unidos, en particular John Dewey y la filosofía pragmática. En cuanto a la teoría económica refleja la influencia de la escuela histórica alemana de Gustav von Schmoller y W. Sombart (17) y también de la escuela inglesa, a través de Richard Jones, Walter Bagehot, y John Kells Ingram. Las obras de T. Veblen son un modelo alternativo a la teoría marginalista de la economía neoclásica, su propuesta se basa en un análisis pragmático, dinámico, de orden no individualista y no mecanicista:
* Sus estudios son claramente interdisciplinarios, propone la necesidad de unir las aportaciones de otras ciencias – historia, sociología, psicología – para el análisis de los fenómenos económicos. 
* El institucionalismo analiza el comportamiento económico a partir de decisores sociales, no de individuos racionales maximizadores como sostenía la escuela neoclásica. 
* Frente a los análisis de Estática o Estática Comparativa, Veblen se centra en los estudios Dinámicos y en las visiones de evolución para la comprensión de los procesos económicos. 
      Veblen consideraba que la economía se hallaba moldeada por la cultura, donde la historia era un factor determinante para comprender el proceso de construcción y el  grado de evolución de las instituciones y por ende los comportamientos de los agentes económicos determinados socialmente. Este autor considera errónea la metodología hipotética deductiva de la economía y su concepción definida como atemporal, aespacial e individualista. Al respecto consideraba que la tradición neoclásica económica, donde las teorías de la demanda están determinadas por las preferencias personales, derivan de la filosofía utilitarista de J. Bentham y su posterior reelaboración por parte de J.S. Mill. Esta propuesta habría hecho del individuo algo inerte, donde desde ya la naturaleza y las instituciones humanas se encuentran dadas, y por otra parte se eliminarían los valores. Frente a estas ideas Veblen destaca la importancia de las instituciones para comprender el accionar de los agentes y los grupos sociales, dado que las instituciones deberían contemplarse como variables endógenas, a diferencia de los economistas neoclásicos que las consideraban como meramente exógenas.
      El concepto institucional, se comenzó a utilizar en el análisis económico a principios del S. XX, impulsado por el discípulo de Veblen, W. Hamilton. Su propuesta era que se debe estudiar al sistema económico como parte de una serie de instituciones, que conforman a la cultura humana y, por ende también a la realidad social, son modelos coordinados para las interacciones sociales. Esta definición de instituciones difiere de la que se da en la actualidad dentro de la sociología. Para Veblen las instituciones eran entonces un “conjunto de ideas”, ya sean religiosas, sociales, estéticas o de otro orden, observaba principalmente dos tipos de instituciones unas eran una forma de pensar las cosas – instituciones ceremoniales – y otras reflejaban formas de hacer las cosas – instituciones tecnológicas –. El cambio económico y social será el resultado de la interacción entre las instituciones ceremoniales y tecnológicas
      Las instituciones ceremoniales se encuentran relacionadas con el pasado, apoyadas en las leyendas de la comunidad histórica, así como por el conjunto de normas, de derechos de propiedad y de estructuras económicas y sociales. Estas instituciones reflejan la resistencia al cambio y a la innovación que el nuevo modelo tecnológico propone.
      Por otra parte las instituciones tecnológicas, provenientes del instinto por la curiosidad de las personas, de querer mejorar la manera en que se hacen las cosas, de la satisfacción de la tarea bien realizada, son dinámicas e instrumentales, evidenciando la capacidad para adaptarse a las innovaciones y controlar las consecuencias futuras. En este ámbito se encuentran los inventos, las nuevas formas de producción y los nuevos productos, es la parte minoritaria de la sociedad, que tiene por objetivo obtener la máxima eficiencia productiva. Donde cada modelo tecnológico de una etapa histórica generaría un sistema de estructura social, formas de entender al mundo, derechos de propiedad que se puedan llegar a  convertir en nuevas instituciones ceremoniales.
II. LAS ESCUELAS NEOINSTITUCIONALISTAS
      Las propuestas Institucionalistas tuvieron diversos seguidores, en particular uno de los grupos más significativos se encuentran en la Nueva Economía Institucional, conformada por dos ramas principales:
      La primera de ellas relacionada con el Premio Nobel Douglass North, destaca la importancia del estudio histórico comparativo de diferentes procesos de desarrollo y la relevancia que ha tenido en esas sociedades, el completo cumplimiento de los contratos. Se considera que los cambios en las instituciones son las herramientas más importantes para explicar los procesos de desarrollo económico. Este autor destaca que las instituciones brindan la estructura para que las personas puedan crear orden y, por ende, disminuir el grado de incertidumbre, siendo las mismas una grave carencia que caracteriza y perpetúa a las sociedades subdesarrolladas (18).
