«El cerebro es
más amplio que el cielo puesto que, si los juntamos,
uno contendrá
al otro fácilmente y a tí también».
Emily
Dickinson
Requería Herón
II, rey de Siracusa y pariente de Arquímedes (287 a.C. – 212 a.C.), saber si la
corona encargada al orfebre local era realmente de oro puro. Advirtió el rey a
Arquímedes, expresamente, que no dañase la corona. Arquímedes dio varios rodeos
al problema, hasta que un día, al meterse en la bañera, vino a solucionar el
asunto. De acuerdo con lo percibido, pensó que el agua que se desbordaba tenía
que ser igual al volumen de su cuerpo en ella sumergido, por lo que, trasladando
el asunto a la corona de Herón, si medía el agua que rebosaba al meter la
corona, accedería a saber el volumen de ésta, y acto seguido, podría compararlo
con el volumen de un objeto de oro que pesase igual que la corona. Si los
volúmenes no fuesen iguales, sería la prueba de que la corona no era de oro
puro. Excitadísimo por el descubrimiento, salió del baño y corriendo desnudo, a
palacio, gritaba: ¡Lo encontré! ¡Lo encontré! En griego eurhka (Eureka), pasa a
la posteridad como la expresión que anuncia el descubrimiento. Arquímedes logró
demostrar que la corona tenía mayor volumen que un objeto de oro con el mismo
peso, contenía plata, un metal de menor densidad que el oro. “La fórmula”
fundamental de la teoría Gestalt, puede ser expresada de la siguiente forma:
Hay todos cuyo comportamiento no está determinado por sus elementos
individuales, sino donde los procesos parte se encuentran determinados por la
naturaleza intrínseca del todo. Es la esperanza de la teoría Gestalt el
determinar la naturaleza de tales todos”.
M. Wertheimer, lección dada en 1924 en la Sociedad Kantiana de Berlín.
M. Wertheimer, lección dada en 1924 en la Sociedad Kantiana de Berlín.
1. Introducción
Max Wertheimer
fue uno de los fundadores de la Escuela de la Gestalt y uno de los primeros
psicólogos en tratar el tema de la Creatividad. En su libro “El pensamiento
productivo”, publicado en 1945, analizó los procesos creativos desarrollados
por Galileo Galilei y Albert Einstein.
En el presente
trabajo se describirá la propuesta de M.Wertheimer acerca del Pensamiento
Productivo, por su relación con la creatividad. A continuación: (1) se
presentará un conjunto de nociones sobre la creatividad; (2) se desarrollarán las
ideas centrales de la escuela de la Gestalt; y (3) se analizará el libro El
Pensamiento Productivo.
2. Creatividad conceptos básicos
2.1. Definiciones
de creatividad.
La
creatividad, se percibe como el reflejo de una cultura de posibilidades, y de
nuestra capacidad de imaginar, hacer y cambiar.
Es la capacidad
para formar combinaciones, para relacionar o reestructurar elementos conocidos,
con la finalidad de alcanzar resultados, ideas o productos, a la vez originales
y relevantes. Esta capacidad
puede atribuirse a las personas, grupos, organizaciones, y también a toda una
cultura. La creatividad equivale a una forma posible de incrementar los recursos
disponibles que son necesariamente finitos.
Donald Mac
Kinnon, propuso que “…La creatividad es un proceso que se desarrolla en el
tiempo y que se caracteriza por la originalidad, el espíritu de adaptación y el
cuidado de la realización concreta…” Para este autor se deben cumplir al menos
tres condiciones: (1) Una respuesta o idea original o al menos muy poco
frecuente. (2) Originalidad en el pensamiento y en la acción, pero adaptada a
la realidad, a un problema o una finalidad bien definida. (3) Ahondamiento
de una idea original, trabajo y desarrollo para un resultado final.
Arthur Koestler, definió la creatividad como una “…conexión de niveles de experiencia o marcos de
referencia previamente desconectados, es decir, que para formar un nuevo
concepto o idea, se deben fusionar dos o más conceptos o experiencias
independientes y desconectadas…”
Elliot Eisner,
desde un análisis gestáltico aplicado a la creación artística definió cuatro
tipos de conducta creadora que
también podrían aplicarse a otras áreas de actividad:
(1)
Extender los límites: redefinir situaciones o ampliar los usos que tienen los objetos o ideas
comunes.
(2)
Invención: creación de objetos nuevos a partir de la combinación de objetos
conocidos.
(3)
Romper los límites: cuestionar o rechazar las premisas en las que se basan las
interpretaciones sobre lo real y aceptado.
(4)
Organización estética: organizar determinados elementos de manera
satisfactoria, armoniosa y funcional.
Teresa
Amabile, la conceptualiza dentro de su modelo de tres componentes: “…La creatividad existe en tanto existan: destrezas en el campo, destrezas para la
creatividad, y características específicas de motivación a la tarea…”. La
autora sostiene que las motivaciones internas son más importantes que las motivaciones
externas para dinamizar la creatividad.
Mihály Csíkszentmihályi y Jacob Getzels consideraron “…el proceso creativo como una respuesta a una situación problemática,
proceso que consta de las fases típicas de ‘formulación del problema’,
‘adopción de un método de resolución’ y ‘búsqueda de solución’…”
Destacaron la primacía del problema sobre la solución: “…El elemento
significativo en la realización creativa es la manera en que se concibe el
problema, porque sólo a una pregunta fructífera puede darse respuesta
con soluciones creativas. Su conclusión es que el acto creativo implica el
descubrimiento del problema, tanto como su solución…”.
