miércoles, 27 de julio de 2011

LA BRECHA DIGITAL: UN ANALISIS SOBRE SU IMPACTO EN LAS MUJERES - Claudia Costaguta y Osvaldo Retondaro

1.  INTRODUCCION
1.1. Pregunta inicial
"La Era de la Información es un periodo histórico caracterizado por una revolución tecnológica centrada en las tecnologías digitales de información y comunicación, concomitante, pero no causante, con la emergencia de una estructura social en red, en todos los ámbitos de la actividad humana, y con la interdependencia global de dicha actividad. Es un proceso de transformación multidimensional que es a la vez incluyente y excluyente en función de los valores e intereses dominantes en cada proceso, en cada país y en cada organización social. Como todo proceso de transformación histórica, la era de la información no determina un curso único de la historia humana. Sus consecuencias, sus características dependen del poder de quienes se benefician en cada una de las múltiples opciones que se presentan a la voluntad humana". (Castells, 2005).
Hacia mediados de la década de los noventa, el desarrollo de Internet y de las nuevas tecnologías de la información, dio origen a un debate sobre su impacto sobre la economía y la sociedad. Muchos sectores esperan que Internet sea un medio que fortalezca los vínculos entre los diferentes actores sociales y coadyuve a la desaparición de las inequidades en la sociedad.
Por otro lado, la realidad es que las innovaciones tecnológicas no se difunden de manera regular. No todos los individuos, ni todas las organizaciones se convierten en usuarios, y menos aún en usuarios avanzados. Esto conllevaría una profundización de las desventajas de determinados grupos sociales. Por ende en este trabajo se plantea inicialmente la siguiente cuestión: ¿Las actuales sociedades, denominadas del conocimiento o de la información, funcionan como círculos cerrados sólo accesibles a un conjunto limitado de personas?

1.2. Enunciado del tema

A partir de esta pregunta inicial se analiza el fenómeno de la brecha digital en España, en particular ¿Cómo afecta a las mujeres españolas de hoy el fenómeno de la brecha digital?

1.3.  Aspectos que plantea el tema elegido

El estudio se centrará en los factores que explican la existencia de una brecha digital y si ésta afecta más a las mujeres que a los hombres.
En términos espacio – temporales, se analizarán las estadísticas generadas por la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares a nivel español (INE - período 2002-2009), relacionando la principal variable con las estadísticas a nivel europeo elaboradas por EUROSTAT.

1.4. Objetivos de la investigación

            1.4.1. Objetivo Primario

Detectar y analizar la ocurrencia y los factores que explicarían la existencia de una brecha digital en España, que afectaría en mayor grado a las mujeres que a los hombres.
           
            1.4.2. Objetivos Secundarios

            a. Analizar algunos de los datos publicados por la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares para España; y comparar la evolución de la variable principal a nivel europeo.
b.  Identificar las variables explicativas del fenómeno.

2.  MARCO TEORICO Y ESTADO ACTUAL DE LA CUESTION

2.1. Conceptos básicos

En primer término, se considera necesario detallar una serie de conceptos de interés para el desarrollo del estudio, como primera aproximación a los temas y sin que estas definiciones o explicaciones sean excluyentes de otras menciones que se hagan en el estudio sobre los mismos. Cabe destacar que la bibliografía al respecto es tan amplia, que resulta dificultoso centrarse en una sola vertiente.

a. Computadora/Ordenador: Una computadora, también denominada ordenador o computador, es una máquina electrónica que recibe y procesa datos para convertirlos en información útil. Es una colección de circuitos integrados y otros componentes relacionados que puede ejecutar con exactitud, rapidez y de acuerdo a lo indicado por un usuario o automáticamente por otro programa, una gran variedad de secuencias o rutinas de instrucciones que son ordenadas, organizadas y sistematizadas en función de una amplia gama de aplicaciones prácticas y precisamente determinadas, o proceso de programación.

b. Internet: Es un conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas que utilizan la familia de protocolos TCP/IP, garantizando que las redes físicas  heterogéneas que la componen funcionen como una red lógica única, de alcance mundial. Sus orígenes se remontan a 1969, cuando se estableció la primera conexión de computadoras, conocida como ARPANET, entre tres universidades de California y una en Utah, Estados Unidos. Uno de los servicios que más éxito ha tenido en Internet ha sido la World Wide Web (WWW, o "la Web"), hasta tal punto que es habitual la confusión entre ambos términos. La WWW es un conjunto de protocolos que permite, de forma sencilla, la consulta remota de archivos de hipertexto. Ésta fue un desarrollo posterior (1990) y utiliza Internet como medio de transmisión. Existen muchos otros servicios y protocolos en Internet, aparte de la Web: el envío de correo electrónico (SMTP), la transmisión de archivos (FTP y P2P), las conversaciones en línea (IRC), la mensajería instantánea y presencia, la transmisión de contenido y comunicación multimedia -telefonía (VoIP), televisión (IPTV)-, los boletines electrónicos (NNTP), el acceso remoto a otros dispositivos (SSH y Telnet) o los juegos en línea.

c. Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC): Surgen a partir de un  proceso de convergencia de varios sectores, en especial los de la comunicación, la informática y la microelectrónica. Estas tres industrias han unido el resultado de su trabajo (las redes, el software y el hardware), originando la revolución digital.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2001) define los productos y servicios TIC a partir de consideraciones generales sobre su utilidad:
- Un bien TIC debe facilitar la comunicación, el procesamiento y la transmisión de la información mediante medios electrónicos. También serán bienes TIC aquellos que permitan medir o registrar electrónicamente fenómenos físicos, así como los que sirvan para controlar un proceso físico mediante medios electrónicos.
- Un servicio TIC será aquel que facilite las funciones de comunicación y de proceso automático de la información a través de medios electrónicos.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define las TIC de la siguiente forma:
“ Las TIC se conciben como el universo de dos conjuntos, representados por las tradicionales Tecnologías de la Comunicación (TC) - constituidas principalmente por la radio, la televisión y la telefonía convencional - y por las Tecnologías de la Información (TI) caracterizadas por la digitalización de las tecnologías de registros de contenidos”.

