martes, 8 de febrero de 2011

GEORGE KATONA Y EL INDICE DE CONFIANZA DE LOS CONSUMIDORES (ICC)


En este apartado se expondrán las principales claves para comprender el sustrato teórico del Indice de Confianza de los Consumidores (ICC). Se seguirán las ideas desarrolladas por George Katona, el primer investigador sobre este tema y por Richard Curtin, su continuador como Director del Survey Research Center de la Universidad de Michigan. En esta Universidad, Katona realizó desde el año 1946 las encuestas para desarrollar el Indice de Confianza de los Consumidores.     

Claves para comprender el ICC:

1. Trayectoria académica de George Katona.

2. Los principios de la escuela de la Gestalt.

3. Reformulación de la función de consumo agregado.

4. La caracterización de las compras de bienes de consumo durables, como compras discrecionales.

5. Las características de los Estados Unidos de Norteamérica como sociedad afluente; donde se inicia esta investigación.

1. Trayectoria académica de George Katona.

Nació en Hungría el 6 de noviembre de 1901. En 1921 se doctoró en Psicología Experimental en la Universidad de Gottingen, siendo alumno de Georg Elias Muller.

La experiencia de la hiperinflación alemana en 1923, lo impulsó a estudiar las interacciones entre la economía y la psicología en la dinámica social, en particular el mecanismo de realimentación de los incrementos de precios en escenarios de muy alta variación, considerando que esta situación puede asimilarse a un proceso de histeria contagiosa.

En 1926 se trasladó a Berlín, allí trabajó como editor asociado del “Der Deutsche Volkswirt” (El Economista Alemán). A partir del año 1929 se desempeñó como corresponsal del Wall Street Journal de Nueva York. En dicho período contactó con la escuela de psicología gestáltica y participó en investigaciones dirigidas por Max Wertheimer en Berlín, iniciando el estudio de la percepción. En 1933, con la confiscación del periódico El Economista Alemán, decidió emigrar a Estados Unidos de Norteamérica.

En Nueva York trabajó como asesor económico en un estudio de Wall Street, hasta lograr en 1938 una beca de la Corporación Carnegie que le permitió dedicarse a la investigación en psicología.
Los principales referentes de la escuela gestáltica: Max Wertheimer. Kurt Lewin y Kurt Koffka, también emigraron a Estados Unidos manteniéndo su relación con Katona, en particular dentro de la “Nueva Escuela para la Investigación Social” de Nueva York.
En 1940, Katona publicó el libro: La organización y la  memorización de Estudios en Psicología de la enseñanza y el aprendizaje, siguiendo la postura de la escuela de Gestalt. Escuela que luego de iniciar sus investigaciones con la percepción, como base del conocimiento; evolucionó hacia temas relacionados con el aprendizaje y la enseñanza.

Como miembro de la Fundación Guggenheim, Katona dirigió investigaciones sobre la economía en tiempos de guerra y publicó en 1942, “Guerra, sin inflación: el enfoque de los problemas psicológicos de la economía de guerra”.

Posteriormente dedicó sus obras a la temática de la psicología económica, destacándose los siguientes títulos:

"War Without Inflation, The Psychological Approach to Problems of War Economy". New York, 1942 "Price control and business". Bloomington, Ind. : Principia Press, 1945
 Control de precios y los negocios Bloomington, Ind.: Principia Prensa, 1945.
"Psychological Analysis of Economic Behavior". New York-London-Toronto 1951. Análisis psicológico del comportamiento económico Londres-Nueva York-Toronto 1951.
"Contributions of survey methods to economics". New York : Columbia Univ. 
Contribuciones de los métodos de encuesta para la economíaNueva York:  Columbia Univ.Press, 1954 Prensa, 1954.
"Das Verhalten der Verbraucher und Unternehmer: über die Beziehungen zwischen Nationalökonomie, Psychologie und Sozialpsychologie". Tübingen : Mohr, 1960
El comportamiento de los consumidores y empresarios: la relación entre economía, psicología y psicología social Tübingen: Mohr, 1960.
Die Macht des Verbrauchers". Düsseldorf : Econ-Verl., 1962 "El poder del consumidor Düsseldorf: Econ-Verl., 1962.
The mass consumption society". New York, NY [ua] : McGraw-Hill, 1964. "La sociedad de consumo masivo New York, NY [ua]: McGraw-Hill, 1964.
Der Massenkonsum". Wien : Econ-Verl., 1965 "El consumo masivo Viena: Econ-Verl., 1965.
"Zwei Wege zur Prosperität". Düsseldorf : Econ-Verl., 1971. Dos caminos hacia la prosperidadDüsseldorf: Econ-Verl., 1971.
"Psychological economics". New York, NY [ua] : Elsevier, 1975. Economía Psicológica New York, NY [ua]: Elsevier, 1975.
A new economic era". New York, NY [ua] : Elsevier, 1978. "Una nueva era económica New York, NY [ua]: Elsevier, 1978.