En las
definiciones presentadas, se puede observar la importancia de:
(1) La
personalidad creativa.
(2) Los procesos
que se desarrollarían para obtener resultados creativos -desde el
descubrimiento de un nuevo problema hasta la combinación novedosa de elementos
existentes-.
(3) Los productos
creativos como resultado de dichos procesos y las características que los
definirían como tales: novedosos y valiosos, etc.
2.2. Historia del concepto de creatividad
El filósofo
polaco Wladyslaw Tatarkiewicz, en su libro “Historia de seis ideas: arte,
belleza, forma, creatividad, mimesis, experiencia estética”, diferenció cuatro
etapas en la evolución del concepto creatividad.
Primera etapa:
En la
antigüedad no existía el concepto creatividad. El arte se limitaba a reproducir
objetos, en forma armónica y proporcionada, con base en la techné entendida
como el conjunto de procedimientos y su forma de aplicación con tal finalidad. Para
la cultura griega, sólo los poetas eran considerados creativos. La palabra
poeta deriva de poiesis que significa fabricar o inventar en forma libre,
situación que los diferenciaba de la imitación característica de los otros
artistas. Platón consideraba a los poetas como responsables de transfigurar las
cosas y producir ficciones y engaños que atentaban contra una educación justa y
virtuosa.
La creatividad en la Grecia Clásica.
“…El concepto de creador y creatividad implica la
libertad de acción mientras que el concepto griego de artista y de las artes
presuponía una sujeción a una serie de leyes y normas. El arte se definía como
la ´fabricación de cosas según unas normas´ conocemos muchas definiciones de
este tipo que han sido halladas en escritos antiguos. La diferencia entre
un artista y un creador sería pues dual: el artista no crea sino que imita y se
rige por leyes, no por la libertad…” (Tatarkiewicz, W., 2001).
Según Tatarkiewicz para los antiguos griegos: “…La
Naturaleza es perfecta y el hombre debería parecerse a ella a través de sus
actividades: la naturaleza está sujeta a leyes, por tanto él debería descubrir
sus leyes y someterse a ellas y no buscar la libertad que puede
desviarle fácilmente de ese posible optimum a alcanzar en sus actividades.
Esta postura de los antiguos puede expresarse igualmente como sigue: “… el
artista es un descubridor, no un inventor…”
Pero para los griegos había una excepción, la poesía:
“…Los griegos no asociaron al poeta con los artistas, ni tampoco la poesía con
el arte. Existía una doble diferencia. En primer lugar, el poeta hace cosas
nuevas trae un nuevo mundo a la vida, mientras que el artista simplemente
imita. Y en segundo lugar, el poeta no está sometido a una serie de leyes como
lo están los artistas, es libre en lo que hace. No existía un término que se
correspondiese con el de ´creatividad´ y ´creador´, pero en realidad se pensaba
que el poeta era alguien que creaba, y solo a él se le consideraba así…”
(Tatarkiewicz, W., 2001)
Al respecto es de interés lo expresado J.L. Borges:
“…Escribir un poema es ensayar una magia menor. El instrumento de esa magia, el
lenguaje, es asaz misterioso. Nada sabemos de su origen. Sólo sabemos que se
ramifica en idiomas y que cada uno de ellos consta de un indefinido y cambiante
vocabulario y de una cifra indefinida de posibilidades sintácticas. Con esos
inasibles elementos he formado este libro. (En el poema, la cadencia y el
ambiente de una palabra pueden pesar más que el sentido)…” (Borges, J.L., 1985)
En latín,
existían los términos creatio y creare, donde creator era sinónimo de padre y
creator urbis, fundador de una ciudad. El concepto creatividad se podría
asimilar al de ingenio, término que en la época romana, fue definido por
Cicerón como la capacidad de apartar el espíritu de los sentidos, y de liberar
al pensamiento de lo acostumbrado.
Segunda etapa:
Desde la
llegada del cristianismo hasta prácticamente la Ilustración, la palabra
creatividad, estuvo ligada exclusivamente a la teología: Creator era sinónimo
de dios. El uso de las palabras, creatio ex nihilo, designaba al gran acto
divino de creación de todo lo existente a partir de la nada, privando al hombre
de la posibilidad de crear, solo Dios podía hacer algo a partir de la nada.
Tercera etapa:
Se inició en
el siglo XVIII, con la incorporación del término creador al lenguaje del arte,
convirtiéndose en sinónimo de artista.
La creatividad se vinculó al concepto de imaginación. Desde mediados del siglo
XVIII hasta principios del siglo XIX, hubo dos corrientes de pensamiento que
impactaron sobre la creatividad en el arte:
La Ilustración
con su objetivo de emancipación de la humanidad a través del conocimiento y de
la razón, sintetizada en la frase de Kant “…sapere aude…” (…atrévete a saber…). Este movimiento, impulsaba una mayor libertad de
expresión pública, generando un ámbito más propicio para la labor creativa
artística.
Con
posterioridad el Romanticismo, inició la recuperación de la creatividad
inmanente a las formas de vida. Se dio impulso a la faz emotiva, revalorizando
los mitos y leyendas antiguos, en particular los medievales. Destacó las
particularidades de las tradiciones nacionales y la figura del genio artístico,
que expresaba el sentimiento de esos pueblos.