d. Sociedad de la Información: Este concepto surge en los años ’90, coincidiendo con la implantación en los países desarrollados de las TIC. Los antecedentes del término datan de décadas anteriores. En 1973, el sociólogo estadounidense Daniel Bell, introdujo la noción de la “sociedad de la información” en su libro El advenimiento de la sociedad postindustrial.
Alcanza su apogeo en el momento en que las distintas administraciones públicas se hacen eco de la importancia que tendrán en un futuro inmediato las industrias de la tecnología informática y el universo de las telecomunicaciones. Por un lado Estados Unidos de Norteamérica fue el pionero en establecer un Plan Tecnológico (1993), el Plan Gore, preocupado por los aspectos informáticos, económicos, políticos y sociales que afectarían en un futuro a todos los ciudadanos norteamericanos. Sus objetivos principales eran: el crecimiento económico que ayude a generar empleo; la protección del  medio ambiente; la mejora de la tecnología en la educación y la información; una política nacional de comunicaciones que facilite la rápida implantación de las nuevas tecnologías; etc. Todo ello con el fin de liderar la economía mundial gracias a un liderazgo en dos importantes pilares: la ciencia y la tecnología. Ante este reto, Europa, no se queda rezagada y redacta el Plan Delors, centrado en tres líneas básicas de desarrollo:
1.  Los retos y las vías para entrar en el siglo XXI.
2   Las condiciones para el crecimiento, la competitividad y el aumento del empleo.
3. El teletrabajo; una red de universidades y centros de investigación, que favorezca y potencie la investigación europea; el fomento de los servicios telemáticos para las pymes; la gestión del tráfico aéreo y por carreteras de forma electrónica; y otras acciones que hagan posible la sociedad de la información en el hogar.
La intención fue que Europa no quedara relegada ante los retos de la sociedad de la información, a la vez que este plan contara con el: “…potencial de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos, de aumentar la eficacia de nuestra organización social y económica, y de reforzar la  cohesión…” La inquietud que despertó  este Plan fue la generación de una Europa a dos velocidades y que la sociedad de la información introdujera una mayor divisoria digital entre los europeos comunitarios. Por ello se propuso como tarea prioritaria el garantizar el acceso equitativo a las infraestructuras tecnológicas, y la prestación de un servicio universal a todos los ciudadanos de la Unión Europea.
Una de las definiciones de Sociedad de Información es la de Bangemann que expresa: “…Es una revolución basada en la información, la cual es en sí misma expresión del conocimiento humano (…) Esta revolución dota a la inteligencia humana de nuevas e ingentes capacidades, y constituye un recurso que altera el modo en que trabajamos y convivimos (…) La educación, la información y la promoción desempeñarán necesariamente un papel fundamental…”
Desde el ámbito sociológico, Armand Mattelart, sitúa a la sociedad de la información como una reacción de los que él denomina países libres, frente a los países comunistas, a la hora de trazar un plan de actuación. Esto acarrea un enfrentamiento por el liderazgo mundial, que no acaba con el fin de la guerra fría.
Un estudio realizado por Telefónica en 2004, define a la sociedad de la información como: “…un estadio de desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros para obtener y compartir información, instantáneamente, desde cualquier lugar y en la forma que se prefiera…”.

e. Sociedad del Conocimiento: Muchos investigadores nos sitúan hoy en la Sociedad del Conocimiento, en la cual”...las estructuras documentales no se contentan en diseminar información, sino que sembrarán conocimiento, mediante la implantación directa de los especialistas en ciencias de la información, convertidos en knowledge workers, en el proceso de conocimiento…”
Armand Mattelart (2002), afirma que este nuevo escalón, el de la sociedad del conocimiento    deja atrás a la sociedad de la información. Sin embargo propone el concepto de sociedad del saber, o sociedad de los saberes. Entendiendo a ésta como”...un proyecto de sociedad que se enfrenta al de nuevas tecnologías y a las batallas del mercado...” Mattelart, diferencia tres tipos de conocimientos que deberían fluir de la sociedad de los saberes:
 1.  Los saberes fundamentales (sabios).
 2.  Los saberes de los expertos y los contraexpertos.
 3.  Los saberes ordinarios surgidos de los aportes de las experiencias cotidianas vividas.
De esta sociedad de los saberes se puede llegar más lejos, y concluir con el concepto de economía del saber que surge:”...cuando un conjunto de personas producen e intercambian intensamente conocimientos nuevos con la ayuda de tecnologías de la información y de la comunicación. Existen por lo tanto tres elementos, la producción, la reproducción de nuevos conocimientos son asumidos por un conjunto no desdeñable de miembros de la comunidad (las fuentes de innovación son difusas), la comunidad crea un espacio público de intercambio de circulación de los saberes y el empleo de nuevas   tecnologías de información y comunicación es intenso para codificar y transmitir los conocimientos nuevos...”
La UNESCO, adoptó el término de sociedad del conocimiento, o sociedad del saber,     dentro de sus políticas institucionales y desarrolló una idea más integral que la dimensión puramente económica, en los siguientes términos”... La sociedad de la información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento. El concepto de “sociedad de la información” está relacionado con el de innovación tecnológica, mientras que el concepto de “sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” es preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando (...) el conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad...” (UNESCO, 2005)
Poseer conocimiento, en cualquier ámbito, es tener la capacidad de realizar actividades intelectuales o manuales. El conocimiento es fundamentalmente una capacidad cognoscitiva. La información es un conjunto de datos, estructurados y formateados, pero inertes e inactivos, hasta que no sean utilizados por los que tienen el conocimiento necesario para interpretarlos y manipularlos.
Finalmente, para complementar los puntos de vista, se detalla que diversos autores estudian la relación entre tecnociencia, conocimiento y valores: “…Desde una perspectiva axiológica, la novedad estriba en lo siguiente: el conocimiento había sido considerado, como un bien epistémico. Ningún científico en la época moderna tuvo dudas al respecto. Es preciso buscar el conocimiento, porque éste es un bien en sí, independientemente de que sea aplicable o no, o de que rompa, con los sistemas previos de saber. Con la llegada de la tecnociencia, la información y el conocimiento siguen siendo bienes epistémicos, pero devienen bienes tecnológicos, económicos, militares y políticos. Dicho de otra manera: el conocimiento científico pasa a ser valorado en función de nuevos sistemas de valores. Consecuentemente, surgen dudas sobre la bondad universal de dicho conocimiento…" (Echeverría, 2003).

f. Brecha cognitiva: Esta fragmentación separa a los marginados de la sociedad del conocimiento, de las personas que tienen acceso a éste y participan en su aprovechamiento compartido. Surge como resultado de la acumulación de los efectos de las diferentes desigualdades que se observan en los más importantes ámbitos que constituyen el conocimiento: el acceso a la información, la educación, la investigación científica y la diversidad cultural y lingüística, representando un verdadero desafío para las sociedades del conocimiento. Se basa en las disparidades que se generan en materia de conocimientos, ya sea entre conocimientos, como dentro de los mismos. La brecha cognitiva es obvia entre los países ricos y los países pobres; pero también se manifiesta dentro de una misma sociedad, ya que un contacto igual con el conocimiento raras veces da como resultado un dominio igual de dicho conocimiento.