Desde 1946, George Katona junto a Rensis Likert, Angus Campbell y otros investigadores sociales, en la Universidad de Michigan, iniciaron los estudios mediante encuestas para detectar los Sentimientos de los Consumidores, estudio que realizó hasta su retiro académico.

En estos trabajos de investigación social se observó la influencia de Kurt Lewin, considerado uno de los padres de la psicología social moderna, quien también formó parte de la escuela gestáltica alemana. Lewin, refugiado desde 1933 en Estados Unidos, desarrolló su “teoría del campo” enfatizando en los procesos cognoscitivos. Buscó, en términos prácticos, la relación entre el individuo y la sociedad a través del estudio de la dinámica de grupos, utilizando en forma conjunta el método experimental, de raíz psicológica y los estudios mediante encuestas e investigador interviniente, u observador participante.

Uno de sus principales campos de estudio fue la forma en que las personas cambian sus actitudes en respuesta a su medio social, tema que influiría sobre el trabajo de Katona. Los trabajos desarrollados por Lewin en Psicología Social durante el período de la Segunda Guerra Mundial a solicitud de las autoridades de EEUU, referidos a la propaganda bélica y a las respuestas sociales al racionamiento, abrieron un amplio campo de trabajo. Tal es así que el Indice de Confianza de los Consumidores surgió a partir del encargo de la Reserva Federal a George Katona y su grupo de investigación, para estudiar la compra de títulos públicos.

Katona incluyó en el estudio del comportamiento de los consumidores, las actitudes previas, la percepción del ambiente socio-económico por parte de los encuestados, y finalmente las actitudes modificadas en función de la información recibida por los consumidores desde el entorno económico. Partió del principio de retroalimentación, donde los cambios en el medio económico alteran la conducta de los consumidores, y a su vez estas nuevas conductas modifican las condiciones económicas preexistentes, de forma que los resultados obtenidos se refieren a un tiempo y a un espacio (Katona, 1980).

2. Los principios de la escuela de la Gestalt.

George Katona, psicólogo de la escuela de la Gestalt, teoría con bases gnoseológicas kantianas y una visión holística, elaboró una propuesta diferenciada de las principales teorías económicas cuyas bases metodológicas se enraizaban en el empirismo inglés.

Dada la influencia de las ideas de la Gestalt en la obra de Katona, se presentan a continuación sus principios básicos:

a. La escuela de la Gestalt o teoría de las formas fue iniciada en 1910 por Max Wertheimer con sus investigaciones sobre la percepción visual del movimiento, en el ámbito del Instituto Psicológico de la Universidad de Frankfurt. “La” fórmula” fundamental de la teoría Gestalt, puede ser expresada de la siguiente forma: Hay todos cuyo comportamiento no está determinado por sus elementos individuales, sino donde los procesos parte se encuentran determinados por la naturaleza intrínseca del todo. Es la esperanza de la teoría Gestalt el determinar la naturaleza de tales todos”.
(Max Wertheimer, lección dada en 1924 en la Sociedad Kantiana de Berlín).

b. La noción de Gestalt, es introducida por Christian Von Ehrenfels en 1890, como “forma”, “estructura”, al descubrir que una misma melodía podría ser tocada sobre distintas notas, al tiempo que las mismas notas en distinto orden daban lugar a una tonada distinta.

c. Según esta corriente de pensamiento la percepción es el proceso fundamental de la actividad mental. Del correcto funcionamiento de los procesos en que se organiza la percepción, dependen las otras actividades psicológicas (el pensamiento, la memoria, etc)

d. Los procesos de aprendizaje que sirven de base a esta escuela, de acuerdo a los términos gnoseológicos de Immanuel Kant, derivan de los juicios a priori, - relativamente asimilable al concepto de ideas innatas, en la escuela racionalista -. La percepción, como forma de organizar las sensaciones, es innata y es la función que permite el conocimiento. La percepción establece un orden mental, que determina el ingreso de información y su transformación en abstracciones. Sin esta organización, los seres humanos vivirían un caos de flujos de información sensorial imposible de manejar. Kant, explicó que no puede haber experiencia sin conocimientos innatos, ya que esta necesita leyes universales (Kant, 2002).

e. Estas investigaciones demuestran que la percepción es un fenómeno global, pues entre la sensación y la formación de la idea hay un proceso interno adicional de “organizar” la imagen, no es sólo la suma de los elementos sensoriales. El sujeto percibe movimiento allí donde en realidad no lo hay. Se trata por tanto de una percepción creada (construida) por el observador. El todo perceptual no puede ser reducido a las partes constituyentes. El mundo se percibe en totalidades unificadas, significativas. Lo significativo es la organización, no los elementos.

f. La Gestalt estudió la actividad psíquica en su integridad, la frase más conocida que define a esta escuela es: “El todo es mayor que la suma de las partes”. Su propuesta evidencia una clara diferenciación con las escuelas precedentes como la de Wilhem Wundt, Edward Titchener, Edward Lee Thorndike y John Broadus Watson, ligadas a la visión del asociacionismo.