      El segundo grupo se relaciona con el también Premio Nobel de Economía Ronald Coase, más orientado al estudio de la teoría de las organizaciones, del comportamiento de los consumidores y de la existencia de costos de transacción, los cuales son afectados por los contratos, los derechos de propiedad, reflejando la estructura institucional de esa economía y por ende de esa sociedad en su conjunto. Esta segunda línea de trabajo se basa en la teoría de la información imperfecta, donde una transacción está dada por el comportamiento estratégico que cada uno de los participantes realiza en base a la información – de tipo asimétrica – que dispone. A fin de corregir las inequidades a que da efecto la información asimétrica, es que se han desarrollado las instituciones y formas de contratos que minimicen los riesgos a los participantes del acuerdo, logrando que éste  se realice, se cumpla y con el menor costo posible, tanto para mercados actuales como en operaciones a futuro. Esta segunda rama de los autores Neoinstitucionalistas marca una fuerte interacción entre la economía y el derecho, y sobre la cual se centrarán los desarrollos teóricos a presentar.
      Los aportes de esta segunda escuela Neoinstitucionalista se pueden sintetizar en los siguientes cuatro temas:
- Características de los costos de transacción
- Análisis de los derechos de propiedad
- Definición de los contratos incompletos
- La teoría de la Agencia
    
      A continuación se procederá a analizar cada uno de los temas enumerados.
II.1. Características de los costos de transacción:
      El mercado es el resultado de un entramado institucional que se ha ido configurando históricamente, y por ende necesita de habilidades y destrezas particulares de las organizaciones y personas que actúan en el mismo, dado el marco cultural que se ha ido constituyendo a lo largo del tiempo. De tal forma no existe un único mercado, sino que cada una de las formas que el mercado ha adoptado por las diversas experiencias históricas, da lugar a una serie de reglas específicas. Los costos de transacción, son los esfuerzos económicos que cada participante realiza para poder intervenir en el sistema de intercambio reglado para un mercado específico – que se diferencia de los modelos de mercado de competencia perfecta -.
      Ronald Coase consideraba que el sistema de precios coordinaba solo una parte del sistema económico, se debía añadir otro mecanismo al del mercado, el de las empresas a su interno (Coase R. 1937). En el primero, es el sistema de precios el que orienta sobre la asignación más eficiente de los recursos escasos - pero de uso alternativo -, en la segunda la organización lo realiza a través del sistema de jerarquía, donde las autoridades de la organización asignan los recursos.
      Los mercados y las empresas son los dos medios alternativos por los cuales se organizan las transacciones económicas. La empresa es la organización que establece qué actividades se organizarán al interior de la misma – vía jerarquía – y cuáles intercambiará en el mercado. El límite entre interno y externo, está dado por la relación entre los costos de las transacciones internas y la realización de las transacciones en el mercado.
      Existen costos de transacción, son diferentes a los costos de producción que establece la escuela neoclásica, pues los mercados no son perfectos, se trabaja con información escasa, incertidumbre, oportunismo de los agentes y racionalidad limitada, “…Por lo tanto, las transacciones que de otro modo podrían manejarse en el mercado, se llevan a cabo internamente regidas por procesos administrativos…” (Williamson,O. 1975). Cabe recordar que la escuela neoinstitucionalista establece que existen costos de transacción en los intercambios de mercado y al interno de la empresa. La teoría neoclásica consideraba sólo los costos de transacción en los intercambios en el mercado, desechando los costos para realizar la búsqueda de información, la comunicación entre las partes, auditar el cumplimiento de lo acordado, etc.
Los costos de transacción se agrupan en tres categorías (Dahlman C. 1979):
- Costos de información
- Costos de negociación y de toma de decisión
- Costos de ejecución y de vigilancia, necesario para hacer cumplir los contratos.