g. Brecha digital: La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) define la brecha digital como: “La distancia existente entre individuos, áreas residenciales, áreas de negocios y geográficas en los diferentes niveles socio-económicos en elación a sus oportunidades para accede a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como al uso de Internet, lo que acaba reflejando diferencias tanto entre países como dentro de los mismos”. Esta es una definición genérica del concepto, que recoge alguna de las diferentes dimensiones de la brecha digital. Con posterioridad estas dimensiones fueron acotadas por diversos autores a través de conceptualizaciones separadas. Pippa Norris (2001) contempla las múltiples dimensiones de este concepto a través de tres brechas: la global, la democrática y la social. La primera “se refiere a la diferencia en el acceso a Internet entre las sociedades industrializadas y las sociedades en vías de desarrollo”. La segunda alude a la “diferencia entre aquellos que usan las nuevas tecnologías para participar en la vida pública y aquellos que no lo hacen”. Finalmente la brecha social es aquella que se da dentro de un mismo país o sociedad, como resultado de su estratificación social o geográfica. Este tipo de brecha digital refleja las diferencias de acceso entre distintas regiones, grupos sociales y entre individuos según su capacidad económica, su sexo, su nivel educativo, su raza o lugar de residencia.
En torno al concepto de brecha digital, se genera una polémica entre quienes asumen que las desigualdades en el uso de Internet se producen entre los que tienen y los que no tienen acceso a Internet (DiMaggio, Hargittai, Celeste y Shafer, 2001) y entre los que definen las desigualdades no sólo como resultado del acceso potencial a Internet sino también como las diferencias en el uso de esta tecnología (Bucy, 2000; Van Dijk, 2002). Las diferencias en un sentido teórico se establecen entre aquellos que entienden que la brecha digital es una expresión más de las diferencias sociales existentes en un determinado territorio y que, por lo tanto, dependen de las características sociodemográficas de dicho territorio (Van Dijk y Hacker, 2003) y entre aquellos que definen el carácter original y distintivo de la brecha digital como consecuencia de las relaciones entre ciudadanos y tecnologías (Anderson, Bikson, Law, Mitchell, 2001). Entre estos últimos existe el convencimiento de que la extensión de Internet hará posible la desaparición de la brecha digital y permitirá “el triunfo de la descentralización, la globalización, la armonización y el empoderamiento” (Negroponte 1995). Asimismo, se han añadido otros matices encontrando que la brecha digital llega a considerarse como una “segregación tecnológica” en un futuro inmediato, “…la brecha digital es la distancia tecnológica que separa a una población blanca y bien educada en referencia al uso de Internet de aquel grupo de población de menos recursos y menos formada que carece de acceso a la red…” (Perine, 2000)

h. Fractura digital: Es una expresión de las desigualdades digitales que tienen un efecto acumulativo y dan origen a una dinámica perniciosa, con círculos viciosos que implican a otros sectores además del digital. Una brecha se zanja, una fractura se amplía.

2.2.  Escenario actual

Desde diferentes ámbitos se define a la contemporaneidad como: “...Un estadio de desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos, empresas y administraciones públicas) para obtener y compartir información, instantáneamente, desde cualquier lugar y en la forma que prefiera…” (Telefónica, 2004).
Para Manuel Castells (2001) el epicentro de este “nuevo modelo sociotécnico”  es Internet, que se desarrolló a partir de la interacción entre la ciencia, la investigación universitaria fundamental, los programas de investigación militar en Estados Unidos y la contracultura radical libertaria.
Este autor (Castells, 1999) conceptualiza que Internet es un instrumento de comunicación libre, basándose en las siguientes características:
1. El programa de Internet que nació como un programa de investigación militar, con financiación militar; nunca tuvo aplicación militar.
2. Internet se desarrolla a partir de una arquitectura informática abierta y de libre acceso desde sus inicios.
3. Los protocolos centrales de Internet, se distribuyen gratuitamente y a su fuente de código puede tener acceso cualquier investigador o tecnólogo.
4. Los productores de la tecnología de Internet son los propios usuarios. Frente a una producción inicial de tecnología por parte de los innovadores, se verifica una continua modificación de aplicaciones y desarrollos tecnológicos por parte de los usuarios en un feed-back de retroacción constante y en tiempo real, dada su flexibilidad y ductilidad. Por ejemplo los creadores de Arpanet, antepasado de Internet, tuvieron el objetivo inicial de comunicarse entre sus centros de información, al verificar que su capacidad de procesamiento superaba las necesidades, comenzaron a buscar otras utilidades surgiendo el correo electrónico, el principal uso de Internet a partir de 1970 cuando se inventó. 
5. Internet no es una creación norteamericana, sino es un desarrollo surgido de una red internacional de científicos y técnicos actuando en cooperación.
6. Internet se autogestiona de manera informal, el gobierno de Internet lo tiene hoy una sociedad de carácter privado, ICANN, que elige su consejo de administración por votación global entre cualquier persona que lo quiera hacer por correo electrónico.
Según Castells (1999) estas características sirven para”...indicar hasta qué punto Internet es un tipo nuevo de tecnología en su forma de organización. Es un instrumento de comunicación libre, creado de forma múltiple por gente, sectores e innovadores que querían que fuera un instrumento de comunicación libre. Las tecnologías están producidas por su proceso histórico de constitución y no simplemente por sus diseños originales…”
Muchos sectores esperan que Internet sea un medio que fortalezca los vínculos entre los diferentes actores sociales; y coadyuve a la desaparición de las inequidades en la sociedad.
Para Philippe Quéau (2002), la información y el conocimiento son bienes públicos mundiales, las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, especialmente Internet y en concreto las aplicaciones Web 2.0, presentan nuevas oportunidades para la socialización y democratización del conocimiento. Las TIC conllevan ciertas oportunidades: generan la promesa de nuevos y mejores empleos, de participación más amplia en el proceso político, de comunicación con el mundo más allá del hogar y la comunidad, de acceso fácil a información.
Algunos autores (Suba, 2001; Fisher y Fisher, 1997; Bloom, 2000; Heylighen y Campbell, 1995; Levy, 1997) defienden el principio de la inteligencia colectiva, según el cual las tecnologías son mediadoras entre las inteligencias de los individuos y el ciberespacio es el contexto virtual en el que tiene lugar un diálogo y una cooperación, cuyo resultado es un saber enriquecido por las individualidades de cada participante. "La web del futuro expresará la inteligencia colectiva de una humanidad mundializada e interconectada a través del ciberespacio" (Lévy, 2003).
Por otro lado, la realidad es que las innovaciones tecnológicas no se difunden de manera regular. No todos los individuos, ni todas las empresas se convierten en usuarios, y menos aún en usuarios avanzados. Esto conllevaría una profundización de las desventajas de determinados grupos sociales.
En este sentido, algunos autores (Mattelart, 2002 y Pérez Tapia, 2003) se pronuncian frente a la aparición de la que denominan una ideología de la comunicación que sólo pone de relieve los supuestos beneficios derivados del uso de las nuevas tecnologías y oculta los riesgos implícitos al adoptar el desarrollo tecnológico: vulnerabilidad de los sistemas, pérdida de la privacidad, fuerte ritmo de crecimiento que conlleva a los excluidos o marginados…El hecho mismo de que la información se genere, transmita y distribuya de manera desigual, provoca ya un desorden en el sistema.
Anthony Wilhelm (2004) refuta la idea de que las nuevas tecnologías repercuten en una mayor igualdad social y en una distribución más justa de las ganancias y de los bienes. Afirma que el analfabetismo digital es un nuevo formato de discriminación muy nocivo para algunos grupos sociales ya marginados. En este entorno, el bajo nivel educativo resulta en incapacidad para buscar información, escogerla, producirla o interactuar, de manera que tiene lugar una marginación económico-social de los individuos que carecen del ritmo de adaptación y aprendizaje que exigen las nuevas aplicaciones.
Castells (2001) afirma que el modelo sociotécnico basado en Internet, conecta en red a aquellas zonas, individuos y /o actividades que generan valor y deja fuera las que no aportan riqueza al sistema, o crecen con ritmos inferiores a los que marca este modelo.
Cristóbal Cobo (2005) representa los diferentes grados de exclusión a que dan lugar las TIC con la analogía de la pirámide. En la base se sitúan quienes tienen acceso a la infraestructura tecnológica (ordenador, acceso a Internet, teléfono móvil, etc.). A continuación están las personas alfabetizadas que usan las TIC y que representan ya una selección de la población. Y en la cúspide están quienes son capaces de apropiarse de las TIC, que usan la información para tomar decisiones y resolver sus necesidades. Esta última parte representa un porcentaje de la población muy limitado.
El filósofo Javier Echeverría que define a la nueva sociedad de la información y del conocimiento como Telépolis o Tercer Entorno (E3), con nuevas dimensiones temporales y espaciales – por ende Internet no sólo debe entrar en la escuela, sino además la escuela debe entrar en Internet -, en relación a las sociedades rurales (E1) y urbanas (E2), explica la necesidad imperiosa de alfabetizar en las nuevas tecnologías: “…Ya no basta con aprender la lengua o las lenguas de E1 y E2 que más inciden en nuestro ámbito social y familiar. Además, hay que aprender a leer y a escribir imágenes, aprender a leer y a escribir programas informáticos, aprender a leer y a escribir páginas web, aprender a establecer vínculos (links) entre textos, imágenes y sonidos, etc. Una persona culta que quisiera adaptarse al tercer entorno tendría que saber gestualizar bien ante una cámara de televisión, manejar bien un ordenador, saber mezclar, analizar y comentar un documento multimedia, saber navegar (y protegerse) en las redes telemáticas, saber diseñar sus propios signos de identidad (incluidas las imágenes digitales de su cuerpo y sus firmas digitales), etc. Y no solo tendría que saber hacer todas estas cosas, sino que además debería tener un cierto grado de competencia en todos esos procesos semióticos al igual que ahora se exige que uno hable, escriba o calcule  bien...” (Echeverría, 1999).