El asociacionismo, de origen en Aristóteles, fue desarrollado en 1690 por John Locke en su obra “Ensayos sobre el Entendimiento Humano”. Este trabajo sienta las bases del empirismo. Para Locke no hay ideas innatas, y dedica especial interés en estudiar cuál es su génesis. Su punto de partida es que las ideas surgen con la experiencia. A través de los sentidos se conoce un objeto – por ejemplo una flor, su olor, su tacto, su color, su forma, etc. –cada una de estas sensaciones provistas por los distintos sentidos es una idea simple, un átomo de conocimiento. La idea compleja de la flor se forma por la relación de las ideas simples que la componen. Este proceso guiado por determinadas leyes, como las de semejanza, contigüidad y causalidad, se denomina asociacionismo (Locke, 1999).

Algunos de los principios importantes del asociacionismo, fueron desarrollados por James y John Stuart Mill, que tuvieron relevancia dentro de la escuela económica clásica, se reproduce a continuación la explicación que realiza Michel Foucault en su trabajo “La Psicología de 1850 a 1950”: “Bajo su diversidad, las psicologías del fin del siglo XIX poseen como rango común el tomar prestado de las ciencias de la naturaleza su estilo de objetividad, y el buscar, dentro de sus métodos, su esquema de análisis. El método físico – químico. Es el que sirve de común denominador a todas las psicologías de la asociación y del análisis elemental. Lo encontramos definido con la mayor nitidez en la Logique de J.S. Mill y en su Preface to James Mill´s Analisys. Los fenómenos del espíritu tanto como los fenómenos materiales exigen dos formas de investigación: la primera intenta, a partir de los hechos, acceder a leyes más generales según el principio de la universalización newtoniana; la segunda, al igual que el análisis químico para los cuerpos compuestos, reduce los fenómenos complejos a elementos simples. La psicologia tendrá entonces la tarea de reencontrar en los fenómenos más complejos del pensamiento los segmentos elementales que los componen” (Foucault, 1994).

En forma diferenciada de esta metodología la psicología de la Gestalt, realizó un análisis global y holístico, partiendo de que los seres humanos poseen juicios a priori, junto al conocimiento experimental. La mente no es una tabla rasa, posee conocimientos aprendidos.

Max Wertheimer, fundador de la escuela gestáltica, ha dedicado una de sus obras más destacadas al pensamiento productivo, como sinónimo de pensamiento creativo y contrapuesto al reproductivo, iniciando dicha investigación sobre la experiencia del  pensamiento del físico A. Einstein. El pensamiento consiste en concebir las características y requerimientos estructurales y comprenderlos, proceder según estos requerimientos y modificar la situación dirigiéndola hacia mejoras estructurales.

La comprensión elemental no reproductiva, tendería a la organización de lo real con base en formas simétricas, completas y regulares, equilibradas y centradas, todo ello en forma inmediata y rápida. Este tipo de proceso involucra operaciones de agrupamiento, reorganización y el descubrimiento de características esenciales. El concepto de inteligencia que se maneja en la Gestalt, como la facultad para percibir el campo y la de organizar elementos en orden a la solución creativa (Gestaltungskraft) desde lo que propone el conjunto no resuelto (reestructuración) y no la mera acumulación de información dirigida a la reproducción de tareas programadas que propone el modelo de adiestramiento skinneriano.

“Según una opinión muy difundida, a los hombres no les gusta pensar, se esfuerzan por evitarlo y prefieren la repetición a la reflexión. No obstante, el verdadero pensamiento florece aquí y allá, pese a los muchos factores hostiles que lo sofocan. A menudo tenemos la fuerte impresión de que los hombres e incluso los niños, lo desean con ansias” (Wertheimer, 1991).

3. Reformulación de la función de consumo agregado.

En este apartado, se presenta la función macroeconómica de consumo keynesiana, como antecedente teórico. En segundo término, se reseñarán los principales desarrollos teóricos elaborados como respuesta al “Dilema del Consumo”; finalmente se abordarán las propuestas iniciadas por Katona, a partir de 1946.

3.1. La función de consumo keynesiana.

John Maynard Keynes, considerado el fundador de la macroeconomía moderna, presentó una propuesta alternativa a la escuela económica clásica en su libro: “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”. Uno de los puntos esenciales de su trabajo fue la forma en que la economía, ante situaciones de desequilibrio, logra retornar al equilibrio. Frente a los elevados niveles de desempleo, observados a principios de la década de 1930, el autor manifestó que: “El objetivo final de nuestro análisis es descubrir lo que determina el volumen de ocupación” (Keynes, 2003).

