lunes, 28 de mayo de 2012

EL CONSUMO DE LUJO EN CHINA

- María Victoria Retondaro
 
El número de millonarios en China chinos creció un 12% entre 2009 y 2010, según los datos de diversos informes: Hurun; Capgemini  SA y Bank of America.
Los millonarios chinos, ciudadanos con más de un millón de euros disponibles en activos financieros, son ahora 535 mil. Así, China se encontraría en el cuarto lugar del ranking por detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania. Además, 51 ciudadanos chinos más pasaron a engrosar la lista de personas con un mínimo de 1.000 millones de euros de libre disponibilidad.
Según el estudio “La riqueza en el mundo”, las razones que justificarían este aumento son: el crecimiento económico de casi 10% en los últimos años y el auge en los precios de las acciones y de las propiedades.
Según Rupert Hoogewerf, responsable de la lista “China rich list”, el perfil del millonario chino es diferente al del millonario occidental, especialmente por la edad, ya que la edad media de los multimillonarios chinos es de sólo 39 años, unos 15 años inferior al promedio internacional. Y, por sectores, la construcción, inmobiliaria y la industria manufacturera dominan la riqueza.
Según un informe del diario South Morning Post, las ventas de bienes de lujo en China crecieron un 23% entre el 2010 y el 2011 (de 87 a 133 miles de millones de yuanes). El gasto total chino en bienes de lujo representó, en 2011, el 28% de la cuota mundial, desplazando así a Estados Unidos como el segundo mayor país consumidor de este tipo de bienes (el primero es Japón).
El perfil típico de los consumidores de lujo, es una persona de entre 20 y 40 años con buen nivel educativo y con ingresos de entre 5.000 yuanes (US$732) hasta 50.000 yuanes. Una de las características que diferencia al consumidor de bienes de lujo chino medio del consumidor de bienes de lujo medio de otros países es su juventud: 73% de los consumidores de lujo chinos son menores de 45 años mientras que en Estados Unidos son el 50%. El 45% de los consumidores de lujo chinos tienen menos de 35 años mientras que en Europa Occidental el 28% tiene menos de esta edad.  
Los consumidores medios de lujo, eran niños cuando la reforma económica china empezó a tomar forma nunca han vivido una recesión económica y han visto cómo crecían los valores de las propiedades a través de sus vidas. Son extremadamente optimistas acerca de sus futuros y creen que se convertirán en más ricos de lo que son ahora. Casi la mitad de los consumidores de lujo creen en disfrutar de la vida hoy en vez de preocuparse por el futuro. Como resultado, el porcentaje de consumidores chinos que están comprando productos de lujo para indulgencia personal está creciendo rápidamente (de un 25% en 2008 al 36% en 2010).
Más de un tercio de los consumidores chinos han reemplazado las marcas que compraban, por otras más caras en el último año, comparado con sólo un 6% de consumidores japoneses.
No sólo buscan comprar más cantidad de productos sino que incorporan nuevas actividades para redondear el estilo de vida lujoso como acudir a spas o darse masajes. Tres cuartos de los consumidores de lujo son miembros de un gimnasio o practican algún deporte frecuentemente, comparado con sólo un cuarto de los consumidores ordinarios. De hecho, el crecimiento en la inversión en servicios de lujo crece más rápido que el crecimiento en la inversión en bienes de lujo.
Circunstancias como el crecimiento del uso de internet, un aumento de los viajes al exterior y la experiencia de primera mano comprando y usando bienes de lujo han coadyuvado a modelar consumidores con más información para distinguir los productos, y tomar buenas decisiones, sobre todo las vinculadas  con la relación precio-calidad.
Por ejemplo, los consumidores chinos, en 2010, estaban familiarizados con casi el doble de marcas que hace cuatro años. La mitad de los encuestados en 2010 por McKinsey nombraron más de 3 marcas de pret-a-porter, en el 2008 sólo el 23% de los encuestados pudieron responder esta cantidad.
Debido a que los consumidores han estado expuestos a un gran número de marcas nuevas para ellos, la coincidencia, entre los encuestados, en contestar las mismas marcas, se redujo. Si en 2008 un 83% contestaba las mismas cinco marcas, en 2010 un 62% lo hacía.
Por otro lado, al estar más familiarizados con los bienes de lujo, los consumidores chinos son más críticos en cuanto a la relación precio calidad. Si en el pasado, un precio que sobresalía automáticamente señalaba calidad, ahora muchos menos creen que eso sea cierto. En el 2010 sólo la mitad de los consumidores identificó a los productos más caros con los de mejor calidad, este porcentaje de consumidores bajó un 16% desde el 2008.