2.3. Aproximación a los conceptos de brecha y fractura digital

La idea de brecha digital surgió en Estados Unidos hacia finales de los ’70 con relación al equipamiento de ordenadores. En ese momento no era frecuente la posesión de un ordenador personal (PC), sin embargo estaba a disposición de los niños en aquellas escuelas que contaban con suficientes recursos. Este suceso comenzó a marcar una diferenciación entre unos y otros. En forma contraria a otras tecnologías muy reguladas vg. el teléfono; el ordenador era un producto de libre disposición en el mercado para quienes tuvieran suficientes recursos económicos para adquirirlo. Por otra parte los organismos de regulación sólo miraban por el cumplimiento de las leyes de la competencia y no por garantizar un servicio universal.
En Francia, en los ’70, se desarrollaron los primeros ordenadores personales: Minitel. Estas tecnologías fueron promovidas en forma directa o indirecta por el gobierno, con la vocación que su provisión se efectuara universalmente a un precio y en un plazo razonable.
Luego del ordenador personal, Internet, aún con la regulación de una red mundial no es compartida igualmente por todos: además del acceso a un ordenador supone una accesibilidad a la red, la cual está lejos de materializarse en todas partes. Esta cuestión extiende la fragmentación, especialmente entre los países ricos y los países pobres; en éstos últimos no sólo está muy limitada la disposición de teléfonos y ordenadores para acceder a Internet, sino que en muchos casos está limitado el acceso a la energía eléctrica.
Gabriel Dupuy (2007) distingue entre brecha y fractura digital y presenta tres aspectos de la fractura digital:
La fractura geográfica: Las TIC presentan un mayor desarrollo en las grandes ciudades de los países ricos, a partir de donde se van irradiando privilegiando las zonas de mayor población y riqueza. En general las urbanizaciones con mayor nivel económico disponen de muy buena accesibilidad. Por el contrario las zonas más despobladas y con menor desarrollo económico se convierten en “desiertos digitales”. Por ende, podría concluirse que la accesibilidad a Internet (normal y banda ancha), en lo referente a la geografía de la oferta de los proveedores, depende de la combinación de criterios socioeconómicos (PIB), geográficos (densidad) y demográficos (concentraciones urbanas).
La fractura gris: Se refiere a la fragmentación que surge como consecuencia de la diferente apropiación de las NTIC por parte de los jóvenes y de los mayores. Esta fractura implica un aspecto psicológico: la dificultad de aprender aquello que no fue aprendido durante la juventud.
La fractura Norte-Sur:  “…Si el factor que separa a los países pobres de los países avanzados es aproximadamente de diez para la difusión del teléfono, pasa a cien para los accesos a Internet y se vuelve aún mayor cuando se compara el número de sitios en Internet…otras estimaciones consideran que los mil millones de habitantes de los llamados países del Norte, que representan un 15% de la población mundial, tienen un acceso cinco veces mejor al teléfono, nueve veces mejores accesos a Internet y poseen trece veces más PC que los de los países en desarrollo...” (Dupuy, 2007). Frente a estas estadísticas, se plantean dos preguntas:
1. Las desigualdades observadas en el caso de Internet, del teléfono, o del GPS ¿son una manifestación diferente de las desigualdades en la riqueza que también se revelan en otros ámbitos, Vg. la tasa de motorización comparativa entre Estados Unidos de Noreamérica y Brasil?
2.  ¿El desarrollo de las NTIC en los países menos desarrollados debe ser evaluado considerando los parámetros las prácticas de los países desarrollados?

2.4. La brecha digital

Castells (2001) considera que la brecha digital fundamental no se mide por el número de conexiones a Internet, sino por las consecuencias de tener o no tener acceso a Internet. Para este autor, Internet es una tecnología, pero más importante aún es el instrumento tecnológico y la forma organizativa que distribuye el poder de la información, la generación de conocimiento y la capacidad de conectarse en red a cualquier ámbito de la actividad humana. Esto implica una línea de fragmentación entre los individuos, empresas, instituciones, regiones, y sociedades que poseen las condiciones materiales y culturales para operar en el mundo digital y los que no pueden o no quieren adaptarse a la velocidad del cambio.
La explicación a este hecho se encuentra tanto por el lado de la oferta, como de la demanda de TIC. Desde la oferta, los operadores y empresas que suministran estos servicios prefieren ubicarse en zonas muy urbanizadas, que presentan mayores expectativas de beneficios que las zonas rurales y con menor desarrollo económico. Por el lado de la demanda, las zonas más ricas y desarrolladas son las que suelen estar más predispuestas a recibir las innovaciones o infraestructuras tecnológicas, y a aprovechar las externalidades de la red y las economías de escala derivadas de su uso.
Como consecuencia de ello, podría verificarse una tendencia a que las zonas que inicialmente presentaban unas características menos favorecidas empeoren su situación, ahondándose las desigualdades entre regiones. Un 88% de los usuarios de Internet vive en países desarrollados, y éstos representan un 16% de la población mundial. Por otro lado, cabe destacar, que a un ciudadano norteamericano le bastaría con gastar menos del salario de un mes para comprar un ordenador personal; en tanto a un ciudadano de Bangla Desh esta compra le representaría el ahorro de al menos ocho meses de su salario.
Asimismo, se estima que el 50% de la población mundial nunca ha realizado una llamada telefónica; ni dispone de un teléfono a menos de tres millas de distancia – hay más teléfonos en Tokio que en toda África -.
El tema del acceso a Internet, concierne a la primera brecha digital. En tanto, la brecha relativa a las habilidades digitales necesarias para vivir y trabajar en sociedades caracterizadas por mayores niveles de información y conocimiento se denomina segunda brecha digital.
Rogers (2001) relaciona la brecha digital, con la hipótesis de la brecha del conocimiento. “A medida que aumenta la difusión de los medios de comunicación de masas en el sistema social, ciertos segmentos de la población, con un nivel socioeconómico más elevado, tienden a apropiarse de la información a una velocidad más rápida que los del nivel más bajo, y de esta manera la brecha entre estos segmentos tiende a aumentar en lugar de reducirse.”
Los ordenadores e Internet, conllevan un tipo de innovación que requiere de habilidades específicas. No es suficiente el acceso. Korupp y Szydlik (2005) establecen una clara diferencia entre ordenadores y móviles. Un ordenador no es una herramienta doméstica ordinaria, es un artefacto multitarea cuyas aplicaciones requieren más que apretar un botón. Asimismo, aunque se piense que Internet está al alcance de cualquiera, la realidad es que además de habilidades para leer y escribir (en muchos casos en inglés), solamente aquellas personas con capacidad para buscar, clasificar, evaluar y presentar la información podrán utilizar plenamente los recursos que brinda y que contribuyen a la generación de capital humano y social. En caso contrario se convierte en mero ocio, o consumo pasivo de música, películas, o series gratuitas.