A tal efecto, es esencial analizar el comportamiento de la demanda agregada, partiendo del consumo de las familias como su componente más significativo, “El bosquejo de nuestra teoría puede expresarse como sigue: cuando aumenta la ocupación aumenta también el ingreso real de la comunidad; la psicología de ésta es tal que cuando el ingreso real aumenta, el consumo total crece, pero no tanto como el ingreso” (Keynes, 2003).

La función de consumo de Keynes, parte de la siguiente premisa, que  expresa en los siguientes términos: “La ley psicológica fundamental en que podemos basarnos con entera confianza, tanto a priori partiendo de nuestro conocimiento de la naturaleza humana como de la experiencia, consiste en que los hombres están dispuestos, por regla general y en promedio, a aumentar su consumo a medida que su ingreso crece, aunque no en la misma proporción. Esto quiere decir que si C es el monto del consumo e Y el ingreso (ambos medidos en unidades de salarios), ∆ C tiene el mismo signo que ∆ Y pero es de menor magnitud, es decir dC / dY es positiva y menor que la unidad” (Keynes, 2003)

El consumo agregado, depende del ingreso corriente y esa relación tiene un valor superior a cero pero inferior a uno - “crece, pero no tanto como el ingreso” -. Esta relación se denomina propensión marginal a consumir (PMC), - y refleja cómo se incrementa el Consumo ante incrementos en su variable explicativa el Ingreso –. Queda expresado de la siguiente forma:

C = Co + c.Yd

La función consumo es una recta con una ordenada al origen Co – consumo autónomo -; con pendiente dada por c, la propensión marginal a consumir, de orden positiva pero menor que la unidad; la variable independiente es el Ingreso corriente disponible: Yd. Esta forma de la función consumo, hará que la incorporación del segundo componente de la demanda agregada – la Inversión -, actúe multiplicando su efecto sobre el nivel de actividad de la economía. El valor del multiplicador de la inversión depende en forma inversa del valor de la propensión marginal a consumir.

Keynes explicitó una serie de factores objetivos y subjetivos que podrían afectar a la función de consumo, que serán de interés para el tratamiento del tema a posteriori. Dentro de los factores objetivos citó los siguientes:

a. Un cambio en la unidad de salario.
b. Un cambio en la diferencia entre ingreso e ingreso neto.
c. Los cambios imprevistos en el valor de los bienes de capital (riqueza) no considerados al calcular el ingreso neto.
d. Las variaciones en la tasa de descuento del futuro, es decir en la relación de cambio entre los bienes presentes y los futuros.
e. Los cambios en la política fiscal.
f. Los cambios en las previsiones respecto a la relación entre los niveles presente y futuro del ingreso.

Finalmente, reiteró que la propensión marginal a consumir puede considerarse una función relativamente estable, aunque admite que los factores precedentes pueden variar: “El ingreso total medido en unidades de salario es, por regla general, la principal variable de que depende el elemento consumo de la función de demanda global” (Keynes, 2003), descartando incluir a cualquier otro factor objetivo.

En el Capítulo 9 de la Teoría General, Keynes enunció los factores subjetivos que actuarían sobre el consumo impulsando a los agentes a abstenerse de gastar sus ingresos:

a. Constituir una reserva para contingencias imprevistas.
b. Proveer para una relación futura entre el ingreso y las necesidades del individuo.
c. Gozar del interés y la apreciación, como consecuencia de postergar el consumo presente por un nivel de consumo real superior en el futuro.
d. Disfrutar de un gasto gradualmente creciente.
e. Disfrutar de una sensación de independencia.
f. Asegurar una masa de maniobra para realizar proyectos especulativos o de negocios.
g. Legar una fortuna.
h. Satisfacer la pura avaricia.

Se podría denominar a estos ocho motivos: precaución, previsión, cálculo, mejoramiento, independencia, empresa, orgullo, y avaricia, pero Keynes explica:

“Ahora bien, la fuerza de todos estos motivos variará enormemente, según las instituciones y la organización de la sociedad económica que supongamos, según los hábitos formados por la raza, la educación, los convencionalismos, la religión y las corrientes morales; según las esperanzas y la experiencia, según la escala y técnica del equipo productor y según sea la distribución de la riqueza y los niveles de vida establecidos. En el cuerpo de este libro, sin embargo, no nos ocuparemos de los resultados de los cambios sociales de largo alcance ni de los efectos lentos del progreso secular” (Keynes, 2003).

