El
número de millonarios en China chinos creció un 12% entre 2009 y 2010, según los datos de diversos
informes: Hurun; Capgemini SA y Bank of
America.
Los millonarios
chinos, ciudadanos con más de un millón de euros disponibles en activos
financieros, son ahora 535 mil. Así, China se encontraría en el cuarto lugar
del ranking por detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania. Además, 51
ciudadanos chinos más pasaron a engrosar la lista de personas con un mínimo de
1.000 millones de euros de libre disponibilidad.
Según
el estudio “La riqueza en el mundo”, las razones que justificarían este aumento
son: el crecimiento económico de casi 10% en los últimos años y el auge en los
precios de las acciones y de las propiedades.
Según
Rupert Hoogewerf, responsable de la lista “China rich list”, el perfil del millonario chino es diferente
al del millonario occidental, especialmente por la edad, ya que la edad media
de los multimillonarios chinos es de sólo 39 años, unos 15 años inferior al
promedio internacional. Y, por sectores, la construcción, inmobiliaria y la
industria manufacturera dominan la riqueza.
Según
un informe del diario South Morning Post, las
ventas de bienes de lujo en China crecieron un 23% entre el 2010 y el 2011 (de
87 a 133 miles de millones de yuanes). El
gasto total chino en bienes de lujo representó, en 2011, el 28% de la cuota
mundial, desplazando así a Estados Unidos como el segundo mayor país
consumidor de este tipo de bienes (el primero es Japón).
El
perfil típico de los consumidores de lujo, es una persona de entre 20 y 40 años
con buen nivel educativo y con ingresos de entre 5.000 yuanes (US$732) hasta 50.000
yuanes. Una de las características que
diferencia al consumidor de bienes de lujo chino medio del consumidor de bienes
de lujo medio de otros países es su juventud: 73% de los consumidores de
lujo chinos son menores de 45 años mientras que en Estados Unidos son el 50%.
El 45% de los consumidores de lujo chinos tienen menos de 35 años mientras que
en Europa Occidental el 28% tiene menos de esta edad.
Los
consumidores medios de lujo, eran niños cuando la reforma económica china
empezó a tomar forma nunca han vivido una recesión económica y han visto cómo
crecían los valores de las propiedades a través de sus vidas. Son extremadamente
optimistas acerca de sus futuros y creen que se convertirán en más ricos de lo
que son ahora. Casi la mitad de los
consumidores de lujo creen en disfrutar de la vida hoy en vez de preocuparse
por el futuro. Como resultado, el porcentaje de consumidores chinos que están
comprando productos de lujo para indulgencia personal está creciendo
rápidamente (de un 25% en 2008 al 36% en 2010).
Más
de un tercio de los consumidores chinos han reemplazado las marcas que
compraban, por otras más caras en el último año, comparado con sólo un 6% de
consumidores japoneses.
No
sólo buscan comprar más cantidad de productos sino que incorporan nuevas actividades
para redondear el estilo de vida lujoso como acudir a spas o darse masajes. Tres
cuartos de los consumidores de lujo son miembros de un gimnasio o practican
algún deporte frecuentemente, comparado con sólo un cuarto de los consumidores
ordinarios. De hecho, el crecimiento en
la inversión en servicios de lujo crece más rápido que el crecimiento en la
inversión en bienes de lujo.
Circunstancias
como el crecimiento del uso de internet, un aumento de los viajes al exterior y
la experiencia de primera mano comprando y usando bienes de lujo han coadyuvado
a modelar consumidores con más
información para distinguir los productos, y tomar buenas decisiones, sobre
todo las vinculadas con la relación
precio-calidad.
Por
ejemplo, los consumidores chinos, en 2010, estaban familiarizados con casi el
doble de marcas que hace cuatro años. La mitad de los encuestados en 2010 por
McKinsey nombraron más de 3 marcas de pret-a-porter, en el 2008 sólo el 23% de
los encuestados pudieron responder esta cantidad.
Debido
a que los consumidores han estado expuestos a un gran número de marcas nuevas
para ellos, la coincidencia, entre los encuestados, en contestar las mismas
marcas, se redujo. Si en 2008 un 83% contestaba las mismas cinco marcas, en
2010 un 62% lo hacía.
Por
otro lado, al estar más familiarizados
con los bienes de lujo, los consumidores chinos son más críticos en cuanto a la
relación precio calidad. Si en el pasado, un precio que sobresalía
automáticamente señalaba calidad, ahora muchos menos creen que eso sea cierto.
En el 2010 sólo la mitad de los consumidores identificó a los productos más
caros con los de mejor calidad, este porcentaje de consumidores bajó un 16%
desde el 2008.
Más
que ningún otro segmento de consumidores en China, los consumidores de lujo son
ávidos usuarios de las fuentes de información online (un 52% de ellos comparan
buscan detalles y precios de los productos de esta forma, comparado con sólo un
13% de los consumidores normales).