2.5.  Los niveles de la brecha digital

El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): “Entendiendo la brecha digital” (2001), indica que la misma está definida por varios indicadores generales: accesos a las telecomunicaciones, accesos a Internet, coste del acceso, legislación sobre TIC, ordenadores por escuelas, ordenadores por hogares, conexiones urbanas y rurales, alternativas de conectividad, accesos a televisión por cable, etc.
El Informe Económico 2009 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) pone de relieve los siguientes aspectos:
La telefonía móvil es la TIC más equitativamente distribuida. A finales de 2008 había aproximadamente 4.000 millones de abonados a la telefonía móvil en todo el mundo. El nivel de penetración en los países en desarrollo, actualmente es ocho veces superior que a comienzos de siglo.
En los países menos desarrollados, la penetración de la telefonía móvil pasó de 2 por cada 100 habitantes en 2003, a 20 por cada 100 habitantes en 2008.
Casi un 25% de los 6.700 millones de habitantes del mundo utilizan Internet. Sin embargo, más de la mitad de la población de los países desarrollados están en línea; mientras que este porcentaje se reduce a un 15% en los países en desarrollo.
En Europa, más del 40% de sus habitantes acceden a Internet. En África el porcentaje aproximado es del 5%.
La brecha digital es bastante pronunciada en el caso de la banda ancha. Australia tiene más abonados a Internet de banda ancha que toda África.
La penetración media en los países desarrollados es más de ocho veces superior a la de los países en desarrollo.
Una persona que vive en un país desarrollado tiene 200 veces más posibilidades, en término medio, de acceder a Internet de alta velocidad que otra que habite en un país con menor nivel de desarrollo.
Finalmente la Unión Internacional de Telecomunicaciones, elaboró un Indice de Desarrollo de las TIC por países, en base a un promedio ponderado de los siguientes atributos: la infraestructura de las TIC, su utilización, el nivel de acceso a las mismas y el conocimiento de las TIC. A partir de los resultados publicados en mazo de 2009, se diferencian cuatro grupos:

a. Alto (valor del IDT mayor que 5,29): Este grupo está integrado por 33 países que en 2007 representaban un 15% de la población mundial. De ellos 21 son países europeos, 10 de Asia-Pacífico; además de Canadá y Estados Unidos.
b. Medio alto (valor del IDT comprendido entre 3,41 y 5,29): Este grupo incluye a Mauricio en África, 10 países asiáticos, 9 países de Europa Oriental, 4 de América Latina y 2 del Caribe. Junto al primer grupo representan un 27% de la población mundial.
c. Medio (valor del IDT comprendido entre 2,05 y 3,40): Este grupo incluye más de un tercio de la población mundial e incluye a China. Indonesia, países de Africa del Norte y subsahariana, así como naciones de Asia Occidental no incluidas en el anterior conjunto.
d. Bajo (valor del IDT entre 0,82 y 2,04): Pertenecen a este grupo Nicaragua, Haití, países del Este Asiático y la mayor parte de los países de Africa subsahariana.

2.6. La brecha digital en España

Varios estudios han analizado la divisoria digital, poniendo énfasis en la situación por Comunidades Autónomas. En el período 2001-2007 la cantidad de usuarios de Internet registró un crecimiento promedio anual de 36,23% en todo el territorio español. No obstante, un análisis más detallado evidencia un crecimiento desigual al interno: en Cataluña y La Rioja la tasa de variación media fue de 23,65% y 24,04%, respectivamente; en tanto en Andalucía y Cantabria estas tasas fueron de 35,06 % y 40,74%, respectivamente. Esto se explica pues las Comunidades Autónomas que partían de niveles más bajos de usuarios fueron las que registraron un mayor crecimiento del número  de conexiones.
El mayor nivel de uso de Internet en 2007 se registró en Madrid, Cataluña y Baleares: 40,6%, 47,5% y 48,2% de su población, respectivamente. En tanto los menores porcentajes de uso de Internet se verifican en Castilla La Mancha: 24,4%; Extremadura: 33% y Galicia: 33,3%, de sus poblaciones.
Así es posible delimitar dos conjuntos bien diferenciados:

- Madrid, Navarra, Cataluña, Baleares, País Vasco, Cantabria, Canarias y Aragón con niveles de usuarios a Internet superiores a la media.
- La Rioja, Comunidad Valenciana, Asturias, Andalucía, Murcia, Galicia, Extremadura, Castilla La Mancha y Castilla León con un número de usuarios de Internet bastante por debajo de la media española.

Con relación a las características culturales, sociales y económicas que definen al usuario de Internet, se observan los siguientes perfiles:

            Edad:
14 a 24 años: 36 % de los usuarios.
25 a 34 años: 32 % de los usuarios.
35 a 44 años: 18,8 % de los usuarios.
45 a 54 años: 9 % de los usuarios.
55 a 64 años: 3,2 % de los usuarios.
Mayores de 65 años: 1% de los usuarios.

            Sexo:
Varones: 60%.
Mujeres: 40%.

            Clase Social:
Alta y Media-alta: 44% de los usuarios.
Media-media: 42,9% de los usuarios.
Media-baja: 10,9% de los usuarios.
Baja: 2,2% de los usuarios.

            Nivel cultural: no se dispone de cifras porcentuales por rango; no obstante el mayor porcentaje de usuarios a Internet posee estudios universitarios de 2º y 3º ciclo.

            Lugar de acceso:
Acceso desde su casa: 55% de los usuarios.
Acceso desde el trabajo: 30% de los usuarios.
Acceso desde casas de amigos, familiares, cibercafés; lugares públicos: 15% de los usuarios.
Por ende, el usuario típico de Internet en España es un varón con edad comprendida entre 25 y 34 años, perteneciente a clase media y con estudios superiores.