Agrega, luego que los factores subjetivos:

“Incluyen aquellas características psicológicas de la naturaleza humana y aquellas prácticas e instituciones sociales que, si bien no son inalterables, no presentan probabilidades de sufrir un cambio sustancial en períodos cortos, excepto en circunstancias anormales o revolucionarias. En una investigación histórica, o al comparar  un sistema social con otro de tipo diferente, es necesario tomar en cuenta la forma en que los cambios en los factores subjetivos puedan afectar la propensión a consumir; pero, en general, supondremos en lo sucesivo que los factores subjetivos se conocen, y también que la propensión a consumir depende solamente de los cambios en los factores objetivos” (Keynes, 2003).

3.2.  El “Dilema del Consumo”

Una derivación lógica de la función de consumo keynesiana es que, si la propensión marginal a consumir se halla entre 0 y 1, entonces la propensión media a consumir (la relación  C/Y) es decreciente a medida que crece el ingreso.

En el año 1946 el economista Simón Kuznets estudió la evolución del Consumo y del Ingreso en Estados Unidos en el muy largo plazo. Sus investigaciones para el período 1869 - 1933 evidenciaron que la propensión media a consumir (PMeC) se mantenía constante en un valor en torno a 0,87, mientras que el nivel de Ingreso había crecido sustancialmente durante dicho período, por tanto los hechos contradecían a la teoría keynesiana. La evidencia empírica, a partir de los trabajos de Kuznets (1946), seguida por Goldsmith (1951) y Denison (1955), demuestra que las propensiones medias a consumir de corto y  largo plazo son diferentes entre sí, manteniéndose constante en el largo plazo, se plantea de esta forma el “Dilema del Consumo”.

Este dilema será resuelto años después, bajo dos originales teorías:
a. La teoría del Ciclo Vital elaborada por Franco Modigliani (1963).
b. La teoría del Ingreso Permanente de Milton Friedman (1957).

Ambos autores parten de los trabajos de Irving Fisher sobre decisiones óptimas intertemporales. La base microeconómica de este modelo está dada por la conocida restricción presupuestaria y las curvas de deseo del gasto que representan el mapa de indiferencia del consumidor, entre el consumo presente y el consumo futuro.

La condición de optimalidad se alcanza cuando la relación de las utilidades marginales del consumo presente y futuro iguala al "factor de interés" (1+r); esto es que las tasas marginales de sustitución del consumo intertemporal sean iguales entre sí, ante variaciones en el nivel de ingreso. Por ende los agentes económicos buscarán mantener planes de consumo marcadamente estables para toda la vida pues la utilidad marginal del consumo es decreciente.

Para funciones de consumo estables a largo plazo, la variable explicativa ingreso corriente pierde gran parte de su importancia. Por lo tanto fue complementada, por el Ingreso Permanente, obtenido a partir de las expectativas adaptativas, los ahorros y desahorros a lo largo del ciclo de vida – en mercados de capitales perfectos - y el stock de riqueza.

Con posterioridad las teorías de Friedman y Modigliani son complementadas con la hipótesis de las expectativas racionales formuladas por Robert Hall, para mejorar las estimaciones de ingresos futuros, a fin de estilizar los niveles de ingreso permanente previstos.

Cabe destacar finalmente que la función de consumo keynesiana, sigue siendo la explicación más correcta para muchas economías con imperfecciones en el mercado financiero. Así como para los sectores sociales de menores ingresos se dan restricciones de liquidez al no poder acceder al mercado de créditos. Estas situaciones limitarán en particular la compra de bienes de consumo durable.

3.3. Las propuestas de Katona sobre el Consumo Agregado.

Las propuestas anteriores se hallan dentro de elaboraciones notables de la teoría económica, que buscaron en primer lugar responder al “Dilema del Consumo”. Katona, analiza el consumo en el corto plazo,  incorporando:

a. La distinción entre bienes rutinarios y discrecionales.

La importancia de los bienes de consumo discrecionales es explicada por R. Curtin en su artículo “The University of Michigan´s Consumer Sentiment Index”: “It is the consumer that determines wether the economy moves toward expansiona and growth or toward contraction and recession. Indeed, consumer spending and residential investment account for three quarters of all spending in the domestic economy, and consumers invest more in homes, vehicles and other durable goods than business firms invest in new structure and equipment” (Curtin, 2007).

b. La compra de bienes discrecionales depende de la capacidad y del deseo de compra.

La capacidad de compra está determinada por el ingreso corriente. El deseo o voluntad de compra viene dado por la evaluación de las expectativas de ingresos futuros. Para Katona las expectativas eran una clase de actitudes, esta temprana incorporación de las mismas será décadas después desarrollada por Lucas y Hall, entre otros. “Las variables de actitudes son medidas a través de escalas de clasificación. Las escalas de actitudes se basan en la medición de la persuasión del encuestado acerca de los atributos de un producto (componente cognoscitivo) y sus sentimientos con respecto a la calidad deseable de estos atributos (componente afectivo)” (Costaguta, Retondaro, 1999).