Entre la Razón de la Ilustración y el genio creador
del Romanticismo.
“…El sueño de la razón produce monstruos…”.
“…La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles.
Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos…”.
Francisco de Goya.
Rima III.
“…Locura que el espíritu
exalta y desfallece,
embriaguez divina
del genio creador...
Tal es la inspiración.
exalta y desfallece,
embriaguez divina
del genio creador...
Tal es la inspiración.
…
Raudal en cuyas ondas
su sed la fiebre apaga,
oasis que al espíritu
devuelve su vigor...
Tal es nuestra razón.
su sed la fiebre apaga,
oasis que al espíritu
devuelve su vigor...
Tal es nuestra razón.
Con ambas siempre en lucha
y de ambas vencedor,
tan sólo al genio es dado
a un yugo atar las dos…”
y de ambas vencedor,
tan sólo al genio es dado
a un yugo atar las dos…”
Gustavo Adolfo Bécquer.
“…La Ilustración suele definirse, de forma demasiado limitada, como un
movimiento ideológico que se caracteriza por el predominio de la razón y de lo
abstracto sobre cualquier otro aspecto de la condición y de la experiencia
humanas. La expresión artística de ese movimiento es el denominado
Neoclasicismo, que, como se sabe, hunde sus raíces en las formas estéticas
clásicas. Este Neoclasicismo se caracteriza por la regularidad y el equilibrio
entre las diferentes partes de la obra artística, por las tres unidades
teatrales, por el buen gusto y por el justo medio.
La Ilustración se empeñó en hacer mejor la sociedad y creyó en el
perfeccionamiento del individuo y de la civilización, siguiendo planteamientos
de progreso científico y cultural que se formulan en el siglo XVII... La
Ilustración, por tanto, se puede entender como el lado positivo de la
Modernidad que se inicia con ella, aquél que cree en la posibilidad de mejorar
a los individuos y su entorno. Pero esa Ilustración, que se suele caracterizar
como racional y sólo racional, descubrió también al individuo, al Yo.
El fracaso del proyecto ilustrado de una sociedad futura mejor llevó a la
insatisfacción y a añorar un tiempo pasado en el que se supuso que el hombre
fue más feliz; ese tiempo, en parte representado por las ruinas, se idealizó
porque se había perdido. Lo que aglutinó toda esa insatisfacción se llamó
Romanticismo, que es la cara desengañada de la Modernidad, la comprobación de
que después del progreso no hay nada, o sólo está la Nada; la constatación de que
ese progreso no mejora al individuo ni hace que la sociedad sea más justa, sino
que lo sume en la decepción y la agonía… Muchos de los que vivían en el período
de vigencia ilustrada eran conscientes de que ni la razón ni la ciencia daban
respuesta a todas las preguntas, de que había un lado irracional en el hombre
que no se explicaba sólo desde el racionalismo… frente a los intentos
científicos de reducir toda la experiencia a sistema y catálogo, siguiendo los
modelos de la botánica y de la zoología en aplicación de los principios
cartesianos, se levantaron las voces de los que consideraban que más allá de
esas tablas y taxonomías había una vida o unas experiencias humanas de las que
había que dar cuenta, y a las que no llegaba el plan ilustrado…
(En el Romanticismo) Estos héroes valerosos, independientes y temerarios,
son lo contrario del hombre sabio, del que ha estudiado y es especialista en
alguna materia; este héroe sólo se necesita a sí mismo para guiar a los demás.
Puede dudar o no, pero sus acciones le llevarán a mundos y a experiencias
nuevas, que sobre todo significan un mayor conocimiento de sí mismo y del modo
de trasladar ese conocimiento. Para dar cuenta de ese bagaje, el Romanticismo
elaboró un lenguaje nuevo, adecuado a la expresión del interior humano; un
lenguaje aproximativo que es más metáfora e imagen, que no es directo, y que es
el instrumento del genio desbocado y libre. Uno de los resultados de estos
cambios fue que se prefirió la vida interior (también escenificar la intensidad
y originalidad del individuo) y reflejarla en formas de arte. La literatura y
el arte se hicieron emocionales, personales, emotivos y conmovedores, y
abandonaron los clichés y la poética clasicista. De la arbitrariedad clasicista
se pasó a la arbitrariedad subjetiva…
Así pues, el Romanticismo es abismo, tentación, libertad, fantasía,
imaginación, pero es también nostalgia del pasado idealizado, de lo seguro y
tradicional y de la naturaleza frente a la civilización y sus ciudades…
Si la Ilustración había creído en la posibilidad de perfeccionar la
sociedad y en el hombre como motor de ella, como individuo que adquiere su
sentido en la comunidad; si había creído en la ciencia y en la técnica, en la
economía, como formas de mejorar el entorno, y si el modelo del individuo había
sido el de la utilidad y el patriotismo, con el Romanticismo, los valores
fueron los del individualismo, los del hombre solo frente al mundo, que ni le
comprende ni él entiende, los de la rebeldía y el sentimiento frente a la
razón…” (Alvárez Barrientos, J., 2009).