2.7.  La brecha de género
2.7.1.  El concepto de género

“El concepto de género se refiere al estudio de los estereotipos sociales y culturales que cada sociedad asigna al comportamiento, las características y valores que se atribuyen a los hombres y las mujeres, y que los símbolos, las instituciones y la percepción social reafirman” (Amelia Rodríguez Contreras, 2009). Estos se construyen sobre la base de factores ideológicos, históricos, religiosos, étnicos, económicos y culturales.
El género es una variable socio-económica para analizar los roles, las responsabilidades, las obligaciones, las oportunidades y las necesidades de los hombres y las mujeres en un contexto determinado. El análisis de género, es el estudio de las diferencias de condiciones, necesidades, índices de participación, acceso a los recursos y al desarrollo, control de la riqueza y poder de toma de decisiones para hombres y mujeres en función de los roles a los que tradicionalmente han sido asignados unos y otras.
En los últimos años se ha manifestado la necesidad de incorporar la perspectiva de género en la Sociedad de la Información. El análisis de género permite integrar la visión de las mujeres en los procesos de diseño, producción y gestión de ámbitos científicos y tecnológicos.

2.7.2.   Los distintos aspectos de la brecha de género

El Informe de la UNESCO: Hacia las Sociedades del Conocimiento, propone que ante la  aparición de las sociedades de la información y del conocimiento se plantea el desafío del aprovechamiento compartido del saber con la plena inclusión de las mujeres quienes representan más del 50% de la población mundial. Pone de relieve que: “…la pobreza, las discriminaciones basadas en el sexo, el analfabetismo, las barreras lingüísticas, la falta de infraestructura, y el déficit de competencias informáticas contribuyen considerablemente a obstaculizar el acceso de la mujer a la sociedad de la información, y por lo tanto, a los conocimientos…”
Casi las dos terceras partes de los analfabetos del mundo, son mujeres; con una marcada diferencia en los países árabes, África subsahariana, Asia Meridional y Occidental. En el mundo hay 500 millones de mujeres analfabetas y 280 millones de hombres. Además en muchos países en desarrollo existen concepciones socioculturales que frenan el acceso de las mujeres a la educación y al mercado laboral.
En los países desarrollados este panorama es bastante diferente, las mujeres acceden a niveles educativos superiores, lo cual ha permitido cerrar paulatinamente la brecha educativa entre géneros.
Las estadísticas universitarias de España revelan que:

- El 54% de los matriculados son alumnas y casi 6 de cada 10 graduados son mujeres, esto supone un 5% que hace 20 años.
- Los porcentajes de graduadas superan a la media de los países de la OCDE.
- Todas las ramas universitarias muestran una distribución favorable a las mujeres, salvo en las enseñanzas técnicas en que el porcentaje baja al 27%. En contraposición, en Ciencias de la Salud, Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas la participación de las mujeres alcanza el 73,5%, 64,4% y, 62,6%, respectivamente.
- A nivel de doctorado la diferencia por género se diluye, el 50,5% de los matriculados fueron alumnas y el 49% de los graduados.
- Por el lado de los docentes, sólo el 33,1% son mujeres.

 El acceso de la mujer al mercado de trabajo y a los instrumentos informáticos está relativamente garantizado, en los países desarrollados, donde los ingresos percibidos por las mujeres, se ubican en promedio un 23% por debajo de los ingresos de los varones.
En España, el 70% de las asalariadas que trabaja en empresas tienen un salario medio que es el 60% del salario de los varones del mismo sector. En las Administraciones Públicas, el salario medio de las mujeres es el 88% del de los varones de igual sector. 
El World Economic Forum elabora el Indice de Brecha de Género que es un promedio ponderado compuesto por 14 atributos referidos a: la participación en el mercado laboral; los niveles salariales; participación en los procesos de decisión; niveles educativos; condiciones de salud; y participación política. Los resultados de 2008 revelan que Noruega es el país que registra una menor brecha de género, en tanto que Yemen es el país con mayor brecha de género.
En general los países nórdicos son los que se encuentran mejor ubicados en el ranking. El informe encontró que, en promedio, las mujeres y los hombres han logrado casi la paridad en cuanto al acceso a la educación, la salud y la supervivencia. Sin embargo, en lo económico y lo político, aún persiste la brecha…”las mujeres en el mundo están casi tan educadas y son casi tan saludables como los hombres, pero no hay donde encontrarlas en términos de las tomas de decisiones…”, afirma Saadia Zahidi una de las autoras del informe.
Alemania, Reino Unido y España, descendieron algunos puestos en el ranking pero se encuentran entre los primeros veinte países, en 2008.

2.7.3.   La brecha digital de género

"La llamada brecha digital incluye en realidad varias brechas en una. Hay una gran brecha tecnológica, las deficiencias en la infraestructura. Hay una brecha de contenidos. Una gran cantidad de información en la web simplemente no tiene en cuenta las necesidades reales de las personas. Y casi el 70% de los sitios web del mundo están en inglés, lo que lleva a veces a la exclusión de las voces locales y de otros puntos de vista. Hay una brecha de género, pues las mujeres no disfrutan del mismo acceso a la tecnología de la información que los hombres."
(Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas).
La brecha digital de género mide la diferencia de puntuación entre sexos que se obtiene al realizar mediciones respecto a los principales indicadores de uso de TIC. Esta se manifiesta no solo en el menor número de mujeres usuarias de las TIC, sino también en la persistencia de desigualdades estructurales específicas de género que constituyen barreras para su acceso y su uso.
"La difusión de las TIC no es neutral respecto al género y sus efectos varían en función del origen de las mujeres, así como su clase social, raza, acceso a la educación y a la formación, edad y estatus social." (Gillian M. Marcelle, 2000)
En el inicio de las TIC, se mencionaba que el retraso de algunos sectores, colectivos y países, era un estadio que se superaría con el tiempo y con el crecimiento económico (bastaría poner ordenadores para que la gente los utilizase). Hoy se constata, sin embargo, que hay diversos tipos de brecha digital y que ésta persiste y adquiere nuevas formas. Además de la brecha de acceso, hay una brecha de uso, una brecha de contenidos y una brecha de habilidades tecnológicas.
Como se ha puntualizado en el desarrollo del trabajo, las desigualdades no se producen únicamente en el acceso a los equipamientos y en las posibilidades de acceso a Internet (primera brecha), sino que existen además desigualdades en la producción de información y contenidos, es decir, en los orígenes de la información, en la disponibilidad de contenidos y en la identidad de las personas que los emiten (segunda brecha).
Más allá de la desventaja femenina en el acceso a las TIC en general y a Internet en particular, que dibuja una primera brecha digital de género, se confirma la presencia de una segunda brecha digital, que es cuantitativa - determinada por la proporción de personas que acceden a las TIC - y sobre todo cualitativa, pues viene marcada por las diferencias en habilidades tecnológicas (qué se sabe hacer), en la intensidad (cuánto se hace) y el tipo de uso (qué se hace). Esta situación supone una barrera muy importante de cara a la incorporación efectiva (o e-inclusión) de más mujeres a Internet y, por tanto, del aprovechamiento de su potencial en términos de capital humano y social.
La brecha digital afecta en España a las mujeres principalmente en el acceso a Internet. Aunque el volumen de población usuaria de Internet ha aumentado de forma considerable en los últimos años, el porcentaje de mujeres internautas está todavía casi 10 puntos por detrás del correspondiente a los hombres.
A continuación se mencionan algunas estadísticas referentes al uso de Internet, como introducción al análisis de variables específicas de la investigación y, a modo de escenario general.
En España, el porcentaje de la población entre 16 y 74 años que usan Internet de forma regular fue del 49% en 2008, a 7 puntos porcentuales por debajo de la media europea de los 27 (UE 27) y a 9 puntos de diferencia de la Europa de los 25.
Pese a que de forma individual España ha ido mejorando sus porcentajes a lo largo de los años (pasando del 35% en 2005, al 39% en 2006, al 44% en el año 2007 y, al 49% en el año 2008), la diferencia respecto a la media Europea (UE 25) ha aumentado en un punto, pasando de una diferencia de 8 puntos en 2005 y 2006, a una de 9 en los últimos dos años.
En todos los Estados miembros la existencia de una brecha de género en la utilización de Internet es una constante, excepto en Estonia donde las mujeres lo utilizan en mayor grado que los hombres. Se da un importante diferencial en este indicador entre hombres y mujeres en países como Luxemburgo (18 puntos), Alemania (12 puntos) y Austria (12 puntos). El diferencial por sexos en España también es uno de los más altos, ocupando el sexto puesto y situándose para el año 2008 en 9 puntos.