Además,
ya que alrededor de 2 de 3 consumidores de lujo han viajado al exterior, tienen
acceso a otros puntos de referencia para comparar los precios que hay en China.
En 2008, sólo dos de cinco personas sabía que los productos de lujo vendidos en
China eran, por lo menos, un 20% más caros que en otros mercados como Hong
Kong. En el 2010, 66% de los consumidores ya eran conscientes de esta
diferencia.
Con
respecto al gran mercado de imitación que existe en China, a pesar de las
medidas llevadas a cabo por el gobierno, no parece que vaya a desaparecer de
momento. Pero, una tendencia
esperanzadora es que los consumidores chinos están apreciando, cada vez más,
los productos de lujo auténticos. Por ejemplo, el porcentaje de personas que
comprarían una joya falsa decreció de un 31% en el 2008 a un 12% en el 2010.
La mitad de los
consumidores encuestados en 2010 dijeron que una mejor calidad es razón
importante para comprar productos de lujo (el porcentaje de esta respuesta aumento 14%
desde el 2008). La segunda razón más
importante por la que comprar estos bienes es porque se trate de una marca
reconocida. Para productos como productos de piel, joyas y relojes, la
calidad y la destreza y el conocimiento del oficio son dos de las tres razones
más importantes.
El
estudio de McKinsey demuestra que un número creciente de consumidores está
evitando las demostraciones abiertas de riqueza. Más de la mitad de los
compradores de lujo chinos dice que quiere menos ropa llamativa (en el 2008 un
32% afirmaba esto), un 41% cree que ostentar ropa lujosa es de mal gusto.
Según
el Informe McKinsey Insights China, hay cuatro tipos de consumidores de lujo:
Core luxury
buyers:
representan a más de la mitad de los consumidores de lujo, gastan entre unos 3 mil
y 9 mil dólares por año en bienes de lujo, lo que significa entre un 12 y un
20% de sus salarios.
Luxury role
models: son
jóvenes, ricos y “a la moda”, disfrutan del estilo de vida lujoso por
excelencia. Aunque sólo representan el 1% del total de los consumidores de
lujo, serán el 24% para el 2015. En su mayoría son autónomos o CEOs, muchos
viven en Shanghai o Beijing. Muchos han estudiado o trabajado en el extranjero.
Gastan
aproximadamente un 10% de sus ingresos disponibles, en la compra de bienes de
lujo. Consideran estos productos esenciales en su día a día. Frecuentemente
compran para darse un gusto personal y sentirse únicos más que sólo una
demostración de la propia riqueza. Para ellos, el buen servicio es muy
importante.
Fashion fanatics: aunque no sean ricos (ganan
entre unos US$15.000 y US$ 30.000) y representan sólo el 3% de los consumidores
de lujo, el porcentaje de sus ingresos invertido en bienes de lujo es el doble
que el que destinan a los otros tipos de productos. Destinan mucho tiempo libre
a aprender acerca de las últimas tendencias y ejercen gran influencia en otros
consumidores, compartiendo sus opiniones y sus últimas compras tanto online
como con sus círculos sociales.
Disfrutan
planeando sus compras, visitando tiendas, investigando acerca de productos en
Internet y hablando con sus amigos antes
de efectuar la compra.
Middle class
aspirants: son
el 3% de los consumidores de lujo, (un número que se espera que aumente hasta
el 61% para el 2015). Muchos viven en ciudades con bajos impuestos que les
permiten gastar en bienes de lujo. Después de gastar en un producto de lujo
tienden a reducir sus gastos en otras cosas para mantener el presupuesto. Este
grupo gasta aproximadamente un 9% de sus salarios en bienes de lujo. Tienen
menos experiencia que los otros grupos con los productos de lujo, pero aspiran
a pertenecer a círculos sociales más altos y a resaltar de la multitud.
Usualmente
invierten entre 2 y 3 meses navegando en internet en busca de opiniones y
comentarios acerca de un producto antes de decidirse a comprarlo. Además,
intentan recorrer distintas tiendas para conseguir el mejor precio del bien de
lujo. Ni son tan viajados ni tan ricos como las otras categorías de
consumidores, y se inclinan más a las marcas chinas.
¿Cuáles
son los pronósticos para el mercado del lujo en China, según McKinsey? La
rápida urbanización y enriquecimiento fuera de las ciudades más grandes de
China conducirá el crecimiento de los nuevos mercados geográficos compuestos
por potenciales consumidores de bienes de lujo. Se espera que el número de
ciudades contenedoras de mercados de lujo pase de 30 a 60. Muchas ciudades
pequeñas se convertirán en suficientemente grandes para justificar la huella
del lujo. Se espera que el consumo de lujo, en ciudades como Qingdao y Wuxi se
triplique en los próximos 5 años.
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