Desde mediados
del siglo XIX, el término creatividad comenzó a extenderse a otros asuntos
humanos, en particular a científicos e inventores. El científico inglés Francis
Galton en su obra “El genio hereditario” ( 1869) realizó una primera
explicación sistémica sobre la creatividad científica, sesgada hacia las dotes
innatas. El autor expresaba que el talento de las personas era hereditario:
“…Me propongo mostrar en este libro que las habilidades naturales del hombre se
derivan de la herencia, bajo exactamente las mismas limitaciones en que lo son
las características físicas de todo el mundo orgánico…” Se eliminó el supuesto
que toda creación debe ser a partir de la nada, suprimida dicha restricción,
todas las personas pueden ser creadoras a partir de los elementos existentes.
Cuarta etapa:
El cuarto
período, corresponde al siglo XX, la expresión creador se aplicó a toda
manifestación cultural. En este período se comenzó a hablar de creatividad en
la política, la tecnología, etc. Las palabras creador y creatividad se
expandieron a todo tipo de actividad humana. Toda persona es potencialmente
creativa. “…El hombre es creativo cuando
no se limita a afirmar, repetir, imitar, cuando da algo de sí mismo…”
(Tatarkiewicz, W. 2001).
El filósofo
John Dewey, uno de los primeros en tratar los procesos creativos, propone un análisis riguroso de los actos del
pensamiento distinguiendo cinco pasos:"...Tras el examen, cada instancia revela, más o menos claramente, cinco pasos lógicamente distintos: (i) una dificultad sentida;
(ii) su ubicación y definición; (iii) sugerencia de posible solución;
(iv) desarrollo por razonamiento de los rumbos de la sugerencia;
(v) observación adicional y experimento conducente a su aceptación o rechazo;
Es decir, la conclusión de creencia o incredulidad..." (Dewey, J.1910).
Desde la
psicología cuyos investigadores ya habían realizado algunos aportes al tema de
la creatividad, entre ellos M. Wertheimer, se desarrolló a partir de 1950 una
labor de investigación centrada en esta cuestión. En dicho año, J.P. Guilford
propuso el estudio de los perfiles psicológicos que definen a las personas más
creativas, en el discurso que pronunció como presidente de la Asociación
Estadounidense de Psicología. En períodos posteriores se aplicaron una variedad
de testes para generar indicadores con el objetivo de definir el grado de
creatividad en las distintas personalidades y en quienes mostraban un estilo de
pensamiento divergente[1]. Uno de los más reconocidos ha sido el “Torrance Tests of Creative
Thinking”, basado en la medición de la creatividad a partir de cuatro escalas
de valores: Fluidez, Flexibilidad
(posteriormente eliminada), Originalidad y Elaboración.
En décadas más
recientes se consideró que la aproximación precedente era limitada y se
desarrollaron, entre otros, los modelos componenciales que incluían diversos
aspectos influyentes sobre la creatividad de los individuos. En particular,
cognitivos, motivacionales y situacionales. Como expresa T. Amabile (1996): “…Todos los seres humanos con capacidades
normales, son capaces de producir, por lo menos moderadamente, trabajo creativo
en algún área…”, para luego destacar la importancia del ámbito en dicho
proceso: “…el entorno social puede influir tanto en el nivel como en la
frecuencia de la conducta creativa…”.
En esta nueva
etapa se retoma la tradición del estudio de la creatividad a nivel psicosocial,
que se había iniciado un siglo antes con los trabajos de G. Tardé y luego G.H.
Mead (autor que sustenta la propuesta de creatividad por interacción), y se
amplía con enfoques socioculturales.
3. Max Wertheimer, la Gestalt y el
Pensamiento Productivo
3.1. La
escuela de la Gestalt
La Escuela de Gestalt
o teoría de las formas, fue iniciada por M. Wertheimer en 1910 dentro del
Instituto Psicológico de la Universidad de Frankfurt, con base en sus
investigaciones sobre la percepción visual del movimiento, o “fenómeno phi”. Al
exponer ante un sujeto dos líneas separadas a poca distancia y estacionarias en
veloz aparición y desaparición de cada una de ellas, éste percibía el
movimiento de una línea única que se desplazaba entre la primera y segunda en
forma continua. Este experimento que refleja la ilusión óptica de movimiento
continuo, fue publicado con el título “Estudios experimentales de la percepción
del movimiento” en 1912.
Otros miembros
de esta escuela fueron Wolfgang Köhler, Kurt Koffka, George Katona y Kurt
Lewin.
La corriente de
la Gestalt, palabra que en alemán significa forma, deriva de las teorías
perceptuales del matemático Ernst Mach y del filósofo Christian Von Ehrenfels.
E. Mach precisó
las propiedades de las formas espaciales como totalidades perceptuales. Estas
formas –p.ej. un cuadrado- poseen cualidades que las distinguen de sus
elementos constitutivos –cuatro líneas de igual longitud unidas por cuatro
ángulos rectos-. Las sensaciones se organizan en la conciencia y se percibe
como cuadrado, al margen que varíen sus dimensiones y/o color.
C. von
Ehrenfels, publicó en 1890 “Uber Gestaltqualitäten”, en esta obra analiza el
concepto de la cualidad de la configuración, estudiando una melodía: “…Las
propiedades de una forma y estructura son diferentes de las propiedades de los
elementos que la componen. Propuso el reconocido ejemplo de la melodía: si una
melodía sólo fuera la suma de las partes, de los sonidos, al cambiar de sonidos
cambiaría la melodía; pero puede interpretarse la melodía en otro tono, por lo
tanto, cambiando todos los sonidos, sin que cambie la melodía. Así probó von
Ehrenfels que el todo es algo más que la
suma de las partes…” (Furió, V., 2002).