3.  PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACION

3.1. Hipótesis de la investigación

En España se ha verificado una reducción de la brecha digital entre géneros como resultado de un mayor nivel educativo de las mujeres y una paulatina mayor participación en el mercado laboral. Esta brecha digital de género, que se ubica por encima de la media europea, no es neutral respecto a la edad de las mujeres. 

3.2. Operacionalización de variables

La variable brecha digital de género se operacionaliza a través de las siguientes relaciones:
a. Uso del ordenador, discriminado por género.
b. Evolución del porcentaje de población que utilizó Internet entre 2004 y 2007, por género y por grupos etáreos.
c. Utilización del ordenador discriminado por género.

3.3. Metodología

En este trabajo se ha utilizado como metodología de investigación: el análisis cuantitativo de datos secundarios. El marco de referencia estadístico está conformado por la Encuesta de Hogares sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación, realizada por el Instituto Nacional de Estadística a partir del año 2002.

4.  RESULTADOS DE LA INVESTIGACION

La brecha digital de género (es decir, la diferencia de puntos entre sexos respecto a los principales indicadores de uso de TIC) se redujo en 2009 en los principales indicadores analizados (uso de ordenador y de Internet y uso frecuente del mismo).

4.1. Uso del ordenador.

En los cuadros siguientes se detalla la evolución de la variable uso del ordenador en los últimos tres meses, en total y por sexo del usuario.




Uso de ordenador en los últimos 3 meses por género
Unidades: Número de personas (16 a 74 años)
                                                                             
                                  Año 2005               Año 2006             Año 2007             Año 2008               Año 2009
Total Personas    17.908.683           18.172.645           19.319.868           21.034.036           21.918.537
Sexo: Hombre       9.648.308             9.613.464            10.319.358           11.153.595           11.580.491
Sexo: Mujer            8.260.375             8.559.181              9.000.510               9.880.441          10.338.046
                                                                             
Unidades: Porcentajes por género respecto al total de personas


                               Año 2005                Año 2006            Año 2007             Año 2008               Año 2009
Total %                     100,00                     100,00                100,00                  100,00                     100,00
Sexo: Hombre %      53,88                       52,90                  53,41                    53,03                       52,83
Sexo: Mujer %           46,12                       47,10                  46,59                    46,97                       47,17
Brecha digital              7,75                         5,80                     6,83                     6,05                          5,67

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

 
De acuerdo a los resultados de la Encuesta de Hogares sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación, se verificaría una reducción de la brecha digital entre géneros en el uso de ordenadores, pasando de una amplitud inicial de 7,75 puntos en 2005, a 5,67 puntos en 2009.
Asimismo un análisis más pormenorizado referido al lugar de uso del ordenador permite apreciar que se ha registrado un leve incremento del porcentaje de mujeres que usan el ordenador en su vivienda, manteniéndose constante el porcentaje que lo hace en su centro de trabajo.

4.2. Uso de Internet

En los cuadros siguientes se detalla la evolución de la variable uso de Internet en los últimos tres meses, en total y por sexo del usuario.

Uso de Internet en los últimos 3 meses por género
Unidades: Número de personas (16 a 74 años)
                                                                             
                      Año 2005              Año 2006              Año 2007              Año 2008              Año 2009
Total Personas     15.506.014           16.311.399           17.580.587           19.572.899           20.741.237
Sexo: Hombre       8.570.825             8.704.280             9.453.881           10.490.989           11.019.453
Sexo: Mujer          6.935.189             7.607.120             8.126.706              9.081.910             9.721.783
                                                                             
Unidades: Porcentajes por género respecto al total de personas
                                                                             
                                    Año 2005              Año 2006              Año 2007              Año 2008              Año 2009
Total %                           100,00                  100,00                   100,00                   100,00                  100,00
Sexo: Hombre %            55,27                    53,36                     53,77                      53,60                    53,13
Sexo: Mujer %                 44,73                   46,64                      46,23                      46,40                    46,87
Brecha digital                 10,55                      6,73                        7,55                         7,20                      6,26
Fuente :Instituto Nacional de Estadística

El análisis de las estadísticas que miden el uso de Internet, en los últimos tres meses previos a la Encuesta del INE revela una disminución de la brecha digital de género, que pasó de una amplitud de 10,55 puntos en el año 2005, a 6,26 puntos en 2009.

4.3. Uso de Internet en forma periódica.

En los cuadros siguientes se detalla la evolución de la variable Uso de Internet en forma diaria en los últimos tres meses, en total y por sexo del usuario:
 
Uso de Internet en los últimos 3 meses, con frecuencia diaria
Unidades: Número de personas (16 a 74 años)
                                                                             
                                 Año 2005              Año 2006              Año 2007              Año 2008              Año 2009
Total Personas    7.494.345             11.448.766           10.108.838           11.880.750           13.564.769
Sexo: Hombre     4.516.426               6.412.180             5.719.598             6.714.233              7.559.345
Sexo: Mujer          2.977.919               5.032.798             4.380.295             5.158.525             6.008.062
                                                                             
Unidades: Porcentajes por género respecto al total de personas
                                                                             
                                    Año 2005              Año 2006              Año 2007              Año 2008              Año 2009
Total %                          100,00                  100,00                 100,00                   100,00                  100,00
Sexo: Hombre %           60,26                    56,01                   56,58                     56,51                     55,73
Sexo: Mujer %                39,74                    43,96                   43,33                     43,42                     44,29
Brecha digital                 20,53                    12,05                   13,25                     13,09                     11,44
Fuente: Instituto Nacional de Estadística

Al evaluar la brecha digital de género a través de la variable “uso frecuente de Internet”, se observa un marcado descenso entre “puntas” del período. No obstante este comportamiento, se debe destacar que es el indicador que registra la mayor amplitud de brecha entre géneros.
Al realizar un análisis más pormenorizado de los datos, puede concluirse que la edad es una variable con una importante influencia en el uso de las TIC en general; y en el caso del uso frecuente de Internet en particular. En tanto en los grupos más jóvenes (franja de 16 a 24 años), apenas existe diferencias entre géneros, en el uso de Internet; en la franja de población entre  45 y 65 años la brecha se acentúa, con un diferencial superior a puntos.
El nivel educativo es otra variable clave en la utilización de las TIC. Si en el caso de la población con educación primaria el porcentaje de personas que hacen uso de Internet es del 11%, entre las personas con educación superior ese porcentaje se eleva al 89%. No obstante, la brecha de género se mantiene en todos los niveles educativos, se observaría un cierre gradual a niveles mayores de educación.