El proceso de compra de bienes discrecionales, es un proceso complejo que parte  de la búsqueda de información, dado que usualmente se deberían a comprar a crédito los agentes económicos analizan como serán sus ingresos futuros a fin de poder cumplir con una deuda potencial. De tal forma las encuestas de Confianza de los Consumidores, indagan acerca de cómo vemos la situación económica presente, en relación a doce meses atrás y cómo suponen que será la situación dentro de un año.

c. La importancia del ahorro precautorio en el corto plazo.

Keynes había citado dentro de los factores subjetivos que afectarían al Consumo, el de constituir una reserva para contingencias imprevistas, o sea el ahorro precautorio. Pero había desechado su importancia pues consideraba que solo podía variar en el largo plazo. Si bien las diferencias de instituciones hacen que el nivel del ahorro precautorio difiera entre las economías, no menos cierto es que el mismo varía en forma contracíclica – aumenta cuando el PIB disminuye – con importantes oscilaciones en el corto plazo.

Los agentes económicos tienden a incrementar su ahorro precautorio, cuando empiezan a percibir escenarios de mayor incertidumbre - temor a perder su trabajo, temor a perder los ingresos futuros, disminución del valor del stock de riqueza por la baja del precio de las acciones, caída del precio de los inmuebles, etc. -. Cuando los agentes económicos perciben un escenario recesivo, postergan la compra de bienes discrecionales y aumentan sus ahorros precautorios, y viceversa.

Como se ha explicitado, en el proceso decisorio del consumo actúan tres tipos de variables:
Las actitudes previas.
El ambiente y cómo éste es percibido por los consumidores.
Las nuevas actitudes que dimanan de las actuales condiciones económicas.

Katona estudió al consumo agregado a partir de encuestas donde los consumidores explicitaron sus expectativas, y su predisposición o no a la compra de bienes discrecionales – indirectamente el aumento o disminución del ahorro precautorio -. De esa forma, se observa cómo el medio influye sobre las decisiones de los agentes económicos, y cómo éstos a su vez con sus acciones modifican los escenarios preexistentes. Este núcleo de ideas es el principal aporte de Katona a la función de consumo agregado.
 
 4. La caracterización de las compras de bienes de consumo durables, como compras discrecionales.

Se desarrolla a continuación la cuarta clave para comprender el sustrato teórico del Indice de Confianza de los Consumidores. A tal fin se analizarán las principales características del proceso de compra de los  bienes discrecionales. Tal como se explicó:

Los bienes discrecionales según Richard Curtin, son las viviendas, automotores y otros bienes durables. Su adquisición depende de la capacidad y del deseo de compra de la gente.

A continuación se detallan las variables que explican el proceso de compra de los bienes de consumo durable, y cómo ayudan a una mejor comprensión del ICC:

1. Las compras de bienes de consumo durables son de carácter discrecional.
2. Su proceso de compra es mucho más complejo que en las compras rutinarias.
3. En épocas de recesión se tiende a prolongar la vida útil de este tipo de bienes.

 4.1. Las compras de bienes de consumo durables son de carácter discrecional.

George Katona subdividió a los gastos de consumo de las familias en:
a.  Compras rutinarias.
b.  Compras discrecionales.

En el cuadro siguiente se resumen algunas de las características de ambos conjuntos:

Características
Compras Rutinarias
Compras Discrecionales
Tipo de Bien
Bienes de Consumo
No Durables.
Bienes de Consumo Durables.
Tipo de Necesidad
Primaria.
Secundaria.
Elasticidad ingreso de la demanda
Positiva muy cercana a cero.
Positiva superior a uno.
Respuesta frente al ciclo económico
Ultimas en entrar, primeras en salir. Oscilaciones mínimas.
Segundas en entrar  (luego de los bienes de capital)  y penúltima en salir. Variaciones porcentuales que llegan a los dos dígitos.
Frecuencia de Compra
Repetitiva
Aislada temporalmente.
Proceso de Compra
Rápido, por la elevada información acumulada y la baja implicación que tienen estos productos.
Lento, se debe recabar más información, eliminar disonancias y buscar financiamiento. Elevados Costos de Transacción
Participación porcentual dentro del Consumo Total
Mayoritario.
Minoritario.
Tendencia de dichas participaciones
Decrecientes.
Crecientes.

Son ejemplos de compras rutinarias los alimentos, y bebidas, elementos para la  higiene personal o la limpieza del hogar, en general los bienes de consumo no durables. Se los relaciona con los bienes de primera necesidad, lo que hace que sus variaciones con el ciclo económico sean ínfimas.
La compra de este tipo de bienes es repetitiva, se tiene gran cantidad de información y por ende el proceso decisorio es sumamente rápido.