      Uno de los principales elementos constitutivo de los costos de transacción es la búsqueda de información, y en particular su distribución asimétrica. Al respecto George Akerlof  explica en un conocido artículo (Akerlof G. 1970) la asimetría de información en el mercado de “Lemons” es sumamente simple de ejemplificar – es importante explicar que dentro del lenguaje vulgar americano Lemons se denominan a los autos de segunda mano, con los cuales uno se encuentra más de una sorpresa, usualmente desagradable, al comprarlos –. El vendedor dispone de toda la información – en particular de la calidad del bien a vender - del estado del vehículo que desea vender, mientras que el comprador desconoce en gran medida el estado de situación del vehículo y la única información que reconoce es el valor de venta -. Por ende el precio que el comprador está dispuesto a pagar tiende a ser menor que el de supuesto equilibrio, como forma de cubrir los riesgos futuros, y dentro de esta situación los autos usados en buen estado tienden a tener un precio inferior al que les correspondería. De forma tal que el mecanismo lleva a desincentivar la calidad del mercado de vehículos usados, a no ser que este mercado sea intervenido con la introducción de marcos institucionales y  prácticas correctivas, como pueden ser el otorgamiento de una garantía que cubra las imperfecciones del vehículo a comprar por un período de tiempo, como forma de corregir las imperfecciones informativas del comprador y para premiar con el precio de equilibrio a aquellos vendedores de vehículos que se encuentran en condiciones óptimas.
      Otro simple ejemplo de cómo afectan los costos de transacción a los intercambios en una economía es preguntarse, por qué no abundan inversores externos que deseen adquirir propiedades en regiones rezagadas en su desarrollo económico, institucional  y de cumplimiento de contratos, con la finalidad de obtener una renta con su alquiler.
II.2. Análisis de los Derechos de Propiedad
      En análisis económico se denomina Derecho de Propiedad a la libertad de elegir, o también a la capacidad de tomar una decisión en relación a un bien o servicio, donde los costos de transacción se definen como los costos por transferir, o de establecer y mantener derechos de propiedad. Se debe recordar que los derechos de propiedad no son nunca perfectos, pues al proteger los que pueden ser desde robados hasta expropiados,  se pierden grados de libertad en su disposición.
      El análisis de estos Derechos toma en consideración la posición que tienen los diferentes sujetos en el mercado en relación al uso de recursos escasos, cuál es la influencia que tienen los Derechos de Propiedad sobre las decisiones económicas, qué duración tiene el usufructo de la Patente, y las señales en forma de incentivos para actuar en los mercados, como trabajador, inversor, ahorrista o innovador – en este último caso la innovación que genere estará amparada  por un legislación de Propiedad intelectual-. Dado que los derechos de propiedad, pueden generar tensiones y conflictos es que surgen las instituciones sociales, económicas y políticas cuya normativa reglan la actividad de los agentes en la actividad económica.
II.3. Definición de los contratos incompletos
      Los intercambios económicos son transferencias de derechos de propiedad, y dicha transacción necesita de una serie de mecanismos que protejan a los agentes participantes del intercambio, de los riesgos relacionados con la transacción. Los contratos tienen por finalidad prever acontecimientos futuros, y buscan evitar los riesgos de  la transacción. Aún los intercambios más simples tienen contratos aunque los mismos no se encuentren formalizados en forma explícita (Williamson, O. 1981).
      La teoría neoclásica consideraba que todos los contratos eran completos, pues se suponía que podían establecer detalladamente todos los posibles sucesos futuros que afectasen a los agentes y derechos de propiedad involucrados en el contrato. Pero realmente los contratos son incompletos, pues nuestra información sobre todos los escenarios futuros siempre es limitada y por ende son inciertos. La incertidumbre se refiere a sucesos imprevisibles donde la probabilidad de suceso tiene un valor desconocido, mientras que en el riesgo el valor de la probabilidad de suceso es un número conocido.
      Los contratos incompletos buscan definir los términos en que se concreta la combinación entre los derechos de propiedad y los costos de transacción, como marco teórico que define a los convenios y contratos de los agentes que negocian en el mercado en situación de asimetría de información.
II.4. La teoría de la Agencia
      Finalmente, se analiza el último componente de la escuela neo-institucionalista.
