Por Claudia Costaguta - Artículo publicado en el periódico "El Economista" - Madrid - Lunes 7 de septiembre de 2015
“…El turismo es una aspiración generalizada a ir a ver
hermosos paisajes y obtener placer…”
Gilles Lipovetsky
La cantidad de pasajeros de avión, casi se duplicará en los
próximos 15 años (ICAO), proyección similar a la de la OMT. Gran parte de ellos
serán turistas, y España tiene la potencialidad de continuar siendo el tercer
destino mundial para los viajeros.
Junto al récord de turistas extranjeros registrado en los
primeros siete meses de 2015 (38 millones) y, las perspectivas de continuo
crecimiento del turismo internacional en los próximos años, es conveniente
volver a analizar la estrategia de largo plazo para este sector en España. El
objetivo: captar nuevos viajeros con un nivel creciente de gasto, buscando
evitar los problemas del turismo masivo.
El turismo es el servicio con mayor grado de transacción
internacional, por desplazamiento de la demanda. Es mano de obra intensiva, y una
mayor calidad del servicio implica una mejor dotación de recursos humanos.
Entre los factores que explican la decisión de viajar, se destacan:
-El
nivel de ingreso disponible determinante del gasto total en turismo. En el
largo plazo el PIB per cápita a nivel global, si bien con alta dispersión, se
proyecta creciente.
-Los
costos derivados de los gastos de transporte y alojamiento en destino. El
desarrollo de alternativas de menor precio favorece la incorporación de más
personas al turismo internacional. Se observa, la disminución de la edad
promedio de los “nuevos turistas”, la incorporación de variados destinos, y la
realización de más viajes por persona.
-La
relación de los tipos de cambio entre país emisor y receptor que determina la
composición de los flujos de turistas y el saldo de la balanza del sector.
-Elementos
de valoración subjetiva del demandante: “…Cada
vez más se reconoce que un destino puede ser un concepto percibido, que puede
interpretarse subjetivamente por los consumidores, en función de su itinerario
de viaje, formación cultural, motivo de la visita, nivel de educación y
experiencia previa…” (Bigné).
Entre estos elementos se citan: la elección
del tipo de viaje, de relax (sol y playa: 62% de los turistas europeos lo eligen);
turismo rural; cultural; de compras; de salud; de aventura y deportes. Las percepciones
positivas y negativas generadas en el viajero; el estilo de vida y costumbres
muy apreciadas en el caso de España.
-Las
características socio-demográficas de la población: el turismo es una actividad
tiempo intensiva, por tanto la mayor expectativa de vida en un extremo, y los
menores costos que incorporan a viajeros más jóvenes en el otro; aumentan el
mercado potencial.
-Factores
de riesgo: seguridad, condiciones sanitarias y cumplimiento de los contratos,
elementos en los cuales España evidencia marcadas fortalezas.
La ocurrencia de sucesos particulares, este año, ha
ayudado a sostener el récord de llegadas de turistas, entre ellos las
excepcionales condiciones climáticas, la devaluación del euro respecto al dólar
y a la libra esterlina, y los episodios de inseguridad en mercados
competidores. No obstante, España tiene las condiciones para mantenerse entre
los tres primeros destinos turísticos en el mundo, con el desafío de brindar
una experiencia que ilusione y sorprenda al viajero.
Una herramienta para atraer un turismo de mayor
nivel adquisitivo sería la aplicación de instrumentos de marketing de los
mercados de bienes de lujo, en general. El filósofo Yves Michaud en su libro “El nuevo Lujo” analiza las sensaciones derivadas del turismo y de la compra de
bienes de lujo.
“…El turismo y el lujo son dos industrias del
placer, de la ostentación, y de la identidad. El turista busca el placer,…se
trae de vuelta un encuentro consigo mismo del que está orgulloso…Si hay una
diferencia entre el turismo y el lujo,…, es que el turismo está más orientado
hacia el comercio de identidades, las de los visitados que escenifican su
identidad y, a cambio contribuyen a la del visitante, mientras que el lujo está
más orientado hacia la autoafirmación por medio de la ostentación…. Pero los
dos tienen el mismo eje: el placer…”
Como ejemplo de la generación de experiencias
memorables en los viajeros, y lejos del concepto de “no lugar” desarrollado por
el sociólogo Marc Augé hace más de dos décadas, los aeropuertos buscan satisfacer
al cliente y configurarse como “Aerotrópolis” en torno al centro de tránsito. Conceptos,
como éste, deberían expandirse en la industria del turismo para captar los
nuevos viajeros de mayor nivel de ingreso.