En los procesos recesivos, los sectores productores de estos bienes son los últimos que ingresan en dicho proceso – y los primeros que salen – y sus porcentajes de variación son mínimos.  La elasticidad ingreso de la demanda de los bienes rutinarios, es positiva con una valor muy próximo a cero. Su compra no debería requerir endeudamiento y la reducción de su consumo, no implicaría un aumento sustancial  del ahorro precautorio. Tienen la mayor participación porcentual dentro del consumo total de las familias, pero ésta ha sido continuamente decreciente, siguiendo la tradicional explicación de la Ley de Engel.

Por el contrario las compras de bienes durables, se realizan en forma sumamente discontinua en el tiempo, pues son bienes de necesidad secundaria y tienen una larga durabilidad.

4.2. El proceso de compra es mucho más complejo que en las compras rutinarias.

Los bienes de consumo durables, se adquieren en forma muy espaciada. Su proceso de compra, tiene un elevado costo de transacción, requiere la búsqueda de información, en un sentido amplio. Asimismo, al tratarse de erogaciones elevadas, en algunos casos, se deberá requerir financiamiento alargando a su vez dicho proceso. La compra de estos bienes, suele tener sistemas de garantías y determinadas cláusulas contractuales, que lo complejizan aún más.

En síntesis desde el momento en que se empieza a pensar la compra, y el momento en que se concreta pasan varias semanas y en algunos casos meses. Aquí está un punto focal en la teoría del ICC. Por ende al indagar a los consumidores, mediante encuestas, acerca de cómo evolucionará su gasto en bienes durables en los próximos meses, se logra tener información adelantada de la tendencia del ciclo económico. Como sabemos el Consumo Agregado es el componente mayoritario de la Demanda Agregada y dado que las compras rutinarias se mantendrán relativamente constantes frente al ciclo, la variación del consumo agregado estará explicada en forma esencial por la variación de las compras de bienes de consumo durables. Según algunos estudios la comparación de la variabilidad entre la compra de bienes durables en relación a no durables es de 8 a 1.

4.3. En épocas de recesión se tiende a prolongar la vida útil de este tipo de bienes

Se compran bienes de consumo durables y se consume el flujo de servicios que el producto brinda a lo largo del tiempo. Hay un stock de bienes durables y el mismo varía por el proceso de primera compra o de renovación.

Existen aproximaciones a la vida útil de un bien de consumo durable, pero no hay fechas exactas de caducidad. En términos técnicos dicho plazo, dependerá de la evolución tecnológica, la intensidad de uso, los procesos de mantenimiento, entre otros.

En períodos recesivos los agentes económicos sienten incertidumbre en relación a su flujo de ingresos futuros, evitan aumentar su endeudamiento y, por el contrario desean elevar sus ahorros, en este caso por motivos precautorios. La eliminación de la compra de un bien de consumo durable de importancia, como un automotor, es un comportamiento habitual frente a expectativas económicas negativas. De esta forma, quien iba a realizar la primera compra, procede a postergarla, privándose del uso de dicho bien. Mientras quien deseaba recambiarlo, prolongará su vida útil, ya sea por un uso más acotado del mismo, o incrementando los servicios de reparación y mantenimiento.

Katona no incorporaba como tercer componente del Consumo a los Servicios. Componente con baja participación porcentual dentro del gasto de las familias en la Segunda Posguerra, pero que hoy demanda la mayor parte de su presupuesto.

5. Las características de los Estados Unidos de Norteamérica como sociedad afluente; donde se inicia esta investigación.

A partir de la Primera Revolución Industrial el PIB per cápita comenzó a crecer a una tasa del 0,53% anual según los estudios de A. Maddison. Durante los 800 años anteriores, a nivel mundial, dicha variable se había mantenido prácticamente sin cambios en torno a 600 dólares per cápita (dólares estadounidenses a valores del año 2003), con un incremento del 0,05% anual.

La Primera Revolución Industrial surgió en Inglaterra, se inició con la aplicación de la potencia del vapor, primero a las maquinarias de la industria textil y luego a los medios de transporte (ferrocarril y navío a vapor).

La Segunda Revolución Industrial, surgida cien años después, se basó en los desarrollos tecnológicos realizados en diversos países europeos. Pero en mayor medida el eje de la innovación se fue desplazando hacia Estados Unidos, con emprendedores como Edison o Bell a fines del siglo XIX, y ya en el inicio del siglo XX con los hermanos Wright y Henry Ford, entre otros. En este segundo período se observó:

a. La tasa de crecimiento del PIB per cápita, a nivel mundial fue de 1,3% anual (período 1870 – 1914, según Maddison).
b. La invención de nuevos  productos y de nuevos procesos productivos.
c. Muchos de estos nuevos productos, fueron conceptualmente maquinarias, que se incorporaron al hogar. La energía eléctrica fue la fuerza que permitió el ingreso de una mayor cantidad de bienes de consumo durable a la fase productiva de la familia. En los cincuenta años previos a la finalización de la Segunda Gran Guerra se habían inventado, entre otros, los siguientes bienes de consumo durables:
  • Motocicleta.                                      
  • Gramófono. 
  • Tocadiscos.    
  • Cocina eléctrica
  • Estufa eléctrica.
  • Aspiradora
  • Lavadora eléctrica.
  • Radioteléfono. 
  • Fotografía en color.
  • Reloj de pulsera
  • Lavadora
  • Batidora
  • Aire acondicionado
  • Lavavajillas
  • Radio receptor 
  • Refrigerador eléctrico casero
  • Nevera
  • Secador de pelo
  • Televisor blanco y negro
  • Grabador
  • Televisor color
  • Tostadora de pan
  • Congelador
d. El desarrollo del sistema de producción masivo en cadena, fordista, logró reducir en cinco veces el tiempo de fabricación de los automóviles. Este incremento en la productividad disminuyó los costos de producción, traduciéndose en menores precios y mayores salarios. De esta forma un bien de lujo, como era el automóvil en 1915, se transformó en un bien de fácil acceso. Este sistema de producción se reprodujo en otras empresas, junto a las teorías de la Administración Científica desarrolladas por Frederick Taylor. La política de elevados salarios de la empresa Ford Motors, ubicó a sus  operarios manuales en el umbral de la clase media. Transformó a sus empleados en potenciales consumidores de automotores, e impulsó los procesos de consumo masivo.

La economía de Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial.

La economía de Estados Unidos, antes de fines de la década del ´20, ya era la principal economía del mundo, si bien Londres seguía manteniéndose como la primera plaza financiera internacional, una vez finalizada la Segunda Guerra, quedó instaurada definitivamente la supremacía económica americana.

Cuadro 1. PIB PER CAPITA
Medido en dólares del año 1990

País
PBI per cápita en el año 1950
Estados Unidos
9.561
Europa Occidental
4.578
URSS
2.841
Promedio Mundial
2.113

Fuente: A. Maddison. www.ggdc.net/maddison
 
En el año 1950 el PIB per cápita en Estados Unidos duplicaba al de Europa Occidental.  A su vez institucionalizó el sistema de libre comercio y los tipos de cambio fijo que había brindado excelentes resultados en el período 1870 – 1914, con el FMI – el Sistema de Bretton Woods de patrón dólar vigente hasta 1971 -; y con las Rondas Gatt / OMC, que buscaban liberalizar al comercio internacional, a partir de la Carta de La Habana. Nuevamente este sistema brindó un excelente resultado a la economía mundial, cuyo PIB per cápita creció entre 1950 y 1973 a una tasa del 2,93% anual, con bajas tasas de inflación y niveles de desempleo decrecientes.

Los factores productivos de la economía americana, a partir de 1946, se reasignaron para los tiempos de paz.  Las investigaciones sobre las expectativas de los consumidores centradas en las decisiones de compra de bienes discrecionales, se desarrollaron en la economía norteamericana de la Segunda Posguerra por diversas razones:

a. En las décadas precedentes se habían incorporado un gran número de bienes de consumo durable a las posibilidades de compra de las familias.
b. Por el desarrollo de los sistemas de producción masivos en las empresas, que conllevarán la masividad en el consumo.
c. El liderazgo económico de Estados Unidos establecido a partir del año 1945, en una sociedad con el mayor nivel de PIB per cápita y que impulsó un proceso sostenido de crecimiento económico a nivel interno e internacional.
d. Dado que el acceso al crédito facilita la compra de bienes discrecionales, debe mencionarse que la sociedad americana contaba con una importante experiencia en este aspecto: el desarrollo del mercado de préstamos hipotecarios, la financiación otorgada por las empresas para la compra de bienes, como el caso de General Motors, y la aparición de las tarjetas de crédito en 1951.

Se considera a los puntos descriptos en el presente estudios las bases que explican al ICC que se inició con las investigaciones de George Katona.



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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CURTIN, RICHARD (2007), "The University of Michigan's Consumer Sentiment Index" en Encyclopedia of Survey Research Methods, Paul Lavrakas, Sage.
FOUCAULT, MICHEL (1994), Dits et écrits, Paris, Gallimard (1957).
FRIEDMAN, MILTON (1957), A theory of Consumption Function, Princeton, Princeton University Press, (1957).
KANT, IMMANUEL (2002), Crítica de la razón pura, Madrid, Tecnos (1781).
KATONA, GEORGE (1980), Essays on Behavioral Economics, Michigan, Institute for Social Research, University of Michigan (1980).
KEYNES, JOHN MAYNARD, Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero, México, Fondo de Cultura Económica (1936).
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