      La Teoría de la Agencia es un tema que se deriva en gran medida de los contratos incompletos. Un estilo de contratación que se encuentra con mucha frecuencia en diversas relaciones económicas se basa en la relación de agencia, que regula la relación entre los participantes de una organización que tiene un orden jerárquico. Las dos categorías principales de participantes son, el Principal que contrata los servicios de un Agente quien, en su accionar, debe defender los intereses del Principal. (Ross, S. 1973).
      Esta teoría estudia el tipo de contratos formales o no a través de los cuales la o las personas denominadas principal comprometen a una persona que se denomina agente, para que defienda los intereses del principal otorgándole un determinado poder de decisión para la consecución de tal fin. Existen diversas relaciones principal – agente, en el plano político los votantes (principal) le dan al representante político (agente) el encargo de elaborar y aplicar las leyes para el bien común de la sociedad; en el campo económico los accionistas (principal) que otorgan la administración de su empresa a un directivo (agente) para que logre los mayores beneficios. En sí los contratos laborales se identifican con esta relación.
      Las relaciones de agencia implican la posibilidad de problemas de riesgo moral, si el agente persigue sus intereses personales dañando los del principal. Los agentes, vg los administradores de una empresa, pueden utilizar su poder de decisión para lograr de manera dolosa beneficios propios en detrimento de los objetivos del principal. Dado que entre ambos existe asimetría en la información, por la mayor proximidad del agente a los hechos (por ejemplo del jefe de laboratorio con el desarrollo de un nuevo producto), el mismo se encuentra tentado de tener un comportamiento oportunista, actuando para su propio interés y no el de su empleador, que es el Principal. Este tipo de potencial comportamiento de los agentes genera para el Principal unos costos adicionales, los costos de agencia, que tienen por finalidad realizar los gastos (premios, comisiones, participación en los beneficios, etc.) e inversiones necesarias a fin de reducir la posibilidad de incumplimiento laboral.
      Para finalizar la descripción del último componente de la Teoría Neo-Institucionalista, se mencionan los aportes de los autores Jensen y Meckling (Jensen M. y Meckling W. 1976,), son, luego de los trabajos inaugurales de Steven Roos, los pioneros en el tratamiento de la Teoría de la agencia, observando que estos problemas surgen principalmente al interno de las grandes empresas reduciéndose sustancialmente en PYMES, donde la presencia del propietario (principal) en relación a la dirección (agencia) es más cercano o corriente.
      Jensen y Meckling observan tres tipos de costos de agencia, que al presentarse sobre una transacción  – como es una contratación laboral – pueden incluirse dentro de los costos de transacción.
- Costos de control, es un costo del principal para regular la conducta del agente, con el objeto que la diferencia entre lo producido por el agente y el objetivo esperado, sea lo menor posible.
- Costo de fianza, es un costo que asume el agente a fin de garantizar que en su proceder perseguirá los objetivos del principal y no se desviará de los objetivos acordados.
- Pérdida residual, ocurre si el agente toma decisiones que se desvían negativamente del objetivo del principal y que han podido contemplarse en el contrato incompleto.

NOTAS:
(1) Economista norteamericano (1912-1991), uno de los fundadores de la economía industrial. Investigaba el tema de la competencia imperfecta, desde los inicios de 1940, se destaca su artículo “Barriers to New Competition: their character and consequences in manufacturing industries” 1956.
(2) Los conceptos sobre conocimiento tácito tiene sus bases en la escuela  gestáltica, la cual considera que los individuos somos conscientes de determinados objetos sin haber hecho foco sobre ellos - cabe recordar que la escuela gestáltica toma los conceptos de juicio a priori kantianos -. Lo importante en estos objetos es que conforman el contexto que permitiría la inteligibilidad de los que percibimos al focalizar, de tal forma Polanyi propone que el contexto es parte de una comprensión holísitica, de forma tal que esos objetos otorgan un plus de significación en cuanto al objeto sobre el cual se ha focalizado la atención.
(3) Emprendedor.
(4) Aquel que emprende.
(5) Emprender.
(6) Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general.
(7) El mercantilismo situaba la fuente de la riqueza de una nación en el comercio. En el mercantilismo temprano, S. XVI, la acumulación de oro y plata era la expresión de la riqueza de un país. Durante el mercantilismo tardío, S. XVII, se comenzó a dar importancia al balance comercial, por ende un país era más rico si exportaba más de lo que importaba.