Datos a nivel europeo.

A través de las estadísticas de EUROSTAT, se analiza la evolución de la brecha digital a nivel europeo y los datos de España dentro de este escenario. La variable utilizada es el porcentaje de personas que han accedido a Internet en los últimos tres meses al menos una vez a la semana.
En todos los Estados miembros la existencia de una brecha de género en la utilización de Internet es una constante, excepto en Estonia y Francia donde las mujeres lo utilizan en mayor grado que los hombres. Se da un importante diferencial en este indicador entre hombres y mujeres en países como Luxemburgo (22 puntos), Polonia (14 puntos) Alemania (11 puntos) e Italia (11 puntos) y Grecia (10 puntos). El diferencial por sexos en España, se sitúa desde 2006 en 9 puntos.
 
BRECHA DIGITAL GENERO          2003    2004    2005    2006    2007    2008
UE 27                                     --         9          11        8          9          7
UE 25                                     --         9          11        9          9          6
Zona euro                               9          10        12        9          9          7
Bélgica                                   --         --         10        8          8          9
Bulgaria                                  --         3          --         2          1          2
República Checa                      6          6          6          5          6          6
Dinamarca                               8          7          4          4          5          5
Alemania                                --          11        15        11        12        11
Estonia                                   --           1          6          1        -1         -1
Irlanda                                     3          2          -2         3          7          1
Grecia                                     7          7           7          9        10        10
España                                   7          9          10         9          9          9
Francia                                   --         --         --         5          7          -3
Italia                                      10        11        11        10        11        11
Chipre                                    --         10        4          5          5          7
Letonia                                   --         1          1          2          3          4
Lituania                                  --         1          1          1          2          2
Luxemburgo                            11        21        25        21        18        22
Hungría                                  --         5          1          3          3          2
Países Bajos                           --         --         9          6          10         7
Austria                                   --         --         11        11          8          6
Polonia                                   11        14        11        12        12        14
Portugal                                 --         3          3          4          4          3
Rumanía                                 --         4          6          7          8          9
Eslovenia                               --         2          --         3          4          3
Eslovaquia                              --         5          3          9          2          2
Finlandia                                --         8          8          8          4          6
Suecia                                   4          0          4          2          4          3
Reino Unido                           10        5          8          8          7          5
Turquía                                   7          12        14        12        9          8
Islandia                                  --         10        9          --         --         --
Noruega                                  5          4          3          4          4          2

4.4. Principales factores explicativos de la brecha digital de género

En general, la literatura y la investigación sobre la brecha digital de género atribuyen su existencia a dos tipos de causas, por una parte las relacionadas con la posición de las mujeres en el mercado de trabajo; por otra, por condicionamientos culturales.
Las diferentes disponibilidades de tiempo libre de hombres y mujeres influyen en las diferencias de acceso y uso de Internet. Las mujeres, al haber asumido casi en exclusiva, el mantenimiento y cuidado del hogar y de las personas dependientes en el ámbito familiar, han dispuesto de menos tiempo que los hombres para emplear en su ocio y en su desarrollo personal y profesional.
La introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación se ha producido en buena parte a través del mercado de trabajo. Pero las mujeres se han incorporado más tarde a ese mercado. Además, se han incorporado a sectores laborales no excesivamente rápidos en la implantación de las nuevas tecnologías como la educación, la salud y los servicios sociales. Todo ello hace que las mujeres se enfrenten a mayores dificultades en el acceso a las TIC, lo que tiene graves consecuencias en múltiples planos, desde las mayores dificultades para el acceso a la formación que ofrecen las TIC hasta mayores dificultades en la búsqueda de empleo (téngase en cuenta que se calcula que el 60% de las nuevas oportunidades de trabajo durante los cinco últimos años a nivel europeo ha correspondido al sector de las TIC) o menor acceso a la información y a los recursos que ofrece Internet.

5. CONCLUSIONES

Hay diferencias notables entre hombres y mujeres en cuanto al uso de Internet. El porcentaje de usuarias de Internet, a nivel europeo y en España, está por detrás del de los hombres, en torno a 7 puntos de diferencia, promedio para la UE. Así, aunque el porcentaje de mujeres internautas va en aumento, España todavía se encuentra entre los países con mayor desigualdad de género (11 puntos). En general son los países nórdicos y algunos países del Este europeo los que registran menor brecha digital de género, evaluada desde el uso de Internet.
Existen, también diferencias entre hombres y mujeres con respecto a los servicios utilizados a través de Internet. Entre las mujeres es más frecuente la búsqueda de información, y realizar trámites relacionados con la salud y la formación.
Las diferencias entre niñas y niños varían respecto a las de la población adulta en cuanto al uso de las TIC. Los porcentajes que reflejan las capacidades tecnológicas y la accesibilidad de las TIC para niñas y niños son muy similares para ambos sexos e incluso, en ocasiones, ligeramente favorables a ellas. Este dato positivo se complementa con el hecho de que las niñas difieren de los niños en las finalidades para las que utilizan las TIC. Así, mientras que las primeras utilizan el ordenador personal e Internet fundamentalmente para realizar trabajos escolares, los niños lo hacen en mayor medida con fines lúdicos.
Conforme disminuye la edad, aumenta el uso de las TIC y disminuyen las diferencias entre mujeres y hombres en relación con las mismas. Sin embargo, este hecho no garantiza que en un futuro las generaciones más jóvenes vayan a ser más igualitarias en este uso, pues existen otras variables, como lo sería una posible continuidad en la asunción de la mayor parte del trabajo doméstico y las responsabilidades familiares por parte de las mujeres, lo que incidiría en la menor disponibilidad de tiempo de las mujeres y en menores posibilidades
de acceso a las TIC.
En los países nórdicos que registran las menores brechas de género a nivel europeo existe una corresponsabilidad en las tareas del hogar entre mujeres y hombres, como consecuencia de factores culturales pero también de políticas públicas explícitas. Esto impulsa una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral, un paulatino incremento en las tasas de natalidad – frente a la baja y decreciente tasa de natalidad española - y además una menor brecha digital de género.
El nivel de estudios, así como la situación laboral y profesional, también parecen jugar un papel fundamental a la hora de explicar las e-capacidades, la e-accesibilidad y la e-inclusión. Así, tanto los hombres como las mujeres con un mayor nivel de estudios y con trabajo remunerado, especialmente aquellos que trabajan por cuenta ajena, hacen un mayor uso de las TIC. Asimismo las mujeres tienen menor participación porcentual en los estudios relacionados con las ciencias naturales y las ingenierías, profesiones que utilizan en mayor medida a las TIC.

 
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