La psicología
de la Gestalt, se centra en el análisis de la percepción. El proceso perceptivo
consta de dos etapas: (1) La recepción, a
través de los órganos sensoriales, de la información –p.ej. un objeto, una
música, o una teoría-; (2) La comprensión, mediante conocimientos “a priori”,
de las sensaciones recibidas definiendo lo percibido en un concepto.
El objeto de
ese proceso es una experiencia consciente; que conforma una totalidad no
susceptible de descomponer en partes sin modificar su orden cualitativo, por
estar dotada de significado.
A continuación
se presentan las principales características de la psicología gestáltica:
(1)
La percepción
es el proceso fundamental de la actividad mental. Las otras actividades psicológicas –el pensamiento,
la memoria, etc.– dependen del correcto
funcionamiento de la secuencia en que se organiza la percepción.
(2) Los procesos de aprendizaje, de acuerdo a los términos gnoseológicos de Kant que
sirven de base a esta escuela dependen, en parte, de juicios “a priori”.
Kant sostiene que existe una forma de conocimiento
previa a la experiencia, diferentes de las ideas innatas de Descartes. El
sujeto cognoscente posee “a priori” la propia estructura de la facultad
cognoscitiva. En la “Crítica a la razón pura” Kant detalla las tres facultades
que intervienen en el conocimiento: la
sensibilidad (Sinnlichkeit), el entendimiento (Verstand) y la razón (Vernunft).
El conocimiento humano es un proceso que surge de: (1)
La intuición sensible, capacidad de
recibir representaciones. El conocimiento humano se inicia por los sentidos,
los únicos medios que relacionan los objetos con el sujeto. (2) El entendimiento no procede ni se deriva
de la experiencia. Es “a priori”. Permite
pensar las impresiones recibidas por medio de conceptos. El entendimiento sintetiza la multiplicidad de
representaciones sensibles en juicios inteligibles. (3) La razón articula estos juicios inteligibles
en argumentaciones, con el objeto de llegar progresivamente a principios
más generales.
“…Nuestro conocimiento emana de dos fuentes principales
del espíritu: la primera consiste en la capacidad de recibir las representaciones
(la receptividad de las impresiones), y la segunda en la facultad de conocer un
objeto por medio de esas representaciones (la espontaneidad de los conceptos).
Por la primera, nos es dado un objeto, por la segunda, es pensado en relación
con esta representación (como pura determinación del espíritu). Constituyen, pues,
los elementos de todo nuestro conocimiento, la intuición y los conceptos; de tal
modo que no existe conocimiento por conceptos, sin la correspondiente intuición o por intuiciones sin conceptos…
…Si llamamos sensibilidad a la capacidad que tiene
nuestro espíritu de recibir representaciones (receptividad) en tanto que es
afectado de una manera cualquiera, por el contrario, se llamará Entendimiento,
la facultad que tenemos de producir nosotros mismos representaciones o la
espontaneidad del conocimiento. Por la índole de nuestra naturaleza, la
intuición no puede ser más que sensible, de tal suerte, que sólo contiene la
manera como somos afectados por los objetos. En Entendimiento, al contrario, es
la facultad de pensar el objeto de la intuición sensible…”
(Kant, I.,
1883)
(3)
Entre la sensación percibida y la formación de su
concepto existe un proceso interno para “organizar” la imagen, que no es sólo la suma de los elementos sensoriales. Las investigaciones realizadas
por los psicólogos gestálticos, demostraron que la percepción es un proceso
holístico.
Desde su primer experimento constataron que los sujetos
percibían movimientos donde en realidad no los había. Se trata de una percepción
creada (construida) por el observador.
Estos fenómenos no se comprenden con el estudio de los
elementos, son fenómenos irreductibles que emergen de las relaciones entre
ellos.
La percepción de
la realidad se verifica en totalidades unificadas, significativas. Lo significativo es la organización, no los
elementos aislados. La Gestalt estudió la organización perceptual y elaboró un
conjunto de trece principios. Los principios o modalidades de organización
perceptual más reconocidos son, entre otros:
(3.1) Ley de la pregnancia o de la buena forma,
el cerebro humano ordena los elementos parcialmente percibidos por los sentidos
de la forma más simple y representativa posible. La figura percibida finalmente
tenderá a ser completa, simétrica,
equilibrada, proporcional, con volumen y profundidad.
(3.2) Ley de la proximidad, “…los elementos próximos tienden a ser
vistos como constituyendo una unidad antes que los elementos alejados…”
Wertheimer. Ante la presentación de seis líneas paralelas, como se muestra en
el esquema, el campo visual tenderá a agruparlas en tres conjuntos separados de
dos líneas cada uno.
II II
II
(3.3) Ley de la relación figura-fondo, el cerebro no podría interpretar un objeto como figura
o fondo simultáneamente. Según las preferencias y las experiencias de las
personas, se percibirá uno de los elementos como figura, y el restante como
fondo, y viceversa.
(3.4) Principio de cierre, las formas abiertas o inconclusas resultan
desagradables, por tanto las personas tendemos a completar lo que se considera
faltante. En particular se incorpora al objeto visualizado las líneas y
elementos que circundan su superficie.
(4)
Su
propuesta evidencia una clara diferenciación con las escuelas precedentes
como la de Wundt. Titchener, Thorndike y Watson. La Gestalt fue crítica con la teoría
del asociacionismo:
El
asociacionismo, de origen en Aristóteles, que lo admitió en forma parcial, fue
desarrollado por John Locke en su obra “Ensayos sobre el Entendimiento Humano”
en 1690, trabajo donde se sientan detalladamente las bases del empirismo.