(8) François Quesnay (1694 –1774) economista francés de la escuela fisiocrática. De profesión médico cirujano ejerció como médico consultor en la corte de Luis XV. Se dedicó a estudiar la economía y junto a Jean de Gournay conformó el grupo de los fisiócratas. En 1758 publicó el Tableau économique,  que constituyó uno de los trabajos pioneros en la descripción del funcionamiento económico.
(9) “Tratado de economía política o simple exposición de la manera en que se forman, se distribuyen y se componen las riquezas”.
(10) El precio de su trabajo está determinado, como el precio de todas las demás cosas, por la confluencia entre la cantidad demandada de este tipo de trabajo, por una parte, y la cantidad que es puesta en circulación, la cantidad ofrecida, por otra parte…Tres causas principales limitan esta última cantidad y por lo tanto mantienen a una tasa elevada el precio de esta especie de trabajo…Hombre inteligente y prudente y lleno de orden y de probidad…estas condiciones excluyen a muchas personas del número de competidores…este género de trabajo exige de las cualidades morales cuya reunión no es común. El posee el juicio, la constancia, el conocimiento de los hombres y de las cosas…tener un espíritu de orden y de economía; en una palabra, el talento del administrador. Esto no es todo: un cierto riesgo acompaña a todas las empresas industriales…el emprendedor puede y compromete su fortuna y hasta cierto punto su honor…(Say, 1819)
(11) “Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones”.
(12)  Adam Smith (1723 –1790) economista y filósofo escocés, fue uno de los más destacados pensadores de la economía clásica.
(13) En este sentido, Schumpeter afirma que “… David Ricardo y sus sucesores, no pusieron atención a las sugerencias de Say, y casi excluyeron a la figura del entrepreneur. Para ellos – al igual que para Marx – el proceso de un negocio se desarrolla básicamente por sí solo, con una única condición para su funcionamiento: una adecuada provisión de capital”.
(14) David Ricardo tuvo a disposición las ideas de Say durante más de una década antes de la publicación de su obra, y mantuvo correspondencia con él; no obstante dentro de sus escritos nunca mencionó al “entrepreneur”.
(15) Pensador inglés, fundador del utilitarismo (1748-1832), su propuesta consistió en analizar las temáticas políticas, sociales y económicas, a partir de la medición de la utilidad de las decisiones, y propiciando una ética en el goce de la vida y no en el sufrimiento. 
(16) Su obra más reconocida La teoría de la clase ociosa, lleva por subtitulo Un Estudio Económico de las Instituciones, el primer párrafo de la misma se inicia:”…The institution of a leisure class is found in its higher stages of the barabarian cultura; as, for instance, in feudal Europeo or feudal Japan…” (Veblen T. 2007)
(17) El legado que deja el historicismo alemán, analizado con una visión de largo plazo, se puede sintetizar en la relevancia que le otorgaron a las particularidades de cada pueblo y a resumir en la importancia que le atribuyeron a las peculiaridades de cada pueblo en general y a sus costumbres económicas en particular, resaltando que para comprender acabadamente a las instituciones económicas de una nación se debe estudiar su historia y el nivel de progreso alcanzado en términos sociales y económico y
(18) “…Encontramos que las diversas propuestas y trabajos se resumen o agrupan  en dos principales modelos polares: en un primer modelo, las instituciones son exteriores al actor estableciéndose una marcada distancia entre ellos. El actor tiene conocimiento de esa distancia o separación, por lo que puede conscientemente operar sobre las instituciones con el objeto o con el fin de cambiarlas o en su mantenerlas y así poder asegurar resultados políticos o de política pública favorables a sus intereses. Dentro de este modelo encontramos los trabajos de Georges Tsebelis y Douglass North. En un segundo modelo, opuesto al anterior, las instituciones se encuentran en el interior mismo del actor a través de prácticas, procedimientos, rutinas, etc. Por ello, el actor no puede distanciarse fácilmente de las instituciones, ni puede en la mayor parte de los casos originar cambios institucionales conscientes. Dentro de este otro modelo encuadran las propuestas de James March y Johan Olsen, Anthony Giddens e Ira Cohen, en la medida en que, como las instituciones moldean tanto las estrategias como las preferencias del actor, este último no puede separarse totalmente de aquellas, ni establecer una distancia que le permita plantear cambios conscientes…” Rivas Leone J.  junio 2003)

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