Más que ningún otro segmento de consumidores en China, los consumidores de lujo son ávidos usuarios de las fuentes de información online (un 52% de ellos comparan buscan detalles y precios de los productos de esta forma, comparado con sólo un 13% de los consumidores normales).
Además, ya que alrededor de 2 de 3 consumidores de lujo han viajado al exterior, tienen acceso a otros puntos de referencia para comparar los precios que hay en China. En 2008, sólo dos de cinco personas sabía que los productos de lujo vendidos en China eran, por lo menos, un 20% más caros que en otros mercados como Hong Kong. En el 2010, 66% de los consumidores ya eran conscientes de esta diferencia.
Con respecto al gran mercado de imitación que existe en China, a pesar de las medidas llevadas a cabo por el gobierno, no parece que vaya a desaparecer de momento.  Pero, una tendencia esperanzadora es que los consumidores chinos están apreciando, cada vez más, los productos de lujo auténticos. Por ejemplo, el porcentaje de personas que comprarían una joya falsa decreció de un 31% en el 2008 a un 12% en el 2010.
La mitad de los consumidores encuestados en 2010 dijeron que una mejor calidad es razón importante para comprar productos de lujo (el porcentaje de esta respuesta aumento 14% desde el 2008). La segunda razón más importante por la que comprar estos bienes es porque se trate de una marca reconocida. Para productos como productos de piel, joyas y relojes, la calidad y la destreza y el conocimiento del oficio son dos de las tres razones más importantes.
El estudio de McKinsey demuestra que un número creciente de consumidores está evitando las demostraciones abiertas de riqueza. Más de la mitad de los compradores de lujo chinos dice que quiere menos ropa llamativa (en el 2008 un 32% afirmaba esto), un 41% cree que ostentar ropa lujosa es de mal gusto.
Según el Informe McKinsey Insights China, hay cuatro tipos de consumidores de lujo:
Core luxury buyers: representan a más de la mitad de los consumidores de lujo, gastan entre unos 3 mil y 9 mil dólares por año en bienes de lujo, lo que significa entre un 12 y un 20% de sus salarios.
Luxury role models: son jóvenes, ricos y “a la moda”, disfrutan del estilo de vida lujoso por excelencia. Aunque sólo representan el 1% del total de los consumidores de lujo, serán el 24% para el 2015. En su mayoría son autónomos o CEOs, muchos viven en Shanghai o Beijing. Muchos han estudiado o trabajado en el extranjero.
Gastan aproximadamente un 10% de sus ingresos disponibles, en la compra de bienes de lujo. Consideran estos productos esenciales en su día a día. Frecuentemente compran para darse un gusto personal y sentirse únicos más que sólo una demostración de la propia riqueza. Para ellos, el buen servicio es muy importante.
Fashion fanatics: aunque no sean ricos (ganan entre unos US$15.000 y US$ 30.000) y representan sólo el 3% de los consumidores de lujo, el porcentaje de sus ingresos invertido en bienes de lujo es el doble que el que destinan a los otros tipos de productos. Destinan mucho tiempo libre a aprender acerca de las últimas tendencias y ejercen gran influencia en otros consumidores, compartiendo sus opiniones y sus últimas compras tanto online como con sus círculos sociales.
Disfrutan planeando sus compras, visitando tiendas, investigando acerca de productos en Internet  y hablando con sus amigos antes de efectuar la compra.
Middle class aspirants: son el 3% de los consumidores de lujo, (un número que se espera que aumente hasta el 61% para el 2015). Muchos viven en ciudades con bajos impuestos que les permiten gastar en bienes de lujo. Después de gastar en un producto de lujo tienden a reducir sus gastos en otras cosas para mantener el presupuesto. Este grupo gasta aproximadamente un 9% de sus salarios en bienes de lujo. Tienen menos experiencia que los otros grupos con los productos de lujo, pero aspiran a pertenecer a círculos sociales más altos y a resaltar de la multitud.
Usualmente invierten entre 2 y 3 meses navegando en internet en busca de opiniones y comentarios acerca de un producto antes de decidirse a comprarlo. Además, intentan recorrer distintas tiendas para conseguir el mejor precio del bien de lujo. Ni son tan viajados ni tan ricos como las otras categorías de consumidores, y se inclinan más a las marcas chinas. 
¿Cuáles son los pronósticos para el mercado del lujo en China, según McKinsey? La rápida urbanización y enriquecimiento fuera de las ciudades más grandes de China conducirá el crecimiento de los nuevos mercados geográficos compuestos por potenciales consumidores de bienes de lujo. Se espera que el número de ciudades contenedoras de mercados de lujo pase de 30 a 60. Muchas ciudades pequeñas se convertirán en suficientemente grandes para justificar la huella del lujo. Se espera que el consumo de lujo, en ciudades como Qingdao y Wuxi se triplique en los próximos 5 años.


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