Para Locke no
hay conocimientos innatos, por tanto dedica especial interés en estudiar cuál
es la génesis de las ideas. Su punto de partida es que las nociones surgen de
la experiencia. A través de los sentidos conocemos un objeto, por ejemplo una
flor -su olor, su tacto, su color, su forma, etc. –. Este autor considera que
cada una de estas sensaciones es una idea simple, un átomo de
conocimiento.
La idea de la flor, es una idea compleja que se forma
por la relación de las ideas simples que la componen. Este proceso guiado por determinadas leyes, como las
de semejanza, contigüidad y causalidad, se denomina asociacionismo.
Con
posterioridad algunos de los principios más importantes del asociacionismo,
fueron desarrollados por James y John Stuart Mill. Se considera de interés el
comentario de Michel Foucault en su trabajo “La
Psicología de 1850 a 1950”:
“…El método físico–químico es el que sirve de común
denominador a todas las psicologías de la asociación y del análisis elemental.
Lo encontramos definido con la mayor nitidez en la Logique de J.S. Mill y en su
Preface to James Mill´s Analisys. Los fenómenos del espíritu tanto como los
fenómenos materiales exigen dos formas de investigación: la primera intenta, a
partir de los hechos, acceder a leyes más generales según el principio de la
universalización newtoniana; la segunda, al igual que el análisis químico para
los cuerpos compuestos, reduce los fenómenos complejos a elementos simples. La
psicologia tendrá entonces la tarea de reencontrar en los fenómenos más
complejos del pensamiento los segmentos elementales que los componen...”.
M. Wertheimer (1945/1991), lo explica en los siguientes términos:
“…Afrontemos
la situación teórica sin rodeos. La teoría de la asociación y, en muchos
aspectos, la lógica tradicional manifiestan las siguientes características en
sus operaciones concretas y en su modo de abordar y centrar el cuadro general
del problema.
En su
propósito de llegar hasta los elementos del pensamiento, despedazan sus
procesos vivos y los tratan sin ver su estructura, dando por sentado que son un
agregado, una suma de elementos. Al abordar nuestro tipo de procesos sólo
pueden disecarlos, mostrándolos por ende como algo muerto, despojado de todo su
contenido viviente... Las conexiones, los elementos, los datos y las
operaciones son ciegos o neutrales en lo estructural: ciegos a su función
dinámica estructural dentro del todo y ciegos a los requerimientos
estructurales.
Todo esto
imposibilita la captación directa del tipo de procesos productivos que hemos
descrito…”
3.2. Max
Wertheimer y el Pensamiento Productivo
Cuando aún
residía en Alemania, Wertheimer entabló amistad personal con Albert Einstein y
con la colaboración de éste sometió a estudio sus procesos creadores desde el
punto de vista de la psicología de la Gestalt. “…En un período maravilloso
iniciado en 1916 tuve la fortuna de pasar horas enteras sentado junto a
Einstein, a solas en su estudio, escuchando de sus labios la historia de los
impresionantes acontecimientos que culminaron con las formulaciones de la
teoría de la relatividad…”. (Wertheimer, M., 1945).
Pudo demostrar
así que a menudo la inspiración le venía a Einstein bajo la forma de una
grandiosa idea (en esencia, una Gestalt), y que sólo posteriormente derivaba de
ella los pormenores (p. ej. Una fórmula específica). Wertheimer (1945/1991)
incluyó su análisis de los procesos creativos de Einstein en su libro “El
Pensamiento Productivo”. En ese texto el autor se hace las siguientes preguntas:
¿Cuáles fueron los pasos decisivos en el desarrollo de la teoría de la
relatividad de Einstein?, ¿Cómo descubrió Galileo la ley de la inercia
horizontal que inició la física moderna?, ¿Cuál es el proceso que da origen al creativo
pensamiento productivo, frente al reiterado pensamiento reproductivo?
En dicho texto
analiza los procesos de la lógica tradicional y del asociacionismo, para luego
detallar los conceptos de la gestalt que explican la acción de nuestro pensar.
“…En la teoría clásica de la asociación una
“idea” es algún remanente de la percepción, una copia o, en términos modernos,
un rastro dejado por las estimulaciones. ¿Cuál es la ley fundamental de la
sucesión e interconexión de estos elementos? La respuesta es muy elegante por
su simplicidad teórica: si dos elementos, a y b, han aparecido a menudo en
forma conjunta, una aparición subsiguiente de a hará que el sujeto se acuerde de b. La forma de conexión entre estos elementos es básicamente
similar a la que existe entre el número telefónico de un amigo mío y su nombre,
o al modo en que unas sílabas carentes de sentido se vuelven reproducibles
cuando se aprenden dispuestas en serie, o la manera en que se condiciona a un
perro para que responda mediante su salivación a determinado sonido musical.
Tal como había sostenido David Hume, los factores
esenciales son el hábito y la experiencia pasada, en el sentido de una
repetición de elementos contiguos, o sea, la inercia más que la razón.
La lista de operaciones vendría a ser la siguiente:
Asociación con la adquisición de conexiones-vínculos
basados en repeticiones.
Papel desempeñado por la frecuencia y la proximidad
temporal.
Rememoración de experiencias pasadas.
Ensayo y error con éxito fortuito.
Aprendizaje basado en el éxito reiterado.
Actuación acorde con las respuestas condicionadas y el
hábito…”
La lista complementaria de operaciones del pensamiento
productivo, estudiado por Werthemier, es:
“…En estos procesos hallamos factores y operaciones,
esenciales para el pensamiento, que los enfoques tradicionales no habían
advertido o atendido. La naturaleza
misma de estas operaciones –agrupamiento, centramiento, reorganización, etc.- es
adecuada para la estructura de la situación (véase la Tabla III) y ajena al
espíritu de los enfoques tradicionales y a las operaciones que tienen en cuenta…
Tabla III
El pensamiento consiste en
concebir las características y requerimientos
estructurales y comprenderlos, proceder según estos requerimientos y en la
forma que ellos determinen, modificar así la situación dirigiéndola hacia
mejoras estructurales, lo cual implica:
Visualizar y tratar estructuralmente las lagunas, las
zonas molestas, las perturbaciones, las superficialidades, etc;
Buscar las relaciones estructurales internas – encaje o falta de encaje –
entre dichas perturbaciones y la situación dada, vista como un todo, y entre
sus diversas partes;
Efectuar operaciones de
agrupamiento y segregación estructurales, centramiento, etc;
Ver y tratar las operaciones en su lugar y papel
estructurales, así como en su significado dinámico estructural, incluidas la
comprensión de los cambios implícitos.
Darse cuenta de la transponibilidad y la jerarquía
estructurales, separando las directrices estructuralmente periféricas de las
fundamentales (en un caso particular de agrupamiento);
Buscar la
verdad estructural, más que una verdad que vaya por partes…”
(Wertheimer, M. 1945/1991)
Para la
Gestalt la inteligencia es la facultad para percibir el campo y organizar
elementos en orden a la solución creativa (Gestaltungskraft), al proponer una reestructuración
del problema no resuelto. Como se puede observar el proceso analizado por
Wertheimer es mucho más complejo y holista que los considerados
por los métodos tradicionales. "...Específicamente, la creatividad requiere la
reestructuración del problema dado para que se perciba desde una
perspectiva completamente diferente..."(Simonton, D. 2001).
La
organización de elementos por la vía relacional podría tener como efecto
posterior la generación de soluciones novedosas, que pueden llegar a la conciencia
en momentos inesperados. Su metáfora prototípica es el grito arquimédico de
Eureka, denominada por la Gestalt con el nombre de Einsicht, término acuñado
por Wolfgang Köhler.
La comprensión
elemental no reproductiva, que se contiene en el Einsicht guarda relación con
la ley de Praegnanz. El sujeto gestáltico, tendería a la organización de lo
real con base en formas simétricas, completas y regulares, equilibradas y
centradas. Este tipo de proceso involucra operaciones de agrupamiento,
reorganización y el descubrimiento de características esenciales.
El término Einsicht
se traduce al inglés como insight y al castellano como comprensión/intuición,
considerándola la repentina aparición de la solución.
Herbert Simon (1986), analizó los conceptos gestálticos
de insight-comprensión/ intuición.
“…Como primera aproximación son
tratadas como sinónimos, con el significado principal de ´cognición o aprensión
inmediata`. La segunda edición del diccionario completo Webster los distingue
entonces del siguiente modo: ´El insight generalmente combina su sentido
original de visión con el de ojo interno, o intuitivamente, con la idea
ulterior de ver dentro de la naturaleza interior u oculta de las cosas`. Así,
podemos tratar insight como la intuición que proporciona una comprensión
relativamente profunda. La ´percepción inmediata`es mejor tratarla como ´repentina`
antes que ´instantánea, ya que una
intuición o insight puede ocurrir luego de que una persona ha estado trabajando
sobre un problema por un largo tiempo. Lo
que hace que la percepción sea intuitiva es que implica un cambio sustancial en
la comprensión que ocurre en un breve intervalo de tiempo y sin razonamiento
explícito detectable…”
Esta etapa del
insight en el proceso de creatividad
se podría relacionar con la fase de Iluminación, explicada por Graham Wallas[2]
(1926). Previo es ésta se hallan la de preparación
e incubación, períodos en los que el creativo ha trabajado en el problema a
resolver. Cuanto mayor es su experiencia previa en una especialidad y el tiempo
dedicado a la resolución de problemas en ese campo, mayor es la probabilidad
que el “Eureka” obtenido sea una solución
novedosa y aplicable. Como expresa H.Simon en el texto citado más arriba: “…La profundidad de su
captación se mide por la riqueza del conjunto de claves que evocarán una respuesta,
y la riqueza del cuerpo de información que será evocado por éstas claves…” (Simon, H., 1986)
El insight, o nueva
comprensión del problema en forma súbita, sucede con la transformación de una estructura mental en otra más estable. Las
soluciones creativas podrían derivarse al analizar una gestalt existente de una
forma novedosa. Estos procesos se han difundido comenzando con la práctica de
ejercicios simples, para alcanzar nuevos puntos de vista sobre un problema. Un
ejemplo de esto es el conocido reto consistente en unir 9 puntos con 4 rectas sin
levantar el lápiz del papel. La solución al mismo se halla al salir de los planteamientos previos y de sólo percibir un espacio cuadrado limitado por 9 puntos, ampliando el campo visual con una percepción más allá de dichos límites.
Las investigaciones de la teoría gestáltica en relación al proceso del pensamiento productivo, también se ampliaron a las conductas animales. Köhler estudió el comportamiento de chimpancés en Tenerife, obteniéndose resultados confirmatorios de la teoría del pensamiento productivo, como sostiene Wolman (1975):
“…Los chimpancés
de Köhler no probaban y erraban al modo de Thorndike, ni se tornaban
condicionados al estilo de Pavlov. Abordaban nuevas situaciones; mostraban una
orientación en el aprendizaje y bastante inteligencia. No intentaban ciegamente
todas las respuestas posibles; su conducta ponía de manifiesto que el
aprendizaje incluía un considerable volumen de actividad dirigida a un fin […] estaban
situados en una jaula, y se colocaba un banano a una cierta distancia de ella […]
utilizaban cuerdas, palos y cajas para conseguir el banano; al parecer
percibían de algún modo la situación y empleaban la perspicacia para resolver
el problema…” (Wolman,B., 1975)
3.3. Comentario Final
Los gestálticos
proponen la diferenciación entre dos clases de pensamiento: (1) el reproductivo y (2) el productivo.
(1)
El pensamiento
reproductivo es aquel por el
que la mente aplica soluciones ya aprendidas a los problemas. Es la repetición
mecánica de lo adquirido. Por ej. la aplicación de un algoritmo conocido a un
caso nuevo.
(2)
El pensamiento
productivo supone una
comprensión del problema y de la incapacidad de las soluciones preestablecidas
para resolverlo. La reorganización de los
elementos mediante un nuevo enfoque, dará lugar al establecimiento de nuevas
conexiones y, por tanto, a una solución útil y novedosa. Origina
intuiciones y nuevas ideas que van más allá de las condiciones iniciales de las
que parte.
Para obtener
una solución productiva a un problema, es necesario comprenderlo captando los
rasgos estructurales de la situación más allá de los elementos que la componen.
El pensamiento productivo es aquel que logra articular relaciones todo-parte y
todo-cualidades en la búsqueda de la “verdad estructural”, produciendo nuevas y
mejores Gestalts.
“…Según una opinión muy difundida, a los hombres no
les gusta pensar, se esfuerzan por evitarlo y prefieren la repetición a la
reflexión. No obstante, el verdadero pensamiento florece aquí y allá, pese a
los muchos factores hostiles que lo sofocan. A menudo tenemos la fuerte
impresión de que los hombres e incluso los niños, lo desean con ansias…”
(Wertheimer, M.,1945/1991)
4. Bibliografía
Alonso
Monreal, C. (2000). “Qué es la creatividad”. Madrid: Biblioteca Nueva.
Álvarez
Barrientos, J. (2009). Concepto y estética del Romanticismo, el drama de la modernidad.
Revista de la Asociación de Directores de
Escena de España (ADE), Nº 127, pp. 109-122.
Amabile, T. M. (1996). “Creativity
in context:u pdate to the social psychology of creativity”.Colorado: Westview
Press Boulder.
Borges, J.L. “Los Conjurados” (1985). Madrid: Alianza
Busse, T. y
Mansfield, R. (1980), Theories of the Creative Process: A Review and a
Perspective The Journal of Creative Behavior, june, pp. 91-132
Dewey, J. (1910). "How we think". Boston: D.C. Heath Company. p.72.
Dewey, J. (1910). "How we think". Boston: D.C. Heath Company. p.72.
Furió, V. (2002).
“Ideas y formas en la representación pictórica”. Barcelona: Edicions
Universitat de Barcelona
Galton, F (1869). “Hereditary Genius”. London:
Macmillan & Co.
Getzels, J. y Csíkszentmihályi, M. (1984). Encontrar problemas y Creatividad. Estudios
de Psicología, 5:18, 69-80.
Joas H. (2002). “Creatividad, acción y valores”. México: UAM.
Kant, I.
(1883). “Crítica de la razón pura”. Madrid: Gaspar Editores.
Maidagán M.J., Ceberio I., Garargalza L., Arrizabalaga G. (Eds.)
(2009). “Filosofía de la Innovación: el papel de la creatividad en un mundo global”. Madrid: Plaza y Valdés
Pozo, J. (1997). “Teorías cognitivas del aprendizaje”. Madrid: Morata.
Simon, H.
(1986). The Information Processing Explanation of Gestalt Phenomena. Computers in Human Behaviour, 2, pp. 241-255.
Simonton, D. (2001).The Psychology of Creativity: A Historical Perspective. Presented at the Green College Lecture Series on The
Nature of Creativity: History Biology, and Socio-Cultural Dimensions,
University of British Columbia.
Wallas, G.(1926). “The art of Thought”. London: Jonathan Cape.
Wertheimer, M.
(1991). “El pensamiento Productivo”. Barcelona: Paidós.
Wolman, B.
(1975).” Teorías y sistemas contemporáneos de psicología”. Barcelona: Martínez
Roca.
[1] Es el pensamiento que discrepa, que separa, que busca alternativas o
posibilidades diferentes. Enfoca el problema desde distintas perspectivas,
buscando respuestas variadas y alternativas. Está relacionado con la
imaginación, es original, inventivo y flexible.
[2] G.Wallas, estableció una secuencia de
cuatro etapas en el proceso creativo, (1) Preparación. (2) Incubación. (3)
Iluminación. (4) Verificación, en su libro The art of Thought (1926).